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Esto sucede en un país productor de maíz

     

Hace unos días atrás, se me ocurrió pedirle a mi esposa preparara choclos sancochados para comerlos con queso, hoy almorzábamos unos trozos de pescado en sudado con arroz, con un mate de hierbas y me dio la gran noticia que luego comeríamos el sabroso choclo con queso, grande mi sorpresa que me hizo soltar una interjección y luego se me quitó el apetito y en buena hora que se me fue, al enterarme del precio del bendito choclo, nada menos que S/. 1.20 nuevo soles, es decir aproximadamente US$ 0.43 dólar, si, casi medio dólar. Esto resulta un dineral para quienes tenemos ingresos reducidos, y cuando vi el glorioso choclo y le tomé las medidas resultó que era de 14 x 5 cts., es decir un choclito, ya que un choclo de verdad costaba dos soles o sea US$ 0.71 dólar.

Quizá muchos se admiren y dirán pues eso es una miseria, claro puede ser una miseria para quienes ganan de30,000 dólares al año a más, pero estamos hablando de Perú, donde un sueldo mínimo es casi doscientos dólares, si U$ 200.00 para aquel que tiene trabajo seguro, pero quienes cachuelean pueden ganar por debajo de esa suma pero y ¿qué de aquellos que no tienen trabajo fijo? Pues no podrán comerse el bendito choclo con queso, la verdad es que ya no deseo comer este choclo, me daría un cólico de tan solo morderlo.

Luego me enteré que el kilo de pollo está a más de 7.00 soles y que el pescadillo que almorzamos tan lleno de espinas, costaba S/. 4.50 nuevos soles el kilo, es decir U$ 1.60, luego sacando cuentas llegamos a la conclusión que en gastos promedio, una familia de 4 miembros podría necesitar algo así de 2,000 soles mensuales para sus gastos básicos de una manera muy ajustada, alimentación, algún vestido y cero recreación, no hablamos de educación básica, menos superior, es decir US$ 643.00 de modo que ya podrán sacar la cuenta cómo vivimos en Perú más del 60% de la población pues sencillamente pasando hambres y con la imaginación llena de suculentas imágenes de aquello que nunca podremos saborear, no solo para el paladar sino para poder tener salud en base a nutrición adecuada..

Tal como van las cosas no creo que esto mejore, ya que muchos tenemos que recurrir al cachuelo, al invento como dicen en Cuba, para poder llevarnos un pedazo de pastel el día de nuestro cumpleaños, mientras que el otro sector de la población, de aquellos que tienen la sartén por el mango, pues cada fin de semana pueden “tortearse” a su regalado gusto festejando cualquier tontería que les ocurra, luego del partido de tenis o regresar de la pista de bouling, para encender la computadora y saber cuánto ganaron sus acciones el día de hoy.

Esa es la diferencia que hiere, que nos priva de otras cosas como es la salud, la educación y la justicia en Perú, porque para ello hay que tener dinero, de otro modo tendrás que conformarte a  un desayuno de avena con pan y con suerte algo de margarina, en el almuerzo seguir comiendo jurel y plátano bellaco sancochado, si encuentras el camote a bajo precio pues le agregas al plato y si tienes más suerte podrás engullir unas tunas y se acabó el almuerzo, de cena apenas te queda una taza de avena y dos panes con soledad y a dormir, a soñar con aquello que nunca verás en la mesa.

Mientras esto sucede los políticos se siguen llenando la boca, que la pobreza ha disminuido, que el Perú ha crecido, pero la verdad es que no me consta que la pobreza haya decrecido, quizá se equivocaron, lo que ha decrecido es lo que se lleva a la boca el pobre y si crecieron los ingresos pues se refieren a los que tiene el empresario, el exportador y el banquero, no los ingresos del pueblo, quienes siempre son los que más trabajan y menos cobran, así que “a otro perro con ese hueso”

 

Jorge Paredes Romero

DNI 10380914

13 de Julio del 2011.


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