Revista virtual Sociedad Latina periodismo Peru Jorge Paredes Romero

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La minería en Perú.

 

     
 

Cuanto mas investigamos el tema minería en Perú, encontramos noticias realmente graves que rondan y amenazan la vida de nuestro país. No es un fenómeno de estos últimos años, no, es algo que pervive con nosotros desde que los primeros europeos llegaron al imperio Inca en el siglo XVI. A partir de ese momento Perú empezó a declinar en una serie de aspectos y es que empezó la utilización de nuestro territorio como una simple despensa y a nuestros connacionales como mano de obra barata, casi esclavizada a un régimen utilitarista.

A la llegada de los españoles y con la venia del monarca hispano, el imperio fue distribuido mediante el sistema de encomiendas entre los “conquistadores” y la soldadesca que le acompañaba. Hoy la situación persiste, Perú ha sido dividido en una cuadrícula que se ha ofertado y vendido a los mineros postores, que llegaron desde los países generadores de empresas mineras. Lo que antes se hizo con armas hoy se realiza contaminando, siempre al final el comunero se queda sin tierras, áreas de cultivo, ganado, y con una familia enferma.

En Marzo del 2003 se presentó en el Festival de Mar de Plata  un documental llamado “Choropampa, El Precio del Oro”. En este documental, se denuncia como un pequeño pueblo de los andes peruanos, lucha por recuperar su salud y alcanzar justicia, luego de un devastador derrame de mercurio de una minera de oro estadounidense. Yanacocha, la mina, recibió favores de la mafia fujimontesinista a cambio de dinero. En la red encontré la siguiente nota referente a ello.

Un derramamiento de mercurio se convierte en un crimen.


El 2 de junio del 2000, un derramamiento de 150 kilos de mercurio ocurrió en la ruta que conecta Cajamarca y Pacasmayo. El mercurio, un subproducto secundario del oro extraído de la mina de Yanacocha, fue derramado en el trayecto mientras iba siendo transportado por el camión de Yanacocha. El carro derramó el metal tóxico en varias aldeas cerca a la carretera (San Juan, Magdalena, etc.), pero el impacto mas grande fue en la ciudad de Choropampa. La gente de Choropampa, especialmente los niños al darse cuenta recogieron las perlas del mercurio con sus manos, y algunos lo aspiraron con sus bocas y se llevaron a sus hogares pensando que este mercurio tenía valor monetario. Algunas madres inocentemente colgaron las pelotillas de mercurio en los cuellos de sus bebés, de modo que estos respiraran los vapores del mercurio. Cantidades grandes fueron recolectadas de esta manera. La trasnacional ofreció comprar el mercurio de la comunidad ($30 por kilo), y les animo activamente a que recuperaran el metal derramado sin advertirles que tenían efectos tóxicos, Yanacocha no les dio el equipo de seguridad necesario para realizar esta peligrosa actividad manual de recuperación (limpiar la carretera, retirar sedimentos, etc.). Solo dos semanas más adelante que los aldeanos comenzaron a sufrir los estragos de este metal tóxico. La comunidad comenzó a reunirse pidiendo información y protección al gobierno. La Dirección General de Salud (DIGESA) recomendó que Yanacocha evacuase a los residentes, conduzca análisis de orina de todos los pobladores y realice un muestreo del medio ambiente afectado (suelos, agua, aire, y plantas). Al mismo tiempo, Yanacocha a través de sus agentes y "expertos médicos” peruanos desinformaron a la comunidad. Les dijo que “no se preocupen” que el mercurio ingerido lo purgarían del cuerpo a través de la orina, y que todos los "riesgos a su salud” eran especulaciones de los ecologistas y terroristas que querían extorsionar dinero a la compañía. Los resultados de las pruebas de laboratorio de las muestras de mercurio fueron ocultados a la comunidad, sólo Yanacocha y el gobierno lo sabían. Digesa despidió arbitrariamente (“por falta de ética”) a un químico peruano que participo en el análisis de aire y trataba de denunciar a la prensa el contubernio Yanacocha-gobierno.

http://www.cajamarca.de/mine/crimenes.htm

 

Nosotros sabemos que el mercurio es utilizado en la obtención del oro y esto se hace desde hace muchísimo tiempo, incluso en California hay grandes zonas que aún sufren los estragos de la fiebre de oro de hace siglos.

La mina de oro de Yanacocha en Cajamarca, Perú, es la mina de oro más grande de América latina, y la segunda más grande del mundo, cubriendo 22.000 acres. La compañía de Minera Yanacocha explota la mina, y es capitalizada en común por accionistas de EE.UU., compañías de explotación minera peruanas y el banco mundial. La compañía norteamericana Newmont, su mayor accionista, es la primera compañía de oro a nivel mundial. Yanacocha prevé producir este año 3,0 millones de onzas de oro. 

