MOLLENDO  PERÚ

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Muchas de estas imágenes fueron vistas en la realidad por aquellos años de mi niñez en Mollendo, lugar donde he vivido hasta los 20 años de edad y a la que he retornado algunas veces, pero siempre me mantengo en contacto, todos los días recorro imaginariamente muchos sitios que ahora son nuevos, pero que los he visitado en mis ocasionales visitas a la provincia de mis amores.

Una vista de cuando recién empezaba debe haber sido algo de 1895 lo cierto es mi abuelo quien nació en Mollendo el año 1871 por entonces tenía 24 años y tal como me relató episodios de la guerra con Chile, cuando el apenas frisaba los 9 años también lo hizo con lo que sucedía por aquel entonces en el naciente puerto de Islay, debe ser hermoso recordar épocas en verdad muy hermosas, épicas y llenas de historias que nosotros solo hemos visto en películas y de seguro la realidad es muy diferente, nuestros abuelos las vivieron y algunos tuvimos suerte de oír esos relatos. No se trata entonces de algo que yo ví, pero si que lo escuché de primera fuente.

Mi familia es fundadora de Mollendo, yo me siento orgulloso de pertenecer a una familia que tiene presencia en la historia de Mollendo, todos los miembros de mi familia son en alguna manera protagonistas de la historia de Mollendo, ello fue lo que me llevó con orgullo a tocar piano en la serenata del centenario en el Malecón Ratti con la Orquesta Centty en la cual trabajaba por entonces como pianista.

Esa vista a debe ser de los albores del siglo XX, se ven construcciones mas extendidas y no apenas un poblado de modo que eso imaginamos al o tener mayo información, pero da gusto poder tener el privilegio de tener estas imágenes inéditas de Mollendo.

La elegancia y buena presencia del muelle a inicios del siglo XX nos recuerda a muchos lo que todavía pudo verse en los años cincuenta cuando apenas se empezaba a hablar del futuro de Mollendo y el naciente Matarani que se cristalizó por los años sesenta.

 Esta ya es una foto de los años cincuenta, Don Plinio Tanco lo conocimos, un excelente fotógrafo, su hijo Adolfo estudió conmigo, en el Colegio Nacional Deán Valdivia y una foto en el Estudio Tanco era obligado para esos tiempos.

Esta es la segunda cuadra de lo que luego se llamaría Calle Comercio, que fue rediseñada para dar paso a lo que sería después la Plaza Grau

 El muelle de Mollendo, arriba las oficinas de la Aduana y otras de compañías de Lanchas y oficinas comerciales de agencias encargadas de los despachos y recepciones de mercaderías de los barcos que recorrían rutas internacionales y nacionales.

Abajo pueden ser viendo imágenes del muelle y detalles del embarcadero que fueron conocidas por estos ojos, que todos los días bajaba al muelle a deleitarme con el accionar del donkey, los bufos de las locomotoras y los traqueteos de las remolcadores que traían y llevaban los lanchones llenos y vacíos de mercadería y de trabajadores, era algo impresionante que permanece aún grabado en mis retinas.

A propósito de los donkeys es una pena habernos enterado que alguien con malévolo propósito, con una infame voluntad destructiva de lo que es historia  afanes económicos, alguien a quien poco o nada la importó nuestra historia, prefirió deshacerse de los donkeys y otros detalles de ese muelle que fue avistado por muchos de nosotros y que vimos y escuchamos cómo funcionaban esas máquinas con tanta precisión y elegancia.

Debería investigarse qué sucedió con esos donkeys, quién tomo la malvada decisión de deshacerse de ellos, de retirarlos del muelle, en donde hubiera sido fantástico seguir viéndoles, para que nuestros nietos pudieran disfrutar siquiera de una minúscula parte de nuestra historia, pero que unos individuos que deberían ser declarados enemigos de Islay, de Perú, prefirieron llevarlo a la chatarra y sabe Dios qué harían con ese dinero. ¡Investigación, Contraloría y cárcel de ser posible.