Desde hace un buen tiempo navego en Internet y busco en la red información sobre el tema discapacidad, especialmente en Perú, ya que suponía que desde el 31 de Diciembre de 1998 en que fue promulgada la ley No 27050, la misma que fue publicada el 6 de Enero de 1999, pues la realidad de las Personas con Discapacidad en nuestro país sería totalmente diferente, pero grande es mi sorpresa cuando voy enterándome que nada ha cambiado, es mas por mi permanente trajinar en estos asuntos que me competen, ya que soy una persona con limitaciones, prefiero llamarnos así, voy comprendiendo que seguimos siendo excluidos a todo nivel, es decir no accedemos a regímenes de salud, educación, trabajo ni tenemos programas de real apoyo e incentivo tendientes a buscar una auténtica integración a la sociedad que desde siempre nos mantuvo marginados y dependientes. No hay mucha diferencia entre el tiempo que en Esparta despeñaban a los recién nacidos con algún defecto, ya que no servirían para la guerra, ocupación primordial de dicha cultura.

Hoy, si bien es cierto no somos despeñados, permanecemos segregados y se nos considera una carga muy pesada en la sociedad, la misma que se lamenta por nosotros cuando en realidad somos capaces de labrar un destino mejor si tuviéramos la oportunidad y accesibilidad a programas de salud, educación y empleo.

Ni siquiera estamos conceptuados de manera adecuada, somos Personas con Limitaciones, la discapacidad, minusvalía e invalidez son términos inadecuados para nosotros; no tenemos niveles de vida adecuados y la pobreza acentúa aun mas la enfermedad; las barreras arquitectónicas son una amenaza para nuestra realidad, ni los palacios presidencial o legislativo están adecuados; la salud y los cuidados médicos dejan mucho que desear; en situaciones de emergencia somos desatendidos y relegados; no tenemos acceso a la satisfacción de necesidades primarias; la comunicación es inadecuada; no hay centros de formación adecuados y accesibles; los niños con limitaciones son los que mas sufren y nuestras familias beben y comparten nuestra realidad; somos víctimas de violencia y abuso de parte del sistema; lamentablemente las personas de la tercera edad viven relegadas al olvido de la sociedad y de sus mismas familias, por ausencia de cultura, sensibilidad y moralidad: los limitados sensoriales y /o mentales tienen condiciones de vida infrahumanas y sufren el olvido y el estigma de su condición; hay muchísima gente que sufre limitaciones mas esta permanece escondida o disimulada por tener la idea que ello es una estigma por último, vivimos en una sociedad violenta que cada día aumenta la tasa de accidentes y enfermedades profesionales que llevan a una persona a situaciones de patologías crónicas y limitantes.

Es mas, la ley 27050 promueve la existencia de organizaciones que aglomeren a Personas con Discapacidad (PcD) y da lugar a un organismo llamado CONADIS que lejos de convertirse en un ente realmente promotor es simplemente un brazo del Ministerio de la Mujer que teoriza y propone, mas no va a la praxis necesaria para producir un cambio en esta sociedad entre paternalista y asistencial de medio pelo. Es sumisa y mediatizada, no nos representa y defiende. Me explico: El sistema toma ocasiones en las que busca difundir imágenes en las que publicita su rol “benefactor” cuando “regala” a un pequeño grupo de PcD sea con alimentos, aparatos ortopédicos, sillas de ruedas o tal vez pequeños programas de apoyo a sectores de PcD de elite. La misma iglesia asiste, con sus limitaciones, a grupos de PcD, mas no hay voluntad de establecer una política nacional que comprenda desde la estadística, prevención, rehabilitación, tratamientos, educación básica y técnico – profesional y fomento del trabajo con la creación de plazas para que todo esto nos haga ver que hay voluntad de integración y no simplemente aires temporales de campañas benéficas que en vez de optimizar a la PcD le hace daño. Sembrar falsas expectativas es perjudicial, mas aún tratándose de personas que requieren un sinceramiento, que de una vez por todas rompa la barrera infranqueable de la desidia y desconfianza. Desidia por parte del sistema que desoye el clamor de un amplio sector humano que solo es utilizado cuando hay campañas electorales y desconfianza porque las muchas veces que han sido convocados para escuchar discursos esperanzadores y que al cabo solo son promesas y discursos, con palabras que se las lleva el viento.

