¿Cómo aprendí amar a la provincia?

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

Mi abuelo me enseñó a querer a Mollendo, él diariamente durante once años me relataba pasajes de su vida y sobre la historia de Mollendo como ya relaté en otro escrito él nació un 29 de junio de 1871 y sus padres vivieron ya aquí mucho antes del boom de Mollendo, fueron de los que vinieron de Islay antes de 1871, mi bisabuelo era pescador y zapatero en sus horas libres y mi bisabuela era costurera, ambos consiguieron realizarse en sus ocupaciones y el bisabuelo consiguió tener una tienda en donde vendía lo que confeccionaban pero fue mi abuelo Mariano Paredes quien constituyo una fábrica llamada Zapatería Americana que tenía su local en la calle Comercio 90 92 y 94 y fue uno de los negocios que sucumbió ante las llamas en el incendio en la madrugada del 2 de abril de 1912, por entonces mi abuelo tenía la edad de 41 años ya estaba casado con la Sra. Josefa Bernedo quien tenía su casa en la calle Comercio 752 que es donde resido actualmente y ha sido por muchos años el hogar de los Paredes Bernedo y también de los Najarro Paredes.

Haga clic en la imagen y lea todo sobre aquel incendio

 

   

Aquí he venido frecuentemente desde que terminé la secundaria el año 1962, cuando tenía que por algún motivo venir a Mollendo por documentos, por trabajo, porque era pianista de la Orquesta Centty y justamente para el centenario estuvimos aquí el año 1971 cuando animamos el baile en Malecón Ratti, pero he venido innumerables veces con otros grupos musicales, orquestas y tríos con Espinoza, con Huerta, etc. También al Valle de Tambo, pero es materia de otro relato. Recuerdo un año estuvimos aquí durante la temporada de verano tocando en donde antes había sido Radio Mollendo, los bajos del Malecón Ratti a un costado del puente de madera, en un negocio de Gastón Zuzunaga, allí fui con Pepo Orozco y el saxo de un amigo común; venía por entonces con mucha frecuencia visitaba a Tía Chepa, justamente una de las veces que venía, el día 6 de agosto de 1972 es que ocurre el “accidente” que pongo entre comillas porque es algo que a mi parecer fue provocado, pero lo he relatado en otro escrito que está en red.

Hasta el año 2003 vivió allí Doña Josefa Paredes Bernedo una de sus hijas, mi tía, como una de las propietarias de esa casona, todos la conocían por la Sra. Chepita, esposa del Juan “Gato” Najarro, las otras propietarias son mi tía Mary y Lourdes su hija, quien radica en USA., pues en esta casa crecí desde el año 1950 tenía entonces 7 años hasta el año 1963 en que viajé a la ciudad de Arequipa para estudiar Psicología en la “Universidad Nacional San Agustín”, no continué mis estudios pero los retomé el año 1968 y es en 1972 cuando una “accidente” interrumpe el último semestre que cursaba por entonces, luego de haber escrito un libro titulado “La casa del jabonero” razón que considero fue el motivo del “accidente” Ese libro habla contra el Sistema y en varias conferencias que dicté por entonces en donde los asistentes eran miliares vocales jueces, etc., sabemos muy bien que en esos años eran los militares los dueños del poder, de modo que no les gustó los términos en los que me refería a ellos tano en el libro como en las conferencias o entrevistas radiales y televisadas, muy duros, pero era y es la verdad, igualmente en una conferencia ante profesores y estudiantes universitarios en la Paraninfo Universitario de San Agustín que fue trasmitido por Radio Universidad, fui claro y los confronté con claridad tanto a los políticos trasnochados como a los militares que aprovechaban la ocasión para hacer más descarada su torcida participación en la política nacional. De modo que es fácil suponer que los tres atentados que sufrí tenían un solo origen.

El primero fue en la calle Perú, a la altura del Mercado San Camilo, fui atropellado por un bus, que al pasar a mi lado abrió la puerta la cual me dio de frente, yo vi cuando alguien dentro del bus hizo esa maniobra, pero era tarde, y me dejo tirado en la vereda, siguiendo ellos su rumbo como si nada. La segunda vez fue en la Pampa de La Joya, en donde el carro en el que yo viajaba fue embestido de manera sorpresiva y con la intención de sacarnos de la pista y provocar la volcadura que a esa velocidad era muerte segura, mas la pericia de quien manejaba, un conductor muy hábil, evitó el desenlace que era algo casi seguro, mas la tercera vez, quien manejaba el carro refirió haberse dormido, caímos a la quebrada de Guerreros, en una curva fatal y pues resulté dañado de la columna vertebral, quedando paralizado ya 44 años, pero con el mismo espíritu escribo, hago periodismo, estoy en la política pero de manera tangencial no directa, no me gusta, me han ofrecido muchas oportunidades pero no he aceptado sencillamente porque eso está más contaminado que Cerro de Pasco, es decir, es un asco. He sido por casi un año (2012) uno de los Asesores del Dr. Isaac Humala pero mi salud precaria me impidió continuar razón por la que renuncié y lo hice por escrito, de modo que existe la carta de tal renuncia.

Luego he sido amigo de muchos congresistas ministros, alcaldes, presidentes regionales, inclusive de dos presidentes, el Arq. Fernando Belaunde Terry, el Dr. Alan García Pérez, etc., actualmente como Asesor de ADUSPE Asociación de Usuarios de Servicios Públicos, Salud y Previsión Social del Perú inscrita en SUNARP bajo la Partida electrónica Nº 12374807, del 30 de Septiembre del 2009 me dedicaré a esa labor, defender a los usuarios y consumidores pero también a dar escuela de cómo defenderse, cómo hacer valer sus derechos y utilizar tanto la Constitución como el estudio de leyes básicas para defenderse, redactar documentos, conocer instituciones, etc., etc.

Durante todos esos años siempre venía a visitar a Tía Chepita la última vez que vine antes de ahora fue el año 2002 que estuve todo el año aquí en Mollendo, retorne a Lima el año 2003, e igualmente mi esposa, mi suegra y mis hijos han venido otras veces, y ahora nuevamente lo hago por razones sociales y de periodismo desde luego también familiares.

 

Retornar a la página índice de Mollendo