Minera Yanacocha es apenas un minúsculo ejemplo de cómo las empresas mineras ante el silencio del gobierno central, municipal y regional, cometen una serie de omisiones en la responsabilidad tributaria, resguardo de la salud ambiental y humana de los pobladores y trabajadores. Ahora realizan la exploración en el cerro San Cirilo, provincia de San Carlos, Cajamarca, donde suponen un rico depósito aurífero. El cerro tiene la mayor zona lacustre de Cajamarca, con 227 lagos, la gente teme que se sequen lo que dañaría su agro, su sustento. Nosotros protestamos por el saqueo de nuestros minerales, en este caso el oro,  la contaminación de los cursos hídricos, la precariedad laboral, la corrupción y la evasión tributaria por parte de empresas como la Minera Yanacocha.

Martín Luther King dijo: “Nuestras vidas terminan el día que silenciamos las cosas que importan”, por ello es que nos comprometemos en esta lucha, como parte del compromiso que asumimos al ser ciudadanos de un país, cuyo porvenir fue cambiado por la intromisión de una cultura ávida de riqueza, que recurrió al recurso unilateral de la conquista, mediante la declaración de una guerra que nunca planteamos e invadieron Perú depredando nuestra riqueza económica, destruyendo nuestra cultura y lotizando un imperio en beneficio de sus soldados.

Esa es la razón por la que no podemos quedarnos callados, imperturbables ante el avance de la miseria a nuestro alrededor, al abandono de quienes dicen representarnos, cuando en realidad lo único que hacen es avalar, resguardar, proteger los intereses de quienes en pleno uso del poder económico, corrompen los estamentos llamados a realizar una sana administración de nuestros recursos y a provocar un desarrollo que nos permita vivir con dignidad y decoro, propios de una país rico, pero que convive con la pobreza mientras otros, en complicidad con malos peruanos, se regodean con utilidades a costa de nuestra vida.

Conozco el riesgo que corro, se que estoy en la mira del poder oculto, pero reitero, para fraseando a Martín Luther King, mi vida ya hubiera terminado si hubiera silenciado estos temas que si importan.

Heriberto Ventura Castrejón, granjero cajamarquino de 52 años dice: “Cuando era niño, mi abuelo tenía un bolso grande donde él guardó toda su plata. Nosotros teníamos dinero en nuestros bolsillos, y comíamos todo el alimento que deseábamos. Comprábamos lo que necesitamos, ahora vemos los pastos naturales destruidos, la lana de nuestros animales se está pelando, y el agua es sucia. Hay tanta pobreza aquí, y cuando Yanacocha dice que somos mejores ahora, mejor que antes, es todo mentira."

En Agosto del 2005 el Presidente de la República, Dr. Alejandro Toledo Manrique y Gregory Wilkins Presidente y Director Ejecutivo de Barrick Gold Corporation inauguraron la mina Lagunas Norte - Alto Chicama, le acompañaron el Alcalde de la provincia de Sánchez Carrión, Héctor Barboza Rodríguez y el Alcalde de Laredo, Edward Berrocal Gamarra. Todos alabaron dicha inauguración y defendieron su presencia, garantizando que todo iba a ser en beneficio de las comunidades y que todo estaba previsto en cuanto a seguridad, salubridad y tributación. Debemos esperar un poco de tiempo para darnos cuenta la exactitud de tales afirmaciones.

Pero a todo esto, deseamos dejar bien en claro, que no estamos contra la inversión extranjera o local, ya que en muchos de estos casos hay capitales peruanos asociados, lo que buscamos es que estas actividades se realicen bajo estrictas medidas de seguridad, que la tributación tenga sentido justo y que el canon minero sea una realidad  concreta y definida en términos de inversión en gasto social, de grandes obras y no se atomice, diluyendo los volúmenes logrados en pequeñas cantidades sin utilidad precisa. No se nos tilde de anti inversión, tampoco de satanizar todo cuanto venga del exterior, mucho menos que tengamos algo en contra de los extranjeros, no es así, creemos que cada quien es dueño de la riqueza que le correspondió recibir, nosotros tenemos el recurso que otros tienen la capacidad de explotar y comercializar, pero las utilidades deben ser repartidas equitativamente y no por tener el dinero, las máquinas y la técnica, se postergue a Perú como un simple depósito de minerales que hay que extraerlos, no importando el costo social y humano que ello signifique, después de todo esto es temporal y ¿qué sucederá cuando el mineral se agote?

Para responder esta pregunta y otras mas veamos que es la minería.

La minería es un conjunto de actividades referidas al descubrimiento, exploración y extracción de minerales que se encuentran debajo de la superficie de la tierra. Los minerales pueden ser metales como oro, plata o cobre. Bien, los metales están mezclados con muchos otros elementos. Actualmente, más del 60% de los materiales extraídos en el mundo son mediante la minería de superficie, devastando riquísimos ecosistemas, provocando deforestación, contaminación del aire, el suelo y el agua. Hay varios métodos de extracción de metales entre ellos la minería por lixiviación (aplicación de productos químicos para filtrar y separar el metal del resto de los minerales). En la minería por lixiviación se utilizan productos químicos (ácidos sulfúrico en el caso del cobre o una solución de cianuro y sodio en el caso del oro) para disolver (lixiviar) los metales del mineral que los contiene. Las soluciones químicas utilizadas también movilizan otros metales pesados (como el cadmio), por lo que, las aguas superficiales y subterráneas pueden contaminarse. Estas aguas son requeridas en enormes volúmenes para el procesamiento de los minerales y luego esta agua arrastra los relaves que retornan a la tierra y por gravedad se integran a los cursos de agua que luego circulan por ríos o depositan en lagos.

