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El dolor de la traición
El Etnocacionalismo en su momento vencerá

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

Tengo en mis manos la tercera edición de la obra “Etnonacionalismo Izquierda y globalidad” (Visión Etnocacerista) y luego de revisar los créditos, y darle una ojeada rápida, como siempre hace un lector curioso, en su afán de darle un vistazo que le permita ver títulos, quizá leer rápidamente algún párrafo, detenerse en algún grabado, me puse formalmente a leer el texto y pues con el título “En pos de la Internacional Inkaica” prologa el autor esta tercera edición y cuál no sería mi sorpresa de ver plasmada allí la gran esperanza de Antauro Humala, al tener ya seguro que su hermano Ollanta estaba ya a punto de pronunciar el discurso en el Palacio Legislativo, discurso previo a su ingreso a Palacio de Gobierno ya como Presidente Constitucional de Perú y pude leer en este prólogo la gran esperanza del Filósofo y praxis del mismo etnocacerismo que llegaba al poder, eso se trasluce de la lectura de este prólogo.

Y es que fueron los batallones etnocaceristas los que trabajaron febrilmente durante años, para conseguir lo que ahora en el 2011 era un momento importante y según las palabras esperanzadora de Antauro el •Génesis de la Internacional Inkaica•, pero en el poder personificado por su hermano Ollanta Humala Tasso, mientras él estaba en prisión pagando el crimen de rescatar la identidad, de un imperio que había sido durante centurias intervenido por los europeos y diezmado de la manera más cruel, en su afán de conseguir oro y otras especies de estas riquísimas tierras.

Pero no solo era ese el afán, sino que buscaban destruir desde sus cimientos toda una cultura, toda una raza, todo un imperio, lo que no han conseguido, porque los cobrizos siguen poblando estas tierras y siguen escuchando el llamado de sus líderes, de aquellos que permanecen siempre conscientes de su identidad y de su misión y ese es el caso de Antauro Humala, a quien conocí muchos años después de haber conocido a gran parte de la familia Humala Tasso.

A fines del año 2000 conocí a Ulises Humala en un evento de apoyo a la primera gesta de los Humala en Tacna, en el Hotel Bolívar y en cierta manera el pronunciamiento de la familia de su ingreso a la política, luego conocí a su hermana Cusi Coillor, para posteriormente conocer a sus padres, Don Isaac y Doña Elenita y luego a otros miembros de la familia, pero lo interesante es que durante un buen tiempo estuve atento a todo cuanto sucedía alrededor del personaje al que ahora me refiero, Antauro Humala, pero hoy 12 de febrero del 2016 cobra mayor importancia, porque cogí este libro que recibí de manos del mismo autor en una de las visitas que le hice junto al etnocacerista José Pando, en quien Antauro confía plenamente y con toda justicia yo creo hace bien.

Ciertamente en este prólogo Antauro pone todas sus esperanzas en el momento que Ollanta asume el poder y confía que a partir de ese momento se iniciaría el quinquenio reformista y que se daría la gran revolución en el que Perú regeneraría en un Neo Tawantinsuyo subsumiendo a Bolivia y Ecuador. El sueño de Antauro era gigantesco y natural, es lo que corresponde y a eso él llama •el génesis de la Internacional Inkaica•

Pero así de grande debe haber sido también el dolor de la traición, porque es así como lo adjetiva en otro momento y es así como lo han considerado las huestes etnocaceristas que trabajaron y se sacrificaron con sus familias los años de jornadas, heroicas para que luego inexplicablemente Ollanta Humala transara con el Toledismo, que fue justamente el objetivo de la rebelión de Andahuaylas, de allí que resulta incomprensible y que justamente con ese personaje es que empiece a gobernar un país que tenía grandes esperanzas en que un Nacionalista asuma el poder, pero ahora luego de cinco años de gobierno vemos los resultados: el heroico Antauro sigue en prisión, luego de haber sido maltratado todos estos años al igual que sus huestes, luego de haber sido injustamente acusado de criminal cuando ya sabemos claramente que quienes asesinaron a los policías en Andahuaylas fueron las tropas del gobierno, los franco tiradores apostados en los cerros que dispararon por la espalda a policías, culpando de ello a los etnocaceristas liderados por Antauro Humala.

Ya conocemos el resto de la historia, pero no es el tema ahora, lo que escribimos es traducir lo que sentimos, el dolor de la traición que debe haber sentido Antauro, de haber permanecido en prisión siendo espectador de un gobierno totalmente derechista, digitado por un Sistema globalista y lo que es peor, con la complicidad de los que hace bien en llamarlos nacionalistas de DNI, es decir todo ha sido solo un sainete, una dramatización, creyendo que iban a engañar a los peruanos, lo cual no ha resultado. La población está claramente informada de todo cuanto ha sucedido, no solo de la traición en sí, sino de lo que se viene ahora, de cómo es que se han presentado listas de personajes candidateando, con la única misión de introducir al gobierno entrante funcionarios que se encargaran de blindar a quienes sea necesario, de la misma forma como ahora se han blindado a otros, en pago a los acuerdos políticos que se dieron en su momento.

Es una pena todo cuanto ha sucedido y lo que se viene por delante, el tiempo no nos dejará mentir, todo será transparentado en su momento y el dolor será más grande, porque involucrará ya no al hermano, sino a toda una nación que ya está plenamente identificada con el etnocacerismo, como filosofía redentora de una nación con milenios de historia. Si no veamos dos textos de ese prólogo lleno de esperanza…

“Con la gobernación de mi hermano Ollanta se percibe por el momento –en función al Acuerdo de gobernabilidad criollo ya suscrito (en detrimento del plan original)- el encaramamiento del nacionalismo del DNI en pugna con el nacionalismo criollo/izquierdista de principal potencialidad reformista que aun se constituye un avance, pues establece un terreno fértil para el subsiguiente escenario pachacutista propio del potencial revolucionario del etnonacionalismo de estirpe cobriza

Párrafo más adelante dice el autor: Se abre, así con el nacionalismo Ollantista un peldaño para el etnonacionalismo Antaurista

Vemos pues entonces que la esperanza era grande, que ya se tenía una visión clara de la intromisión de la derecha, pero se tenía esperanzas, incluso se delinea claramente entre el nacionalismo de Ollanta y el nacionalismo de Antauro, pero que la largo solo se vio permanentemente vigente el único etnonacionalismo, el de Antauro Humala y eso pude verlo a lo largo de los cinco años. En algún momento tomé contacto con ellos y con el líder, pero no llegamos a más, sin embargo fue suficiente, para comprender que estamos ante una filosofía redentorista, de salvación, para el Imperio que en algún momento ha de darse plenamente, es ahora también mi esperanza, pero no un imperio agobiante, sino solidario.
 

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

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