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Qué es lo que sucede realmente en Perú


Jorge Paredes Romero
Periodista y humanista peruano




Desde que tengo uso de razón, vengo escuchando las continuas quejas de la ciudadanía, que los sueldos no alcanzan, que los combustibles son caros siendo productores, que los congresistas son unos irresponsables, que el gobierno abusa del pueblo, etc., etc. Yo vivía en la ciudad de Arequipa, cuando el mes de Junio de 1950 ocurre la revolución, que se inicia con la huelga de los alumnos del Colegio Independencia, exactamente el 12 de Junio de 1950, a raíz de ello me trasladan a la ciudad de Mollendo, por entonces el puerto estrella del sur peruano, y es en 1951 en pleno gobierno de Manuel A. Odria, cuando ingreso al Colegio San Vicente de Paul a estudiar primero de primaria, ya para entonces sabía tocar el piano y leía la revista Selecciones, Life y otras que llegaban a la casa familiar, de modo que tenía un panorama de los sucesos mundiales y lógicamente los nacionales a través de la radio, sintonizábamos onda corta, los diarios todos los días llegaban, aunque con cierto retraso, pero podíamos enterarnos de lo que sucedía en Perú y todo el mundo.

A los 7 años de edad ya me interesaba la temática social y en cierta manera tenía curiosidad por lo político, aunque no lo entendía muy bien, pero cuando los mayores conversaban sobre la asonada arequipeña pude comprenderlo mejor, sobre el afán del poder, los generales Noriega, Odria, lo que había sucedido dos años antes, cuando derrocaron a Bustamante y Rivero en Octubre de 1948, de modo que tenía información, la cual me resultaba interesante. Todo esto era acuciosamente leído por mí, al igual que las noticias de la guerra de Corea que se había iniciado también en Junio de 1950. Las noticias del final de la segunda guerra mundial eran frescas y teníamos por Life toda la información, con unas impresionantes fotografías, además en casa había fallecido un soldado alemán refugiado, que había traído mi tío Juan a la casa, de modo que en alguna manera estábamos involucrados con esos acontecimientos.

Entonces a la luz de esos acontecimientos mundiales se daban los nacionales, la carestía, los productos que llegaban a bordo de los navíos de diferentes nacionalidades, que anclaban en la bahía y con mi tío conversábamos sobre ello, del mismo modo con mi abuelo Mariano, quien me relataba lo que había sucedido muchos años antes, ya que estuvo en la época de la Guerra del Pacífico, mi abuelo era un mollendino nato, había nacido en Mollendo justamente en 1871 y cuando la guerra con Chile tenía 8 años, de modo que tenía perfecta noción de los sucesos de aquella época, todo ello era el marco de mi infancia y lo que trataremos ahora.

Perú estuvo siempre y actualmente lo está, supeditado a la política y a la economía de los Estados Unidos, incluso en Mollendo la tendencia era estudiar inglés, para luego viajar al país del norte, recuerdo mi prima Lourdes apenas terminó la secundaria se fue allá, actualmente reside en ese país y conozco muchos ex alumnos del Colegio Nacional Deán Valdivia que siguieron esa ruta, es decir los Estados Unidos marcaron el sello característico de aquel entonces y lo tiene aun todavía. Es así como muchos países latinoamericanos viven sujetos a ese país de muchas maneras, comercio, idioma, turismo, trabajo, etc. Pero la sujeción se amplía a otros países del hemisferio norte, ahora México y Canadá, además los europeos, que tienen presencia en Perú en minería, hidrocarburos fundamentalmente, de modo que dólares y euros son las monedas que más se mueven, ello ha dolarizado nuestra economía.

Pero no solo eso sino que la banca mundial, el Fondo Monetario internacional, el Banco Mundial entre otros, son los que fijan condiciones para el desenvolvimiento económico de nuestro país, la deuda externa, nuevos créditos, y cuando llegan sus funcionarios son recibidos raudamente y con todos los honores, por el mismo presidente de la república, ello obliga a Perú a obedecer ciertas clausulas o tratados que no le permiten desarrollar, porque debe proveer a esos países de materias primas, insumos primarios, a precios establecidos internacionalmente o condiciones, como por ejemplo los TLC que de libres no tienen nada.

Por otro lado, la privatización de las empresas estratégicas, hecha por el ahora sentenciado Alberto Fujimori, como minerales e hidrocarburos, no nos permite tener la sartén por el mango, sobre todo en el tema reservas de oro, porque siendo el quinto productor de oro mundial, sin embargo estamos en el puesto 50 en posesión de reservas en oro, lo cual es inconcebible y no nos permite tener una economía suficiente, con decir que el presupuesto para el año 2015 es la mitad del presupuesto chileno, esto nos limita enormemente para pensar en desarrollar, pero además de ello, la mayor parte del presupuesto está dirigido a sueldos y gollerías de los grupos de poder, entre ellos a cubrir los déficit ocasionado por el no pago de impuestos de ciertas empresas privilegiadas, tanto nacionales como extranjeras, si no existieran esas gollerías por lo menos tendríamos un respiro, pero además debe sostenerse una planilla dorada de funcionarios que están atornillados en los cargos del estado, sueldos que han sido aumentados y colocan a los trabajadores peruanos muy lejos de los ingresos de congresistas y ministros, de modo que el descontento es grande.

