¿Será que políticamente estamos involucionando?

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

Irremediablemente desde hace unos 35 años, estaría deslizándose por una pendiente política de innegable decadencia a todo nivel, probablemente nos estaríamos convirtiendo en conejillos de indias de una elite que vendría haciendo una serie de experimentos sociales con nosotros.


Por ejemplo, a través de una serie de "programas sociales" (?) se nos estaría proporcionando a cuentagotas una serie de óbolos, lo que nos permitiría sobrevivir en medio de un carnaval de festejo continuo, de personas que se nos presentan primero como postulantes a diversos cargos y luego ya entronizados, se mostrarían tal cual son, deteriorando horriblemente el panorama político del país.


Es decir, el desempeño de esta elite sería cada día peor, no habrían frutos que mostrar, sus discursos serían full mitomanía y demagogia al más puro estilo de negociadores fracasados, pero que porfían por sacar la cabeza por donde la metían.


Hemos visto de todo, electricistas dirigiendo institutos de salud, periodistas como legisladores, bataclanas como congresistas influyentes, es decir cada día se montaba una tragicomedia y todo un gobierno se transformaría en un sainete por capítulos ¿Sería así?


De pronto nos veríamos en la maraña de un espía indultado o de un vendedor de flores, quizá por allí se erguiría un engalonado contando chistes y de pronto aparecería un cuentista queriendo ser presidente y en medio de sus ansias terminaría dándose de besos con otro del mismo género


Por otros lares emergería un escritor queriendo ser presidente, pero un salvataje jurídico permitiría que un oriental se convierta en su vencedor, algo que jamás le perdonaría, pero eso habría permitido que por una decena de años se convirtiera en un tirano y a la vez un permisivo gobernante?


¿De pronto un cantante de cumbias desearía ser un prominente congresista y hasta una mujer de la vida alegre también se lanzaba al ruedo, es decir ya la oportunidad de ejercer gobierno era para cualquier hijo de vecino, que por caprichosa coincidencia también buscaba figuretismo y lo conseguía sin mucho esfuerzo? ¿Es que los requisitos no serían tan exigentes? ¿Tendríamos que cambiar las reglas?


¿De pronto surgiría el que aprovecha del trabajo de su hermano y se convertiría también en presidente y para no tener problemas preferiría tenerlo encerrado sabiendo de su inocencia y ahí lo deja, olvidando que es su sangre? ¿Es decir querer tener poder convierte al aspirante en un ejecutor de sentencias injustas?


Hoy estaríamos ya cerca de la sima, no quedaría mucho espacio para terminar de arrastrarnos, cual gusanos en el estiércol que va chorreando desde hace años, porque pus no salta, sino heces donde pones el dedo, ¿será así?

Ser ministro congresista o presidente, sería la oportunidad para ejercer caprichosos antojos, y peor aún si se trata de una persona de poco carácter el que asume el cargo ¿Lo convertiría eso en un regalo de alcoba y terminaría ejerciendo poder su más cercana acompañante? Al final todo quedaría en casa? habría que investigarlo eh?

Ya la política quedaría desplazada, y cual infame rol de etiqueta transparente, dejaría traslucir cual caberetero adminículo, todas las miserias que se cocinan en los palaciegos habitáculos donde quizá nunca dormirían las pasiones, las traiciones y las mitomanías?, Sería de ello de las que se valdrían estos especimenes, para engatusar a millones de electores, quienes dentro de cinco años estarán listos pasarían a ser de nuevo engañados?, es esa su suerte y su triste destino?

Nos prometen de todo, salarios, aumentos, privilegios, regalos, pero llegada la hora del reparto, apenas nos dan unos soles para poder comprar más "engrudo horneado" o quizá del "inflado pollo", que solo son hormonas aferradas a bagazos de escaso valor alimenticio, lo que se compra en mercadillos no es más que los sobrantes de aquello que no calificó para ser vendido en un mercado de barrio pudiente, es la sobra, el desperdicio que nadie compraría, pero si por ello se arañaran las pobres madres en el mercado del cerrito mas cercano.

Pregunto: ¿Todo eso es culpa de estos políticos, que se habrían devaluado al extremo de querer contratar de mucamos a quienes dicen ser asesores? ¿Serían los que le compren las galletas a sus hijos o les controlen el aceite al auto de las amantes del jefe o si es habilísimo haría negocios utilizando amigos y familiares? ¿Todo es posible ya, en el medio político que nos ha tocado compartir en este siglo XXI, porque el siglo XX nos habría dejado solo una muestra de pérfido gobierno, que hasta hizo tratos con el terror, el cual se convirtió en un socio de gran utilidad, para después terminar encerrado como su vecino?

¿Qué nos espera entonces para el 2016?, porque conforme van las cosas, estamos a escasos centímetros del suelo, nos espera terminar de arrastrarnos con la gusanera o tendremos la dignidad suficiente para emerger, ser emprendedores y patearles el trasero a estos que se creen mesiánicos legisladores, y gobernantes, ¿Serían capaces de gobernar su propia vida?

Jorge Paredes Romero
Periodista y Humanista

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