En Perú, según cifras del INR Instituto Nacional de Rehabilitación, el 31.28% de la población tiene discapacidad y el 13.8% presenta minusvalía, comprendiendo que lo primero es falta de capacidad para realizar un trabajo y los segundo es una situación desventajosa apara su desarrollo normal. Frente a esta realidad, el estado no ha tomado la decisión de asumir medidas para cumplir lo que la Carta Magna dispone, es así que en el inc. 2 del Art. 2 de la Constitución Política del Perú dispone que nadie debe ser discriminado por razón alguna, sin embargo una gran masa poblacional está excluida para acceder a la satisfacción de las necesidades primarias, reitero que son: salud, educación y trabajo.

Pero si ni siquiera el sistema actúa con responsabilidad al cubrir las necesidades mínimas de la población y por mas que se promociona con un programa denominado SIS (Seguro Integral de Salud), el cual apenas es tangencial a la necesidad auténtica; publicita a EsSalud como si fuera la gran panacea, de manera que hoy las Municipalidades compiten por establecer programas de atención ambulatoria y farmacias de a sol, cuando con ello lo único que logran es simplemente populismo e informalidad. Demasiados esfuerzos aislados que desgasta, en vez de establecer una Política Nacional que cubra satisfactoriamente la auténtica necesidad. Hoy, se ha liberalizado las licencias a farmacias, se han creado las Empresas Prestadoras de Salud, los Seguros Privados haciendo de la necesidad de salud un negocio, que solo beneficia a unos cuantos empresarios que hacen su agosto con tal liberalismo. El estado ha distraído esfuerzos y recursos con el MINSA, SIS y EsSalud cuando muy bien podría en el marco de una autentica Seguridad Social cubrir perfectamente las necesidades asistenciales y de salud en el país, con ello les cortaría las alas a los negociantes con la salud que adulteran medicamentos y ejercen la medicina imprudentemente, ocasionando cada día mas personas con limitaciones severas para el resto de su vida. Lejos de establecer una política tendiente a disminuir los accidentes que ocasionan traumatismos y hasta la muerte, accidentes fabriles, de industria y en las pistas y carreteras, lo cual podría menguarse si es que se hiciera prevención y profilaxis social.

Lo primordial para una nación es la atención de la salud, a una persona enferma le es difícil si no imposible estudiar y por ende trabajar, de allí que lo fundamental en un Plan de Gobierno es diseñar un Plan Nacional de Atención a la Salud, donde el concepto de seguridad social sea una praxis de prioridad, de emergencia, que cuente con amplios recursos económicos y no se piense que la prioridad es armas, planillas doradas o gastos en viajes principescos.

De allí que consideramos que el CONADIS o Concejo Nacional de Personas con Discapacidad, es un organismo que no cumple con un rol auténtico, es simplemente un apéndice del sistema, que se dedica a redactar documentos con proyectos o propuestas que les permite distraer onerosos sueldos a cambio de nada. No queremos teorizaciones, ni etéreos discursos, que de promesas no vivimos, es la praxis, las acciones lo que construye y permite el desarrollo de un país y de una gran masa de seres humanos que buscamos dignidad e integración y no mas seguir siendo utilizados ni por un sistema oportunista, como tampoco por dirigentes corruptos que solo acarrean agua para sus propios molinos y lo que es peor, por quienes nada tienen que ver con PcD y si tienen limitaciones son de concepto y voluntad de trabajo responsable.

