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¿Estamos sumidos en la oscuridad más completa?

Jorge Paredes Romero

Periodista  y Humanista peruano

Pues sí, estamos durante muchos años sumidos en la oscuridad más completa, sabemos muy bien cómo es permanecer en la oscuridad, no podemos darnos cuenta qué hay delante o detrás de nosotros, ni siquiera lo que hay a un paso, porque la oscuridad es la que nos imposibilita tener noción de lo existe alrededor nuestro.

Pues es así como estamos en Perú, por varias razones, la primera es por nuestra precaria salud, nuestra conciencia está atenta solo a nuestro dolor, a nuestras heridas, dolencias y a nuestro sufrimiento, es imposible ver más allá, ni siquiera tenemos posibilidad de ver el sufrimiento de nuestro vecino o de nuestro prójimo, porque estamos atentos a nuestros pesares.
Del mismo modo, debido a que no tenemos capacidad de analizar a la perfección nuestro mundo interno, es que nos es imposible definir en realidad qué es lo que nos haría más felices y entonces solo estamos preocupados en lo más inmediato y es el alimento, el sostén diario, porque no podemos proyectarnos más allá, no tenemos discernimiento adecuado, estamos preocupados en satisfacer lo más elemental, lo más urgente.

Igualmente aceptamos cualquier oferta de trabajo, porque no tenemos más aspiraciones, y lamentablemente tampoco tenemos condiciones para aspirar a algo mejor, porque no tenemos una profesión o tampoco somos técnicos y si lo hemos adquirido, pues no somos calificados para ocupar un cargo cuando somos examinados.

De la misma manera, vivimos en un mundo de inseguridad completa, desconfiamos de todo a nuestro alrededor, ya no es como antes, que nuestros vecinos eran los más confiables, ahora son justamente de los que más desconfiamos, porque estamos seguros que al menor descuido aprovecharan su posición para aplastarnos.

Pero todo esto no es por casualidad, todo esto ha sido finamente planificado por mentalidades perversas, que han dirigido todos sus esfuerzos para mantenernos en esa oscuridad, la falta de luz en la salud es la enfermedad, la falta de luz en la educación es la ignorancia, la falta de luz en el trabajo es el desempleo o en todo caso el subempleo y la falta de luz en la seguridad es el miedo y la incertidumbre, a ser despojados de lo poco que tenemos

Y esto sucede con todos, yo mismo debo reconocerlo tengo algo de esos problemas, pasa con todos, no obstante me preocupo por situarme por encima de ellos, de esos problemas y es que cada día soy atacado de una u otra manera por el Sistema, que quiere verme arrodillado pero no lo consigue.

Los peruanos no tenemos suficiente liquidez para solventar todos nuestros gastos, de nuestras primarias necesidades, estoy hablando del alimento, de la educación de nuestros hijos, de un digno trabajo, carecemos de lo indispensable para vivir con dignidad y no estoy hablando de lujos, sino de lo más indispensable y tenemos que racionar lo poco que tenemos, para que alcance para toda la familia

Pero estamos cansados de escuchar que el crecimiento de cada año es 6%, que 4%, pero sin embargo, vemos que el dinero no nos alcanza, entonces ¿dónde está ese crecimiento?, del cual los políticos se llenan la boca y nos dicen en mensajes de toda forma y con una hipócrita sonrisa, nos dan mensajes radiales, televisados que estamos creciendo, cuando vemos que los pasajes suben, que cada día que vamos al mercado el dinero nos alcanza menos, que ya no puedo salir a un paseo como antes, porque el presupuesto familiar es insuficiente, entonces nos preguntamos ¿qué está sucediendo?

Por otro lado en la televisión veo que cada día nuestros jóvenes están más disminuidos en conocimientos, que los concursos de la televisión nos reflejan justamente esas carencias, en donde solo puedo ver unos jóvenes musculosos y señoritas de buenas formas, pero que a la hora de manifestar su calidad educativa y cultural pues es para llorar, dan pena; que los programas de cómicos ya no nos hacen sonreír, sino mas bien llorar, nos da pena ver como nuestros políticos son caricaturizados ridiculizados, que aquellos que se auto-titulan como los salvadores del país, no son más que fantoches inflados de vanidad, que nos han venido mintiendo, y nos damos cuenta porque ya no pueden disimular la podredumbre que llevan dentro, esa podredumbre salta a la vista, sus risas, sus gestos, sus poses no engañan, son claro reflejo de la mentira que han venido utilizando para engañarnos.