Se habla de crecimiento, pero ese crecimiento no se refleja en la mesa del pueblo, quienes día a día sufren las alzas de precios en los mercados, las pensiones escolares, los costos de estudios universitarios, mientras los salarios están reducidos apenas a 259 dólares mensuales, y un ministro gana por encima de los 11.000 dólares y la corrupción es galopante, el delito funcional es frecuentemente investigado en el Congreso, los corruptos son una larga lista de funcionarios fugados, otros no habidos o los capturados que ya tienen coartadas, es decir la impunidad reina y gobierna, todo esto enardece a una población que no tiene más argumento que paros y huelgas, pero las balas asesinas pueden ser disparadas sin miramientos, amparados en la ley de la impunidad, la 30151, esto nos da una posición de gobierno dictatorial y un pueblo sometido por las armas, no estamos regidos por una democracia.

Aun las elecciones están teñidas del dominio de la plutocracia, quienes hacen desborde económico de publicidad, la misma que satura la mente del elector, por otro lado el descontento es enorme, pero se preguntarán porque no hay reacción de parte del pueblo, sencillamente porque este pueblo no tiene suficiente educación política, que sería el primer recurso al cual deberíamos recurrir, la ciudadanía no sabe defenderse porque no lee, no se informa o no recibe información acertada, además no entiende las leyes, no las puede interpretar, incluso muchas de estas leyes son redactadas de tal manera que, siempre favorece a los poderosos; pero además de ello, los encargados de impartir justicia siempre se inclinan por favorecer a los que detentan el poder, sea económico o político, de allí que siempre resulta perdedor el pueblo porque no tiene dinero para las coimas.

Pero también surge el argumento del artículo 46 de la constitución que habla de gobierno usurpador, del derecho de insurgencia: ”Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes. La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional. Son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas.” El pueblo no puede hacer uso de este derecho porque todo acto es reprimido con las armas, de modo que un pueblo desarmado frente a un gobierno armado y dotado de impunidad, al amparo de la ley 30151, jamás podrá insurgir, ya que será inmediatamente reprimido con armas, balas al por mayor, de modo que no hay argumento en manos del pueblo, ni la propia constitución para reclamar, exigir o dejar en claro que tal o cual gobierno está procediendo injustamente y que todo debe ajustarse conforme a la justicia social, a la equidad, al no abuso y al reparto equitativo de la riqueza.

Nuestro país es riquísimo aun, pero políticos y corruptores están al acecho y cada día celebran alborozados, las nuevas formas que van descubriendo para seguir saqueando al país, esto debe cambiar, la gente debe leer, informarse, acudir a los líderes sindicales, gremiales para pedirles les den información y no solo los lleven al matadero con reclamos, sino que también deben instruirse, debe exigirse en las escuelas educación adecuada, debe reclamarse por una salud autentica y no fármacos paliativos que solo calman dolores o hacen desaparecer los síntomas, mientras la dolencia aguda se vuelve crónica, entonces eso no es sanidad, sino solamente un engaño que favorece a la industria farmacéutica, porque al final el paciente fallecerá.

No se puede seguir tolerando, que mientras las riquezas salen por nuestros puertos, ante nuestros ojos, el pueblo siga siendo hambreado y sus riquezas extraídas bajo el amparo de un gobierno corrupto, desde el vista de aduana, a las agencias que pueden estar socapando estos saqueos, mientras el pueblo sigue siendo arrinconado con salarios de hambre. Perú debe extraer el oro mediante la empresa estatal y no en manos de privados, que son modernos pizarros, que se dedican a robar en complicidad con malos políticos, ahora también dirigentes y alcaldes, dedicados a proteger a sus amos, que son los que les proveen gollerías, privilegios, subvencionan campañas electorales y proveen protección con impunidad comprada.

Hay una forma de ponerle freno a esto, y es dejar de lado la televisión basura, dejar de asistir a los antros de vicio, darle más importancia a la lectura, reunirse en círculos culturales, pedirles a los líderes gremiales que dediquen más tiempo a discutir leyes, presentar recursos, iniciativas ciudadanas, para de ese modo liberarnos del yugo esclavizador del avivato, que se encima en la política para rodearse de privilegios. Yo creo que la carrera política debería ser una más en las universidades y nadie debería acceder a un cargo público, si no tiene esa profesión, la de un servidor social, en otro momento estaré fundamentando esto, porque no es dable que los engañadores de siempre estén en los cargos, encima de ello, quieran acceder al Congreso las vedettes, los cómicos, los cantantes de cantina y escritores payasos de dudoso género.

Perú debe cambiar desde la escuela, desde el hogar, desde el barrio, para no dejarnos engañar por los discursos de políticos cómplices de los saqueadores del país, no hay autoridad, no hay seguridad, no hay moralidad, los jueces coimean, muchos policías también, aun tenemos riquezas que debemos proteger y en base a ello conseguir el desarrollo, eso es posible, en los próximos días estaré hablando sobre ello.

Jorge Paredes Romero

 
     

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