En pocos días estaremos siendo testigos de la asunción a la presidencia
de Perú a un nuevo personaje, me refiero al comandante (r) Ollanta
Humala Tasso de GANA PERÜ, elegido por el 52% de la masa electoral del
país, en el segundo intento por lograr tal merecimiento.
Los que tenemos ya una edad que sobrepasa los 60 años, como es mi caso,
hemos visto una serie de gobernantes, el más antiguo que recuerdo es
Manuel Apolinario Odría, quien asume el mando luego de la revolución de
Arequipa en 1948, para después en 1950 ser elegido presidente
constitucional mediante elecciones, un gobierno a mi juicio productivo
en cuanto a mejorar la infraestructura del país escuelas, hospitales,
vivienda, carreteras, etc.) y la inclusión en la política internacional
y comercial. Era época de post guerra y el mundo aun leía noticias sobre
ello, refiriéndome a Corea y los inicios de la guerra fría, luego del
triunfo de los aliados, que dio lugar a un nuevo ordenamiento mundial,
con dos bloques, el occidental y el oriental en pugna a todo nivel,
hasta la caída del muro de Berlín entre el 9 y el de Noviembre de 1989.
Posteriores gobiernos que se intercalaban entre dictaduras y débiles
democracias, nos hacen llegar al siglo XXI, en que nos liberamos de la
dictadura fuji – montesinista, en la cual casi volvemos a enredarnos si
hubiera triunfado la Sra. Keiko Fujimori.
Ahora estamos liderados por un partido nacionalista, con fuerte
identidad popular y patriótica, pero con un sistema no totalmente
liberado de la presión de los grupos de poder económico, que persisten
en mantenerse en el poder, para proteger sus intereses y lograr pingues
ganancias, asociados con una clase política endeble éticamente y con
ánimos de seguir usufructuando, con su presencia en el cargo político.
Durante muchos años, un gran sector de la clase política ha venido
apropiándose sistemáticamente de cargos claves a nivel nacional, lo que
les ha permitido maniobrar en contratos, obras, negociados, en medio de
una galopante corrupción, que explotó por demasía durante el último
decenio del siglo pasado. Los rezagos de esa mafia y delictuosas
personas, aun siguen enclavados en el poder legislativo y el judicial,
como también en medio de organismos e instituciones que tienen presencia
nacional, me refiero al sector educación, salud, policial y otros
estamentos del estado, como la seguridad social, el sistema de
pensiones, muchos ministerios tienen historias oscuras de malos manejos
y abuso del poder.
Pero hoy en el segundo decenio del siglo XXI, tenemos esperanzas de que
esto cambie, muchos creen que no, que la humanidad está en una pendiente
de inmoralidad y corrupción de la cual no podrá recuperarse, pero otros
creemos que si es posible, por ello es que deseamos de corazón que el
Sr. Ollanta Humala haga un buen gobierno, que se rodee de técnicos y
administradores honestos, capaces y con buenas ideas y propuestas.
Perú es dueño de inmensas riquezas, que hasta ahora han sido manipuladas
por un sector que se aprovechó de su posición en el gobierno y se asoció
con políticos trasnochados fuera del gobierno, estos conocen los
vericuetos de los negocios turbios y juntos propician una serie de
componendas que día a día les produce dinero, que es prácticamente
hurtado del erario nacional, birlado de las tesorerías regionales y del
gobierno central, gente enclavada en el gobierno que permite estos robos
de la riqueza nacional, mientras el pueblo carece de alimentos,
vivienda, urbanismo, educación y salubridad, colocando a nuestros
estudiantes en los últimos niveles de evaluación y a nuestra gente,
expuesta a enfermedades que en otras latitudes ya han sido erradicadas.
Entregaron nuestra producción a precios de regalo, mediante una serie de
tratados comerciales desventajosos, nuestros recursos energéticos a
precios de regalo, mientras que nuestra población tiene que pagar
precios prohibitivos que empobrecen más a nuestro pueblo, sobre todo a
los más desposeídos. De allí que permanentemente afirmamos que Perú es
un país rico, pero empobrecido por una casta política que nos ha venido
arruinado por siglos.
