Ingrese a la web del C.N.D.V. Mollendo |
Comenzó con Ebert y
su arenga elocuente a la gran fecha, la publicó Jorge en su oficial
página web, se notaba el entusiasmo que al final nos unió.
El llamado era urgente, somos 76 y era un reto ubicarnos, Antonio,
Víctor y Arcángel eran los indicados para buscarnos
Nos íbamos apuntando con bastante emoción… ¿Cómo estará, Edithcita?
¿Y Mercy, Juanita y Elsa? ¿Vendrá Elenita? Luz Adela, María Julia,
Olguita, Marlene mis queridas compañeras.
¡ FELIZ
CINCUENTENARIO PROMOCIÓN 1960 DEL CNDV
MOLLENDO !
Recordados compañeros del ayer escolar y
amigos del hoy y del mañana, todos
sabemos que un 08 de Julio de 1956
inauguramos el nuevo local de nuestro
querido Colegio Nacional “Dean
Valdivia”, en el eternamente Puerto
querido de Mollendo, al ingresar a él
nos acompañó la emoción de transitar por
sus aulas flamantes y acogedoras, loas
para los gestores de la construcción de
nuestra nueva casa para bien de la
juventud estudiantil de ese entonces y
la de hoy, y al entonar en su amplio
patio nuestro Himno Nacional, lo hicimos
como nunca, con nuestro corazón henchido
de ese espíritu patriótico que nos
legaron los héroes y mártires
mollendinos, que se supieron levantar de
las cenizas que en otrora, cual piratas
medievales, nos dejaron en actitud
brutal las hordas saqueadoras enemigas
del sur de nuestra América, pero ahí
esta Mollendo inmortal y para siempre,
de generación en generación, haciendo
patria, construyendo el futuro de
nuestros nietos, en donde quedará la
huella imperecedera de nuestra
presencia. Pero no
podemos dejar de recordar la fecha de su
fundación, allá por el 3 de Marzo de
1923 y su inicio de clases un 01Abril
del mismo año, es decir, que luego de
haberle designado diferentes nombres y
estatus, se le dio la categoría de
“Colegio Nacional Deán Valdivia” y fecha
de Aniversario el 12 de Julio de cada
año, en conmemoración al nacimiento del
sacerdote y caudillo Juan Gualberto
Valdivia y Cornejo en la ciudad de
Tambo. Nuestro
Colegio tiene ya 87 años, de los cuales
cinco son nuestros, ochenta y siete años
en los que el reloj inexorable de la
vida, le permitió sembrar por el mundo,
médicos, abogados, administradores,
maestros, militares, políticos,
psicólogos, hasta Congresistas como
Mario Ocharan Zegarra, en fin, una gama
de buenos corazones que gracias a las
sabias enseñanzas de nuestros guías y
profesores, aprendimos a ser útiles a
nuestra sociedad, cualquiera que sea el
lugar en que nos encontremos.
Recuerdo como si fuera ayer a todos y
cada uno de mis compañeros del 1960, los
que integraron el “A” y el “B”, ese año,
por ser el último de la Secundaria,
llenos de ilusiones, sueños, anhelos,
porque teníamos que tomar rumbos
diferentes y proyectarnos al futuro
hasta llegar donde estamos.
Queridos compañeros de la Promoción
1960, no pretendo hacer historia ni de
nuestro Puerto, tampoco de nuestra Alma
Mater, para ello tendrían que leer a
Jorge Paredes Romero, quien con
sencillez pero gran brillo, ha sabido
estampar en su página, (../deanvaldivia),
las vivencias de la que fue nuestra
época, así como en su
ensayo sobre la “Historia de Mollendo”, con el
detalle del diario vivir a través de los
años en ese nuestro Puerto querido,
asimismo agradecer a Jorge Paredes
Romero, también Promoción, el mantener
vigente el recuerdo no solamente de
nuestra Promo’60, sino de algunas
anteriores y posteriores y por su
intermedio, saber de algunos de nuestros
compañeros después de cincuenta años,
ahora que la distancia no es óbice para
comunicarnos, sería reconfortante que
conociéramos el camino que a él le tocó
recorrer para tomarlo como ejemplo de
vida para muchos de nosotros.
También quiero felicitar muy
especialmente a Antonio La Torre Luna,
por el entusiasmo con que oportunamente
tuvo la feliz iniciativa de organizar y
celebrar el Cincuentenario de nuestra
Promoción en Mollendo, seguro estoy que
todo saldrá exitosamente, aprovecharé de
ello para sugerirle que en la romería al
cementerio tenga en cuenta a nuestro
siempre recordado guía espiritual el
Padre Alfonso Castro Cáceres, siento
mucho no haber podido asistir a lo que
les será un reencuentro inolvidable,
circunstancias ajenas a mi voluntad me
lo impiden, espero ver fotografías en la
pagina de Jorge; para todos los que
asistan y a los que no pudieron hacerlo
un fuerte abrazo y un salud por el medio
siglo, y para aquellos que se nos
adelantaron y estoy seguro velan por
cada uno de nosotros y nuestras familias
desde ese lugar al que trascendieron en
su evolución, mi sencilla oración por
la paz de sus espíritus.
Espero que esta modesta remembranza
tenga un lugarcito en el rincón de los
recuerdos que todos conservamos en
nuestra memoria.
¡Feliz Aniversario Promoción 1960! . . .
¡Viva el Colegio Nacional Deán Valdivia!
. . . .
¡Viva Mollendo!. . . .¡Viva el Perú! . .
. . .
José Eber Banda Rodríguez
Las fotos comenzaron a recordarnos qué bonito lo pasábamos,
campeones de fútbol! En básquetbol no nos vencían y las guapas el voley-tenis un deporte original inventado por nosotras las chicas
del cuarto año. Hasta hubo un campeonato que por un poquito ganamos,
las chiquitas del primero nos llevaron el adelanto.
Llegó el día del encuentro, el "Club de Tiro" se vestiría de gala para los
abrazos y besos Ya no cabía mas emoción en nuestros corazones…
Extrañábamos a Ebert y Jorge, creí que iban a venir. A veces las
cosas no salen, por una razón u otra, eran casi unos veinte que se
hicieron extrañar. ¡¡¡El próximo año nos volveremos a juntar!!!
Y los "Chicos de la pradera?, ¡Qué grupo tan original! Qué cariño que
se tienen, nos hicieron pasar bien. Hubieron dos Antonios que
estaban muy contentos, Iqueño, Otto y Oscar lo pasaron bestial Todo
salía "trome", con los paseos propuestos, Matarani, La Curva, El alto
Mollendo, nuestro hermoso Castillo y el romántico malecón. Yabar nos deleito con sus chistecitos coloraditos, como cantaban los
Zegarra, no habrá nunca imitación. ¡¡¡Hay fotos para comprobarlo!!!
Y Paulito, Rómulo, Pajarito Díaz, con Martita su bella señora nos
deleitaban con sus recuerdos, eran tan dulces y serios, me
embelesaron. Qué guapas las esposas que gozaban de la ocasión,
con Guillermo mi esposo que me ayudó en la emoción. Ya no podía mas,
tres días de éxtasis; fue sensacional.
No debemos desperdiciarlo, el momento está aquí, no debemos
olvidarnos que lo pasamos tan bien y que las conexiones las hicimos
para planear otra vez el segundo encuentro de los amigos que valen
como cien.
Cariñosamente,
Luz Torreblanca de Cannon