Página del Valle de Tambo

Provincia de Islay, Mollendo

Valle de Tambo, Islay, Mollendo, Perú, Arequipa, Cocachacra, La Punta de Bombón, La Curva

Una mirada hacia nosotros mismos.

Trabajo e imágenes enviadas por Jorge Torres Cáceres

     

Ninguno de nosotros puede predecir como va a ser el mañana. Pero podemos tener por cierto que, si educamos personas que hoy, en este momento, sepan interpretar la realidad que les rodea y adecuen sus comportamientos a las necesidades y posibilidades del entorno.... si conseguimos que el centro de nuestros programas contengan información fresca y real, basada en la problemática cotidiana de la calle, si nos ocupamos de capacitar a las personas para elaborar propuestas alternativas frente a los problemas del día a día, entonces esas personas estarán desarrollando, desde su propio presente, las pautas y comportamientos que habrán de utilizar en su vida futura. Porque recordemos que no hay mejor modo de llegar al futuro con madurez que practicando un presente responsable.

Esa percepción profunda, anclada en el pensamiento occidental de estar mas allá de la naturaleza, de sus vínculos y restricciones, ha generado todo un modo de entender el mundo, que explica bastante claramente el momento de crisis a que hemos llegado. Superada la concepción de la tierra como centro del universo, no hemos superado sin embargo la del ser humano como dominador del planeta. Hemos dividido el mundo en dos: nosotros y todo lo existente. Esa ha sido sin duda, la causa de muchos de nuestros errores. Si entendiéramos a la naturaleza como interlocutora en lugar de como objeto, supondría subordinar nuestras acciones técnicas, nuestras formas de transformación del medio, a criterios morales, aceptando la idea de que las necesidades del planeta son las necesidades de la persona y que los derechos de la persona son los derechos del planeta.

Se trata entonces, de potenciar todos aquellos valores y actitudes que nos lleven a comunicar con la naturaleza, en lugar de limitarnos a trabajarla cortando la comunicación.

Si las ideas de estar en la naturaleza y comunicarse con ella como sujeto pudieran parecer contradictorias, cabe reflexionar acerca de la actitud que paralelamente desarrollamos con nuestro entorno social; nos sentimos parte de la sociedad pero, a la vez no dudamos en encontrar en el amplio espectro de esa sociedad instituciones, personas a las que reconocemos como sujetos para un intercambio comunicativo. Consecuentemente, pertenecer a la tierra no tiene que subsumirse en ella, sino concebirse como parte activa de esa totalidad, del conjunto organizado cuya dinámica depende precisamente de la relación armónica que establezcan las partes entre si y las partes con el todo.

Se hace necesario, entonces, un ejercicio colectivo de replanteamiento ético, sobre la forma en que los seres humanos nos comprendemos a nosotros mismos en relación con el mundo que nos rodea. Las actitudes humanas respecto al entorno, el modo en que venimos utilizando los recursos naturales, la forma en que desarrollamos nuestras relaciones entre grupos sociales y países.....todo ello es el resultado de unas pre-concepciones de tipo ético que se explicitan en los valores y criterios morales que aplicamos al actuar.

Ingeniero Pesquero

Master en Educación Ambiental

La Cruz de Cardones


En el año de 1917 don Jesús Tejada (mellizo), un humilde pescador de bondadosa familia, se trasladaba por la orilla del mar hacia el sur del pueblo de Punta de Bombón, llevando como fiel compañero a su burrito, para hacer sus acostumbradas labores de pesca

De repente en el camino se encontró con una cruz pequeña de madero simple que limitaban dos sectores: las lomas de Chucarapi (al este) y las lomas de Los Sauces (al sur). Ante la representación del signo de cristiandad, en fervoroso silencio se encomendó a el pidiéndole conseguir algo para alimentar a su familia .

Prosiguió su camino y pese a su esfuerzo en algunos momentos se sintió desilusionado. Intentó regresar a su hogar pero lo detuvo la tristeza de no llevar nada. En ese momento se acordó de la cruz a la que se había encomendado y tal fue su sorpresa, cuando encontró cantidad de mariscos en la orilla del mar, que hasta su fiel compañero el burrito, le era imposible cargar tanto peso.

Se llevó todo lo que pudo, y con una enorme alegría regresó a su querido pueblo de La Punta, pensando en lo feliz que estaría su familia de lo que había conseguido.

En el camino de regreso, se encontró nuevamente con la pequeña cruz, a la que agradeció por la petición concedida. En esos momentos, sus ojos se cruzaron con un tablón de madera que había sido varado por el mar, aunque era muy pesado logró recogerlo con la finalidad de hacer una santísima cruz para remplazar a la que se encomendó, y así fue. La mandó a construir con el carpintero don Félix Juárez en ese mismo año, para después colocarla en lugar de aquella sencilla cruz: la quebrada de Cardones. Con el paso del tiempo la fe en la Cruz de Cardones va ganando devotos, los que le construyeron una capillita .Cada año en el mes de mayo, el mes de las cruces. las peregrinaciones, son más numerosas.

Fuente: Revista La Punta

 

Es bueno tener información para descubrir y defenderse del poder oculto que destruye a la humanidad, que las amenazas no nos intimiden.
 
         
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