Una cucharada de té de una solución de un dos por ciento de cianuro puede matar a un adulto humano. El cianuro bloquea la absorción de oxígeno por las células, provocando la “sofocación” efectiva de la víctima. Impactos adversos del cianuro sobre los peces han sido señalados a niveles de 0,01 ppm, concentraciones tan bajas como cinco partes por mil millones han llevado a inhibir la reproducción de peces, mientras que se sabe que niveles de 0,03 ppm los matan.

La exposición oral a bajos niveles de cianuro puede causar una disminución de las funciones respiratorias y tiroideas, dolores cardíacos, vómitos, dolores de cabezas y toxicidad del sistema nervioso central en los seres humanos. La exposición a breve plazo a altos niveles de compuestos de cianuro puede causar problemas respiratorios, toxicidad del sistema nervioso central y corrosión gastrointestinal.

 

La mayoría de las grandes empresas mineras son de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Australia. Las grandes ganancias son para las empresas, no para las comunidades que habitan las áreas donde los recursos minerales son abundantes e importantes para los explotadores. Como resultado de esta minería,  las comunidades que antes dependían de los recursos naturales sufren pérdidas inmediatas, por ejemplo, de los puestos de trabajo en la agricultura y la pesca, pero lo que es peor, sufren daños irreparables en la salud y en sector agrícola y alimentario comunal y regional.

Tampoco como fuente de trabajo la minería es positiva, ya que cuando los depósitos de minerales se agoten, desaparecerán los pocos puestos de trabajo. La mayoría de los proyectos mineros tienen una duración de  diez a cuarenta años, después de lo cual las compañías mineras se trasladan a otros lugares, dejando muerte, contaminación y devastación en el poblado donde ejercieron la explotación.

La minería es una actividad económica a corto plazo, pero con efectos perjudiciales a largo plazo. A nadie le cabe duda que cuando se realiza en zonas de bosque constituye una depredación, un atentado a la ecología y a la oxigenación. La minería, junto con la explotación de petróleo, al realizarse de manera inadecuada, son una amenaza para la humanidad, una amenaza que no la pagaran los actuales habitantes sino nuestros hijos, nietos y eso no le interesa al dueño de la transnacional, a él solo le importa su bienestar actual.

La minería exige un enorme consumo de agua y ese consumo que requiere la actividad minera generalmente llega a secar pozos de agua y manantiales. El agua termina contaminada con materiales tóxicos que pueden continuar durante cientos e incluso miles de años, eso es algo que no le interesa al actual accionista de la minería, es tan inhumano que no piensa ni en su propia descendencia.

En el proceso de la minería hay productos químicos peligrosos, utilizados en las distintas fases de procesamiento de los metales, como cianuro, ácidos concentrados y compuestos alcalinos que terminan en el sistema de drenaje, en aquello que llamamos relaves. La alteración y contaminación del ciclo hidrológico tiene efectos muy graves que afectan a los ecosistemas cercanos, de manera especialmente agravada a los bosques, y a las personas.

Todo esto debe ser previsto, debe considerarse que estos señores, los dueños de estas empresas, viven en otras latitudes, no comparten con nosotros el dolor de vivir en un ecosistema degradado y destruido, ellos solo forman consorcios financieros que subcontratan a otras empresas, las encargadas, del descubrimiento, exploración y posteriores excavaciones y explotación mineral, estas empresas mineras dejan tras de si desolación y muerte, cuando deberían dedicar parte de esas utilidades en realizar estudios ambientales, mejorar los sistemas de seguridad en los procesos de obtener el mineral puro, utilizar los mejores sistemas de purificación del agua y perfeccionar los métodos de explotación para que el riesgo sea minimizado a la expresión inocua. No queremos negar que todo cuanto realiza la humanidad es necesaria para su supervivencia, pero en ello no debería correr el riesgo de encontrar una prematura destrucción y lo que es peor, causar infelicidad en millones de hogares en todo el mundo, porque estas actividades mineras se realizan en todo el planeta y en todos esos lugares hay descontento, enfermedades y muerte. Revisen por unas horas la red y verán que los reclamos de las comunidades son en todos los continentes, muchos pueblos protestan por lo mismo y lo mas grave es que las empresas son las mismas.

Jorge Paredes Romero

Lima Perú

 
 

 

 
 
 

Es bueno tener información para descubrir y defenderse del poder oculto que destruye a la humanidad, que las amenazas no nos intimiden.

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