El estado es incapaz de atender la necesidad educativa de una población ávida de crecer al ritmo de la población mundial. En las estadísticas ocupamos los últimos lugares en comprensión de lectura y qué si nos examinan en conocimientos y contenidos, en calidad informativa y lo mas grave qué sucedería si evalúan a nuestros maestros y a los formadores de estos; qué de nuestros programas curriculares, de la accesibilidad a la informática. Hoy el estudiante anda a pie mientras que la información tiene velocidad virtual, sin embargo nuestros adolescentes se pervierten en juegos y porno y la juventud roba carteras y en pandillas exponen y arrebatan vidas de similares. No podemos equipararnos ni siquiera a vecinos nuestros, países que nos llevan la delantera porque entre sus gobernantes hay menos corrupción y ansias de robar, porque sus políticos tienen mas sangre en la cara y sus líderes sindicales tienen mas agallas y vergüenza. Aquí en Perú nos desangramos entre hermanos, para arrebatarnos el poder egoísta que solo procura banalidades y billetes, para derrochar en orgías de empresa, por ello nuestros canales de televisión abundan de invertidos y travestidos, las emisoras radiales hierven de cómicos coprolálicos, que solo vomitan procaz diversión para una plebe lumpenizada, que perdió su estima. Creo que quienes nos visitan y ven nuestros puestos de diarios, aprecian los programas de radio y televisión, leen los interiores de los periódicos decanos, verán solo avisos de prostitutas que desvergonzadamente publicitan sus habilidades y todo ello con la complacencia de un gobierno que es ajeno a su pueblo, su negocio está en su seguridad y enriquecimiento.

Ver a un pueblo donde el mejor negocio es la seguridad personal y la “huachimanería”, donde el político es resguardado por pelotones de seguridad, trajinar por determinados sectores donde cada mansión tiene sofisticados sistemas de seguridad, nos revela que vivimos en el límite del vandalismo contenido y ese es el miedo que corroe las entrañas de quienes se erigen en gobernantes; el chuponeo, el chantaje, el video o la grabación clandestina, es el pan de cada día; un país donde al levantar una piedra huele feo, congresistas con pasados de atestados, presidentes regionales que pervierten sus funciones y hasta están envueltos en escándalos vergonzosos, alcaldes que falsearon gastos y se embolsicaron dineros de la comunidad, etc. etc.

Todo eso refleja la formación de un pueblo, la conducta de sus líderes e instituciones son el reflejo de la moral de sus integrantes y todo ello es producto de una educación vulnerable, que deforma la mente de los miembros de una sociedad y todo ello le resulta conveniente a los grupos de poder, que buscan de esa manera desestabilizar a las masas y hacer de ellas grupos manejables, con mentalidades débiles y perniciosas.

Si reunimos estas condiciones de mala salud, educación paupérrima, ya tenemos a individuos que son fáciles de manipular, que no podrán emerger ni encontrar derroteros de calidad, para buscar un desarrollo en calidad. Permaneceremos siempre como veletas, como esas arenas de las dunas que se dejan llevar por el viento y hoy están aquí, mañana allá y así transcurren todos los días de su existencia.

Bajo estas condiciones, nuestra juventud huye fuera a prestar servicios domésticos en otras naciones y luego también sufrirán las consecuencias de la xenofobia y los apartheid de aquellas latitudes y tal como ahora lo vemos, recurrirán a las ayudas internacionales, para retornar a la patria que les negó oportunidades. Esa juventud si que está discapacitada y lo que es peor, humillada, no son de aquellos que triunfaron en Harvard o Illinois, ni menos de los que se graduaron en Barcelona o universidades de Francia, Rusia o Alemania, son los desposeídos que alguna vez creyeron en los cuentos de hadas.

Esa es la oportunidad negada a nuestros estudiantes que en la mediocridad de las aulas aspiran y sueñan con tiempos mejores. Si eso pasa con nuestros estudiantes “normales” qué les queda a quienes no tienen sus facultades completas? Qué de aquellos que perdieron la vista, el habla o el oído? Qué de aquellos que viven en los cerros de los cuales no pueden bajar en sus silla de ruedas? Qué de aquellos amputados que se desangran con heridas crónicas, millones de diabéticos, distróficos, síndrome del VIH, qué de los niños Down que sufren marginación y desidia, que nacen como consecuencia de la falta de medidas de prevención, de información a los millones de madres en Perú; qué de los poliomielíticos, qué de toda esa masa que aglomera aproximadamente 4 millones y medio de personas en nuestro, país? Todos ellos vivimos sin esperanza, escuchando discursos, de leyes incumplidas, sin representatividad, sin OMAPEDs, sin acceso al seguro, sin atención médica ni paramédica que nos libere de heridas, sin catéteres, ni ayudas biomédicas, el mismo EsSalud carece de bolsas colectoras, no cuenta con medicamentos suficientes para sus asegurados , qué podrán dar a quienes no “disfrutan” de seguridad social?

Continuará...

Jorge Paredes Romero

DNI10380914

Estamos limitados pero no impedidos.