PERÚ, CORRUPCIÓN, AYAYEROS, REELECCIONES, VIOLADORES: SE VIENE LA ANARQUÍA

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

Sin lugar a dudas Carlín tiene una enorme capacidad para sintetizar en sus dibujos muchas ideas. Si tan solo pudiéramos cuantificar la presencia del fuji-montesinismo en el actual legislativo, sin considerar el ejecutivo y el judicial, tendríamos que decir que está contaminado por lo menos el 75% de ellos o quizá algo mas.

Lamentablemente, la corrupción ha degenerado incontrolablemente, todo lo ha contaminado, todo, la iglesia, las organizaciones sociales, educativas, de tal modo que por ejemplo, los medios de comunicación han quedado postergados a irradiar solo podredumbre, parte de lo que heredó de aquellos 10 años turbios, de lauras, guerreros, y otros conductores que se unieron a la consigna de pan y circo, el pan en los comedores populares y el circo en la caja boba. Aunque las andanzas de Montesinos empezaron mucho antes,  y persisten en todos los ámbitos dizque llamados democráticos, esto es algo que trasciende a todo nivel, incluso las empresas privadas se encuentran inmersas en una especie de espionaje, las redes de Internet en un hackeo imparable, en un desborde de perversa inteligencia que desea arrasar con todo.

Pero en donde se hace más notorio y con resultados muy perjudiciales es en la política, los arreglos, acuerdos tras bambalinas, desvergonzados concordatos, en los que intervienen funcionarios tenebrosos y políticos trasnochados, gente que ingresó a ocupar sillones de poder bajo los efectos de una tendencia criminal, de robar, mentir y engañar, de  estafar y maniobrar con la única función de agenciarse dineros para sus andanzas de medianoche, en actividades tramposas y extorsiones mil.

Ya nadie escapa de estas malas artes, ya hemos visto como algunos congresistas, no pocos, se han dedicado a extorsionar a sus empleados, obligándoles a hacerse prestamos, para ocultar sus exigencias de la tajada del sueldo, es decir creando nuevas modalidades criminales, gente que debería representarnos, en tramitar nuestras necesidades, transformarlas en obras, se dedican a fechorías propias de hampones.

De modo que lo de OLM nos indica que el reino de las tinieblas, que creíamos había desaparecido al sentenciar y encerrar bajo llave al oriental politicoide, los mafiosos siguen imponiendo sus reglas oscuras. Ahora estamos bajo el dominio de los narcotraficantes, los representantes del senderismo extremo, el narcoterrorismo se pasea por los pasos perdidos, tramitan documentos como su fueran leyes y las necesidades de los pueblos han pasado a segundo o tercer plano, porque los intereses de los politiqueros  tienen otros fines, obtener dinero para sus requerimientos de lujo, vicios,  y amantes.

Las instituciones han quedado a merced de otros hampones, la salud descuidada, la educación en manos de negociantes de licencias, ya no se necesita graduarse de pedagogo para dictar clases, basta con ser el hijo o la sobrina del dueño de la licencia, que se tramitó a ritmo de sonantes y contantes dólares. Se dan licencias a mineras  que contratan extraños para hacernos creer que son lugareños que apoyan la minería, tal es el caso de Tía María, pero están con los días contados, sucede que nadie se salva, los mismos secuaces de cada malandrín, ahora dicen que Alí Babá es un ángel y que el Padrino era un químico bondadoso, que buscaba una nueva medicina, pero estalló su laboratorio, se construyen edificios que colapsan, cualquiera irrumpe en una urbanización y edifica rompiendo esquemas, otros abren universidades con licencias irregulares o transitorias, pero los títulos salen por docenas y la ciudadanía se encuentra en manos de seudo profesionales, lo cierto es que todo revienta.

Por otro lado cualquiera vende gas, o expende gasolina en una esquina, es que el país está en crisis, la anarquía está por reventar en cualquier momento. Candidatos a generales de la policía, resultan coludidos con la mafia, los alcaldes desean reelegirse indefinidamente, la contraloría está demás, los ayayeros que tienen mil oficios defienden mineras, organizan talleres, pasantías, andan viajando a expensas de otros, construyen sus casas en medio de aspavientos, se sirven del alcalde y encima violan, arremeten y nadie les castiga, papelitos hablan, todo les es permitido porque son AYAYEROS a sueldo y confianza, se confabulan uniéndose a otros ayayeros y se creen intocables y poderosos cuando tienen techo de vidrio y rabo de paja.

Las Ceticos siguen trayendo chatarra, Perú sigue exportando insumos de todo tipo, a precios bajísimos, porque sigue siendo un primitivo pueblo recolector, pero nadie se da cuenta, nadie sabe dar valor agregado, la agroindustria propicia no aparece, seguimos exportando lana de alpaca e importando casimires, no somos capaces ni de fabricar máquinas de afeitar, platos, ollas, todo viene de afuera, cualquier chino nuestros principales proveedores obtienen liberación de impuestos.

Por otro lado, EsSalud está poblado de incapaces, en manos de aprovechadores, que negocian con laboratorios y dan servicios quienes se desempeñan como funcionarios en la institución, algo prohibido, pero nadie fiscaliza o pone orden y es que la agencia de empleos funciona  también como caja chica. Lo más triste es que el Congreso se dedica a cualquier cosa, menos a legislar, acusan aquí, acusan allá, se defienden unos a otros, descubren nuevas modalidades criminales, desafueran, acusa a gente que agoniza, todo es un terrible enredo, en donde ya ni los otorongos funcionan, porque hoy lo son, mañana están de capa caída.

Que pena haber llegado a esto, que Perú esté transformándose en una ola de grillos, en río revuelto y en un país de ilusos, que eligen a cualquier persona que hable bonito y prometa lo que sea, con tal de ser elegido. Todavía espero la pensión de tres sueldos mínimos… y el balón de gas a doce soles. La salud en manos de subsistemas que cada día aumentan más, en vez de ser atendida por un solo sistema universal y de mejor cobertura, pero no, es que así desordenadas. Las instituciones  son más fáciles de robar y que siga la bola…

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