Nos es lícito razonar

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

Hace poco leí acerca que el Dr. Richard J. Roberts, Premio Nobel de Química 1993, denunciaba a los grandes consorcios farmacéuticos, que anteponían los beneficios económicos a los derechos a la salud de las personas. Luego leí que el Dr. Roberts afirma que se le ha citado incorrectamente, y agrega, lo que si dije "es que las compañías farmacéuticas tienen poco interés en gastar mucho para encontrar curas de algunas enfermedades porque una vez que se encuentra una cura eso limita enormemente el potencial de mercado”

A mi juicio lo que el Dr. Roberts dijo es que efectivamente eso, que las farmacéuticas tiene poco interés en encontrar la cura de las enfermedades y si en conseguir que sus productos les enriquezcan, de modo que si nos dijo lo que se afirma en un inicio, pero en otras palabras, de modo que si estamos ante una afirmación certera, lo que mayormente hacen muchos médicos es simplemente recetar fármacos para calmar los síntomas temporalmente, mas eso no es curar, eso es paliar y al final es un negocio muy rentable para la industria farmacéutica.

Tengo amigos médicos, pero son mayormente cirujanos, en quienes si puedo creer que están curando, eso me consta, porque yo mismo soy beneficiario de ello, aunque lo que decimos es curación sea extraer algo de nuestro organismo, como en mi caso y en millones de casos en el mundo. Casi siempre una cirugía resulta solución de muchos problemas de salud, por ejemplo una episiotomía o cesárea es una solución, del mismo modo una laminectomía, que bien podría ser simplemente descompresiva o y otra para extraer espolones de algunas vértebras o una tenotomía o sección de un tendón como solución a ciertos espasmos, todas terminan en el sufijo tomía que significa corte, peo también hay injertos, plastías, etc., que también solucionan problemas re reconstrucción de alguna parte del cuerpo, no es algo estético sino reconstructiva.

Pero hay un caso muy conocido, debido a que en 1982, Barry J. Marshall y J. Robin Warren descubrieron que las úlceras estomacales no eran producto del "estrés" y otras ideas vagas, sino que las causaba la infección con la bacteria que llamaron Helicobacter pylori, pero el mercado farmacéutico sigue vendiendo los antiácidos como solución. Cierta vez conversación una doctora en medicina y me explicaba que cuando aparece un síntoma, digamos fiebre, diagnosticar y ejecutar una terapia no consiste en cortar la fiebre, sino en averiguar que está causando esa fiebre y proceder entonces a ir a la raíz del problema y no a las ramas, pero la farmacéutica actual procede de esa forma y todo ello representa un inmenso negociado, que a la larga muchas veces ocasiona la cronicidad de muchos males y la posterior dependencia a ciertos “medicamentos”, lo cual vendría a ser el negocio de las farmacéuticas.

Por ejemplo en el caso de ciertos dolores, los cuales son tratados con analgésicos de mediano o alto poder, lo cual transforma al paciente en un dependiente de esos analgésicos, lo cual después causa que tenga que recurrirse a mayores dosis o a nuevos analgésicos más poderosos, por ende todo ellos representa mayores gastos, todo eso beneficia a la industria farmacéutica, en donde el médico que receta lo único que hace es convertirse en un agente, cuando lo que debería ser es investigar la causa de esos dolores y solucionarlo, pero siempre el facilismo es a lo que se recurre y que pase el siguiente y también ocurre la dependencia a fármacos o drogas y/o narcóticos.

De allí que alguna vez escribí un artículo en donde decía que el sistema sanitario de mi país me ha convertido en un farmacodependiente y como lo que muchos consumimos en esos casos son narcóticos, pues seríamos narcodependientes y eso nos situaría en una posición muy difícil y cuestionada verdad? Como vemos entonces es el acto médico el que nos lleva a depender de la industria farmacéutica, la que finalmente se beneficiaría, seguirá vendiendo analgésicos, antipiréticos, antibióticos, etc., incluso ahora se habla de ciertos métodos alternativos que resultan mejores que la quimioterapia en el caso de neoplasias, por ser menos invasivos y más beneficiosos, de modo que estamos entonces ante la afirmación certera que no necesariamente la industria farmacéutica es la solución a la enfermedad, mas si la cirugía en un porcentaje mayor, entonces resulta muy cuestionable el rol de la industria farmacéutica y muy cierto lo que nos dice la doctora Ghislaine Lanctôt, autora del libro “La mafia Médica” publicado en el año 1994 con consecuencias para su autora, ya que fue expulsada del colegio de médicos en Canadá y apartada de su permisos para ejercer la medicina al retirarla su licencia, se trata de una contundente denuncia sobre la relación a nivel mundial entre el complejo formado por el Sistema Sanitario y la industria farmacéutica.

El libro expone, por una parte, la errónea concepción de la salud y la enfermedad que tiene la sociedad occidental moderna, fomentada por esta mafia médica que ha monopolizado la salud pública creando el más lucrativo de los negocios.

Además de tratar sobre la verdadera naturaleza de las enfermedades, explica cómo las grandes empresas farmacéuticas controlan no sólo la investigación sino también la docencia médica, y cómo se ha creado un Sistema Sanitario basado en la enfermedad en lugar de en la salud, que cronifica enfermedades y mantiene a los ciudadanos ignorantes y dependientes de él. El libro es pura artillería pesada contra todos los miedos y mentiras que destrozan nuestra salud y nuestra capacidad de autorregulación natural, volviéndonos manipulables y completamente dependientes del sistema. A continuación, dos estupendas entrevistas a la autora

https://www.youtube.com/watch?v=EFAxcMOyLDE
https://www.youtube.com/watch?v=6njdE-YNmmg