A tal extremo llega nuestro desprendimiento , sobre todo de lo regalones
que eran y son nuestros políticos, que el año 1911 Leguía obsequia toda
un tesoro arqueológico a un norteamericano, que lo único que hizo es
seguir una ruta especificada por otras personas, por peruanos que habían
descubierto Machupicchu el 14 de Julio de 1902, me refiero a Agustín
Lizárraga y sus amigos Enrique Palma y Gabino
Sánchez, de ello da fe el mismo Hiram BIngham y luego su hijo Alberto
Bingham, de modo que el centenario del descubrimiento de Machupicchu fue
el año 2002 y no 2011 que solo nos recuerda que un presidente genuflexo
a los norteamericanos, permitió que una organización educativa
extranjera se atribuyera el galardón y que un aventurero norteamericano
sea homenajeado como un científico. Justamente a fines de Julio, en 1902
llega a Machupicchu una expedición organizada por la Universidad San
Antonio Abad, donde se da fe de la inscripción de Lizárraga en una de
las piedras del Templo de las tres ventanas en Machupicchu, esto es
reconocido por Bingham y que nos dice claramente que BIngham solo fue un
turista allí pero con todo el apoyo se transformó en el “descubridor“ de
Machupicchu, cuando en realidad es el saqueador de Machupicchu.
De modo que allí vemos un ejemplo de cómo se regala al extranjero y a la
institución educativa extranjera lo que debería haberse atribuido a un
peruano, Agustín Lizárraga, pero este peruano no contó con el marketing
del que disponía BIngham, del poder de Leguía, quien prefirió apoyar a
BIngham y a la Universidad de Yale, quienes incluso se llevaron del Perú
más de 45 mi piezas arqueológicas de Machupicchu, vía Mollendo
embarcaron cientos de cajas con los restos encontrados en Machupicchu,
de modo que ahora en 2011 se recuerda cien años de aquel saqueo, pero
¿dónde estuvieron nuestros políticos, gobernantes y científicos en 2002
cuando realmente debieron haber celebrado el centenario del
descubrimiento de Machupicchu? La historia nos lo dice…
Esta misma figura es lo que sucede con muchas cosas en Perú, se regala,
se privilegia al extranjero, que comparte sus ganancias con el permisivo
peruano que administra nuestras pertenencias culturales, agrícolas,
mineras, etc., por eso desearíamos conocer ¿qué será ahora de Perú,
cuando pase a ser gobernada por políticos de nuevas hornadas y qué harán
los viejos políticos que verán mermados sus grifos proveedores de
dinero?
¿Será ahora el momento para empezar a soñar con nueva educación, con una
nueva forma de ser atendidos en nuestra salud, con la recuperación de
las tierras agrícolas abandonadas y otras contaminadas, la recuperación
de pastizales, de rebaños de camélidos y vacunos, la recuperación de
tierras frutícolas y orientarlo todo a una agroindustria pujante
exportadora?
¿Será el momento de pensar en una nueva forma de impartir justicia, con
nuevas promociones de jueces honestos, de policías alejados de la coima
y la “producción”? ¿Tendremos servicios logísticos sin el ingrediente
de la “coima” para proveernos de buenos productos e insumos, medicinas
a los usuarios de EsSalud? ¿Será el momento para recuperar la educación
pública, desaparezca la educación privada, que por muy poco tiempo
impartió educación de calidad, para luego transformarse en un negociado
más en el país?
¿Podremos ver que nuestras comunidades empezaran a cosechar las
utilidades que les corresponden como los dueños de la riqueza, que si
bien es cierto es de todos los peruanos, lo es más de aquellos que la
cuidaron por siglos? Entonces empecemos a despertar de este largo sueño
en que nos tuvieron generaciones de ladrones, que solo se aprovecharon
de la desinformación y la dependencia en la que ellos nos colocaron, con
programas sociales indignos, que lejos de proveernos herramientas para
el desarrollo, nos ataron a la cadena de la dependencia y el
conformismo, en vez de hacernos productivos, trabajadores y creativos.
Me agradaría conversar con el Sr. Ollanta Humala, con quien será los
próximos ministros de salud, de educación y con quienes serán los
congresistas nacionalistas, para saber si efectivamente empezamos ahora
un nuevo siglo de peruanidad y recuperación de la dignidad y el orgullo
de pertenecer a una raza trabajadora, amante de la solidaridad, que
desconocía la propiedad privada, la herencia, de allí que el trabajo
comunal era enriquecedor de la comunidad y no de la persona, la cual se
enaltecía con valores y dignidad.
Espero mejores noticias para Perú a partir del 28 de Julio del 2011…
Jorge Paredes Romero
DNI 10380914
7 de
Julio del 2011.