Ya nada ni nadie escapa a este análisis que felizmente podemos hacer, es por la tenue luz que logramos retener, luego de que alguien nos ha aclarado el panorama que nos rodea, somos como ciegos, que guiados por lazarillos voluntariosos, vemos la tenue luz de la información bien intencionada, de aquella que llega sin publicidad ni caritas rosaditas, sino de nuestros hermanos, a quienes los identificamos claramente que son de los nuestros.

Entonces queremos reaccionar, pero nos damos cuenta que no tenemos armas, que no tenemos argumentos, que carecemos de fortaleza, que apenas podemos mover un cuerpo debilitado por el hambre y la enfermedad, entonces nos vamos a un rincón de la a desear que en ese momento al tierra se abra, ahora comprendo porque algunas madres desquician y se envenenan con sus hijos, por un rapto de locura que muchos sabemos superar pero ellas no.

En medio de esa pena deberías reaccionar y decir: ¡No! esa no es la solución, creo que podemos vencer esa maldad enquistada en nuestra patria, y de pronto como un rayo de buena voluntad, te llenarás de energía y reúnete con los pocos amigos que aun tienes y conversa y entonces busca quien más podría ayudarles, quien podría darles más información, más luz, más esperanza y si tienen suerte la encontraran en un joven estudiante universitario, de los pocos que existen, él si tiene esa información, entonces empiecen a reunirse, a conspirar, seguro con sentimientos aun encontrados, con miedo, con la angustia del hambre y las ansias de ver seguros a sus hijos pero creo que eso acabará y sigue conspirando porque tienes todo el derecho a ser feliz con tu familia. Y si quieres conspira conmigo, contacta conmigo al correo: arielperu@gmail.com
Como que me deprimo nuevamente y me desanimo, pero creo que debo seguir adelante y regreso a casa, mi esposa preparó algo de alimento con lo poco que pudo encontrar en la despensa porque sabía que llegaría su familia y tendrían que encontrar algo en la mesa, de otro modo tendríamos un problema más

Esas son las palabras y los pensamientos de muchas madres que tienen familias, y esas familias son las que sufren día a día en Perú y ese sufrimiento debe acabar, esa incertidumbre debe tener su fin, yo tengo la solución para todo estos problemas, pero tenemos que tener fe, reunirnos en cada barrio y organizarnos, porque dentro de poco tendremos buenas noticias, estoy seguro de lo que digo, por fin hemos encontrado la forma de liberarnos de todos estos problemas y tendremos mejor salud, más oportunidades para que nuestros hijos estudien, dispondremos de más trabajo y con mejores salarios, sin la amenaza de ser esclavos y lo mejor de todo, es que recuperaremos la seguridad de la cual disponíamos antes, con policías confiables, estoy seguro que así será, he conocido a muchos licenciados y sé que son buenos.

Lo mejor de todo es que somos ricos, jamás dejamos de serlo, y que pronto estaremos libres de tanto delincuente que han venido aprovechándose de nuestra situación debilitada, de nuestras ignorancias, y solo se ha dedicado a mentirnos y obtener de nosotros el poder que ellos necesitaban, pero ahora tendremos más cuidado para elegir y debemos entonces debidamente representados recuperar nuestra posición, entonces si hay esperanza, hay posibilidades de explotar lo nuestro, de ser vistos en todo el mundo con el respeto que merecemos, como herederos de un gran imperio que unos rufianes vinieron a interrumpir.

Es solo cuestión de recobrar la fe en nosotros mismos. Los jóvenes tendrán que comprender que nada sacan con sus actitudes rebeldes, con reunirse con amigos que de nada le servirán, solo les ocasionaran problemas muy difíciles de resolver, entonces los jóvenes nos ayudaran, porque ellos tienen más fuerzas. Y no tendremos necesidad de créditos porque tenemos mucha riqueza, y que a partir de ahora ya no lo regalaremos, porque tendremos que nosotros mismos cuidar de ellas, pero ¿cómo? Sencillamente eligiendo representantes dignos de confianza, no aquellos galifardos que hasta hoy nos han engañado, prometiendo lo que no podían cumplir y ellos lo sabían, pero igual se rodeaban de asesorcillos, que también comían de las migajas, que sus mafiosos patrones dejaban caer y pues éramos engañados vilmente por ellos. Esa riqueza entonces está allí pero a disposición de los rufianes y debemos recuperarla.

Entonces si tenemos esperanza, tengamos calma, es solo cuestión de organizarnos y comportarnos con decencia y obtendremos el premio con holgura y a los mafiosos y ladrones los pondremos en la cárcel y tendrán que pagar todos sus latrocinios y perversidades.

Jorge Paredes Romero

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