|
¿La torta de cobre?
Estuve callado un buen tiempo, pero después de leer esto, se que
muchos querrán agárrame a patadas, ya que es uno de los “lenguajes”
que utilizan quienes no saben rebatir ideas con ideas. Pero me
expongo a ello, porque deseo aportar al foro
Si la analista de economía, Mariana Martínez, de la BBC Mundo,
señala que “por el momento, se puede afirmar que la economía chilena
vive una fiesta gracias a la fiebre del cobre en los mercados
internacionales” es porque Chile dispone de esa “riqueza”, debido a
la rapiña les permitió tenerla, me refiero a la cruenta y
oportunista guerra del Pacífico, ello les permitió apoderarse de
tierras que no eran ni son suyas, pertenecen a Bolivia y a Perú,
pero después de todo solo les permite beber de las heces de un cáliz
que les supo amargo siempre, de modo que Chile se come una torta que
le sabrá mal con el tiempo.
Existen diversas opiniones al respecto en red, anotaré algunas
resumiéndolas:
“En Chile, las emisiones de las fundiciones de cobre son fuente
importante de contaminación, el cobre forma parte del material cuyas
partículas se depositan y se incorporan en los ciclos de los
ecosistemas. De modo que no todo lo que brilla es oro, si aprecian
el mapa que a continuación tienen a disposición podrán confirmar lo
escrito”, es decir cómo se distribuye el cobre en Chile.
Ahora bien, “el cobre es el mineral que le da el mayor aporte
económico para Chile, entregándole recursos económicos a la
población, más empleo, como se podría decir: “el sueldo de Chile”,
pero el impacto ambiental que genera este recurso, en todo su
proceso de transformación, desde que es extraído de las minas, su
refinación y posterior elaboración de productos; la polución que
genera, atrae graves problemas de salud para las personas, en
especial de aquellos que trabajan en las mismas minas. Se han
realizado estudios acerca de la contaminación que generan las
industrias del cobre en los suelos, esencialmente de cultivos. En
algunos sectores de la VI región se ha detectado que sobrepasan los
límites permitidos, que es aproximadamente 100mg/kg (que esto se
considera límite crítico). Al igual que en el lago Rapel o en el
valle del Cachapoal, que en muchas partes se sobrellevan los
limites. Entonces la pregunta es la siguiente: ¿Vale apreciar más la
economía que el ambiente?”
Como podemos ver las opiniones son claras y precisas, de modo que la
situación “boyante” de Chile no es tan digna de futuro orgullo, allí
radica el problema. Los millones de hoy son la tristeza del mañana,
después de todo esos millones son para los dueños de las minas, para
los empresarios y para los políticos que se reparten la torta, no
para el pueblo, que es quien al fin y al cabo se queda con la
contaminación y las tierras improductivas; ganados diezmados y
organismos envenenados, especialmente los cerebros de miles de
jóvenes y niños estudiantes que más tarde revelaran su pobreza
intelectual, producto de la contaminación ambiental.
Eso es lo que ha venido pasando en Perú a lo largo de 500 años de
minería indiscriminada. Lo que hicieron los ibéricos apenas llegaron
a Perú es, llevar a nuestra población a los socavones a sacar
minerales, esos angurrientos europeos se dedicaron a sostener en su
mano el azote, mientras diezmaron a nuestra población, luego
tuvieron que traer negros, chinos y japoneses, para que cultiven
nuestras tierras, porque la raza indígena quedó diezmada. Creo que
los de Cocachacra desean seguir viviendo felices en medio de la
naturaleza prodiga, recuperar los recursos hídricos que les
arrebataron las mineras, vía políticos moqueguanos y traidores
arequipeños y así ver reverdecer sus campos y conquistar aquellos
que requieren irrigarse, no creo que la minería les de futuro. Les
dará empleo a quienes tuvieron que abandonar tierras que no pueden
irrigarse, pero sobre todo le dará riqueza al dueño de la empresa
explotadora de siempre, esas empresas que están regadas en el país,
envenenando a nuestra gente, usurpando tierras y asesinando
aborígenes, esas empresas que compran conciencias y autoridades,
quienes comandan guardias pretorianas y utilizan armas para asesinar
a quienes les estorban en sus propósitos mezquinos, de arrasar con
nuestra naturaleza, con tal de llevarse la “maldita riqueza” que les
es necesaria, para llenar sus arcas de dinero, a costa de la vida y
la salud de los peruanos.
Aquí se trata que no
llegue el olor a los sulfuros, a los humos ni a los ácidos
derramados en las tierras, no se nos venga con el cuento que ahora
no habrán relaves. ¿Han descubierto la forma de evaporarlos? Si así
fuera entonces de toda forma contaminarían la atmósfera. ¡Por
favor!, la industria más contaminante es la minería y la única forma
de que la minería no contamine es que no exista en lugares donde sería peligroso, así de fácil.
La comida la tiene Cocachacra de siempre y buena comida, de allí que
esa gente es sana, robusta y de color en sus mejillas y no solo la
huelen sino que la saborean, pero limpia, libre de impurezas. La
Southern siempre cometió torpezas y no solo eso, cometió una
criminal arremetida industrial, a sabiendas de lo que hacían, yo
viví en Ilo en los años sesenta se lo que sucedía, hoy lo recuerdo.
Se lo que sucedió en Ite y en el Valle de Tambo, aún a la distancia
hacían daño, hoy desean colocar esa amenaza en el corazón del valle.
¡Válgame Dios!
La gente desea vivir feliz, con dignidad y no con la bestial
y efímera riqueza que acarrea el modernismo, el consumismo y la
bancarrota moral en la que nos quieren encasillar. Allá Uds. con sus
riquezas y sus venenos; sus pobrezas morales y sus contubernios, que
día a día conocemos. Allá Uds. con sus fallidos misiles que dan
vergüenza y sus componendas y cambiazos de políticos, que ya ven
alejarse el poder y desean cargar con lo último, mientras pueden.
Jorge Paredes
../sociedadlatina
../aduspe
|
|