¿Podremos elegir gente decente para gobernar Perú?

Ciertamente la alegoría de darle voz a nuestro querido país resulta muy revelador, porque es cierto, estamos pasando por una crisis de institucionalidad terrible y me refiero a los integrantes de la mayor parte de partidos políticos, que son quienes nos proveen los candidatos, entre quienes los peruanos tenemos que elegir cada cierto tiempo para Alcaldes, Gobernadores regionales, Presidentes, Congresistas, etc., porque últimamente tenemos la muestra de que no estamos bien, en cuanto a la calidad de estos personajes. La mayor parte viene siendo cuestionada, por lo menos en referencia al consorcio brasileño corrupto Odebretch, quienes habrían incluso agregado a su organigrama, una oficina encargada de manejar las coimas que han venido repartiendo en más de una decena de países y por casi medio siglo, ya que aquí en Perú empezaron a "operar" desde el año 1980, cuando se inician las obras de Charcani V, fue en las postrimerías del gobierno militar, encabezado por el Gral. Morales Bermúdez, o sea hace 37 años.

Pero no es la única empresa que ha operado en esas condiciones en Perú, porque también tendríamos a sus asociadas y otras empresas que han realizado obras diversas en todo el país y han contratado tanto con municipalidades, como gobiernos regionales y gobierno central y se tiene noticias de ciertos contratos, adendas, sobre valoraciones, obras abandonadas, otras mal realizadas, etc., etc.

Lo cierto es que últimamente la Contraloría, la Procuraduría, la Fiscalía y el Poder Judicial, han intervenido, denunciado y sentenciado en numerosos casos, tan así que elevado porcentajes de alcaldías, gobiernos regionales y funcionarios del gobierno central, como los mismos presidentes, se han visto incluidos en algunos casos, lo cierto es que estos últimos años han sucedido casos que nos tienen avergonzados ante la opinión mundial, por tener dos ex presidentes en cárcel, uno sentenciado el otro en investigación junto con su consorte y uno tercero fugado, pero se habla de otros más, lo cual nos tiene en una situación, reitero, muy vergonzosa.

Pero surge la pregunta ¿Es que no existe gente honesta, decente, transparente, que efectivamente dedique su vida a servir y tiene que echar mano al erario fiscal o a ciertas comisiones que le son dadas por ciertas empresas, para poder tener preferencia en contratar con el Estado? Pero existen otras modalidades, mediante las cuales estos malos políticos se apropian de dineros y aprovechan su posición para colocar en planilla con salarios muy privilegiados a sus familiares, amant4es y/o amigos, amigas o miembros de su entorno político y social, todo ello le provee dividendos de diferente estilo.

De modo que terminado su mandato tal o cual gobernante, se abre una investigación sobre su desempeño y surgen los problemas, todo ello ocasiona que tanto el Congreso como el Poder judicial, tengan que dedicar tiempo y esfuerzos a esas investigaciones, lo cual es también molestoso y de no ser porque hay algunos delincuentes que se disfrazan de políticos no habría necesidad de tener que realizar estos trámites, que ocasionan gastos y pérdida de tiempo, en vez de dedicarse a legislar y despachar en la resolución de casos, que en verdad ameritan labores judiciales.

Uno espera de esta gente desempeños honrosos, transparentes y no actividades delictuosas, uno espera una vocación de servicio y no que se dediquen a robar, mentir y estafar al pueblo que confió en ellos y les eligió.

Creo que todo esto se inicia en los hogares y luego la pésima educación escolar y la programación televisiva propia de un albañal, forman personas de endeble moralidad. Por otro lado los diarios, semanarios, emisoras radiales y algunas revistas de pésimos contenidos, incluyendo titulares e imágenes, pues completan la base educativa que tiene la juventud, que luego transita por universidades e institutos superiores, que son quienes finalmente los que proveen de elementos a la política.

Igualmente el rol de sociedades enfermizas, debido a la presión del Sistema, es decir gente empobrecida, maltratada, estafada, que aspira a tener una vida digna, sin embargo se siente desesperanzada, pero algunos de ellos logra ser admitido en círculos políticos, donde en un inicio actúa con temor, con respeto, pero luego conforme va dándose cuenta de la podredumbre existente y la impunidad reinante, entonces terminan por ser uno más de ellos.

Igualmente los miembros de las fuerzas armadas también se suman a esta corrupción, por ejemplo aquellos que se hacen de la vista gorda ante el narcotráfico o incluso trasportan mercancía de ellos. Del mismo modo miembros de las fuerzas policiales que se ven comprometidos por la presión de sus superiores e intervienen a sabiendas de manera incorrecta, al proceder a reprimir y algunas veces disparar contra pobladores, estudiantes y/o trabajadores, quizá esa haya sido la razón de la ley 30151, que protege al miembro de las FF. AA. que victima a personas en situaciones de "servicio" pero que también lamentablemente puede ser utilizado con malos fines.

Todo esto crea un marco negativo, a gobiernos que van sucediéndose uno tras de otro y terminan siendo gobiernos delictuosos por donde uno vaya a investigar, es allí donde surge la pregunta que ponemos en boca de Perú: ¿Pueden elegir gente decente para gobernarme?

Pero qué puede hacer un elector, si tiene ante si dos alternativas, una peor que la otra o como dicen entre el sida o el cáncer?

Esa es nuestra preocupación. ¿Cambiará esto? ¿Tendremos mejores opciones para el 2021? Esperemos que si

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

www.peruesmas.com