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Nuestras
cárceles serían diferentes…
Jorge
Paredes Romero
Esta huerta es en una prisión de Minas Gerais, Brasil, produce 400
cajas de alimentos por mes, pero quienes trabajan diariamente son
los mismos presidiarios, con ello se ha reducido la
violencia, producen sus propios alimentos y el excedente es donado a
caridad.
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¿Pueden imaginarse algo así aquí en Perú?
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Pues el año 1971, es decir hace 46 años lo propuse, en un ensayo que
publiqué siendo estudiante universitario.
¿Acaso alguien tomó atención de esto? Sé que hay propuestas
parecidas y que los presos trabajen en actividades muchas, que producirían un
impacto en la sociedad, sin embargo nuestro país es así.
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Los funcionarios y los políticos robando y la población dice: No
importe que robe si hace obra ¡Pero qué obra? ¿Acaso vemos que hayan
obras de infraestructura publica que realmente el país necesita?
Puntualmente, por ejemplo en el Valle de Tambo se requiere una nueva
represa, para proveer agua a este hermoso valle. El Gobierno
regional de Moquegua se ha encaprichado y persiste en no proveer
agua para el valle, quienes lo deberían hacer es la autoridad de la
represa Pastogrande, pero el gobierno regional moqueguano ejerce
presión sobre ellos, sobre todo dominados por las empresas mineras
moqueguanas, que desde hace muchos años vienen canalizando esa agua
y afluentes han sido desviados, de tal modo que ahora la represa
tiene menos agua, claro, porque la que debería llegar a esa represa
ha sido canalizada antes por las mineras, con la aprobación del
gobierno regional de Moquegua.
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Qué es esto Dios mío!!!
¿A donde irá nuestra sociedad de seguir así?
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Los presos desde sus celdas planificando delitos y sus bandas
actuando fuera... incluso existen casos de salidas de ellos y
fiestas y complicidad de funcionarios en todo esto, cuando todo ello
podría cambiar, podría ser totalmente diferente y tendríamos miles
de presidiarios produciendo para el país, todo ello sería una manera
de aplicar terapias de rehabilitación mediante el trabajo, a esta
gente que probablemente muchos de ellos son victimas de una sociedad
trastocada, toda desfigurada, por tantos años de corrupción, de
olvido e irresponsabilidad, de gobernantes que han dejado de atender
a la población en lo fundamental, la salud y la educación,
especialmente han dejado de lado el desarrollo, que bien podría
proveer muchísimo trabajo y no tener tanta gente desocupada y
subempleada.
Les agradecería lean lo que
escribí el año 1971 en ese ensayo titulado "La casa del jabonero"
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www.penales.peruesmas.com
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