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Un país inmerso en la corrupción
Jorge Paredes Romero
Periodista y Humanista peruano
Ya nadie podrá negarlo, Perú está sumergido en la corrupción a tal extremo que
ya ni palacio se salva, aunque la verdad ninguno de los tres palacios, ya que el
legislativo pues ya hace varios años tiene muchas denuncias, de ciertos
personajes que han dado lugar a sendas comisiones y los resultados de aquellas
investigaciones desconocemos, otras simplemente fueron archivadas muy pocas
podrían tener resultados satisfactorios.
El palacio de justicia pues ni qué decir, se ha cogido infraganti a muchos
magistrados, del mismo modo a secretarios y abogados que han tejido redes que
terminaron con nombre propio. Estos últimos días se ha denunciado de manera
escandalosa lo sucedido alrededor del SIS, pero a es algo que viene de gobiernos
anteriores, sin ir muy lejos, recordemos a un tal Villafuerte, luego López
Meneses, para culminar con un tal Belaunde Lossio.
Las municipalidades ni hablar, desde la capitalina hasta la de cualquier lejana
provincia o distrito, tienen a sus titulares unos en cárcel otros simplemente
supieron manejar sus influencias y terminaron con sus casos archivados o con un
“no ha lugar” a todo color, que lucieron como trofeo en campañas que luego
llevaron a estar presentes en el legislativo, donde a sentaron sus reales y de
seguro saldrán también de allí premiados.
Es decir esto de la corrupción es un icono que todos lo tienen en su record de
vida, pero pareciera que poco o nada les importa, como que les resbala que lo
tilden de corrupto, a tal extremo que anoche vimos en un programa televisivo,
una denuncia con pelos y señales sobre ciertos gorgojos en la institución
bomberil
A propósito, la honorable institución tiene ahora tres héroes que rindieron su
vida en un inexplicable acto de arrojo, que en verdad merecería hacerse una
pregunta: ¿Por qué ingresaron a un recinto en llamas en donde ya se tenía claro
no existían personas atrapadas?
Pero sigamos, porque aquí justamente encaja las denuncias sobre corrupción en
dicha institución, que tenemos entendido sobre un personaje con alto cargo que
manejaba un presupuesto de gasto por encima de los 40 millones, que ahora se ha
duplicado a 85 millones y no tienen para comprar equipos de comunicación, que
hubiera permitido hacer un seguimiento a los tres bomberos que terminaron
fallecidos, al no saber donde se encontraban y en qué condiciones, ya que según
tengo entendido tienen un lema: “juntos ingresamos, juntos salimos” y tal parece
que cumplieron tal lema y no volvimos a ver con vida a nadie del grupo pero ¡A
qué ingresaron?
Pero volvamos al tema… El año 2000 fuimos testigos de algo que venía ocurriendo
durante un decenio y es una escalada de corrupción manejada por dos personajes
en paralelo, uno el titular de gobierno, el otro el asesor principal de dicho
gobierno y a la vez jefe del servicio de inteligencia aunque nominalmente otro
lo detentaba, pero era una red de corrupción que contaminó todos los estamentos
de gobierno, y se manejaron ascensos, compras, concesiones, armamento,
terrorismo de estado, todos los sectores administrativos y/o políticos, de tal
manera que nada ni nadie escapaba al control de una cúpula que manejó todo a su
antojo.
Justamente a fines de dicho año, sucedieron dos acontecimientos, uno la fuga del
asesor hacia Venezuela y la renuncia por fax del titular de gobierno desde el
lejano oriente, algo que conmocionó a toda la clase política y luego trajo al
banquillo de los acusados a decenas y decenas de personajes de todo nivel,
ministros, altos oficiales, congresistas, alcaldes, es decir se produjo una
especie de hemorragia humana, de personas involucradas en actos de corrupción,
que no podían negarlo, porque cada quien tenía su video y pues “videíto manda”
A partir de allí los rezagos de aquella corrupción ha dejado huella, que cada
quinquenio se hace presente de un modo u otro, es más, tienen en su haber más de
un acontecimiento que nos hace recordar, que dicha corrupción no ha desparecido,
está latente, está presente quizá con la misma fuerza aunque no con la enorme
contundencia de aquel decenio, pero si está presente en diversos organismos de
gobierno y los personajes suelen aparecer en cada episodio que se descubre, a
través de ciertos destapes como el último de palacio, que se trata de alguien
que ha venido desempeñándose de diferentes maneras en los gobiernos que se han
dado, todos estos años desde el año 2000
No hay lugar donde no tenga presencia ese fenómeno tan desagradable, sea
educación, salud, contratos, leyes, etc., por ejemplo el tema de las AFP tiene
mucho que ver con un ministro de economía de aquel régimen, nos referimos a
Carlos Bologna y el DL 25897, que dio la partida de nacimiento a las AFP, el 28
de noviembre de 1992 o la concesión del puerto de Matarani algo que se decidió
en la salita del SIN y tiene su correspondiente videíto o la venta de Yanacocha
de parte de la CEPRI, liderada por entonces por el patriarca de los Benavides o
la verdad sobre los áureos tesoros del Paititi y de ello puedo dar fe, por
cuanto yo recibí el testimonio del Sacerdote Juan Carlos Pollentini, quien supo
de aquello en primera persona.
Nada escaparía al dominio de la tal corrupción y por más que hoy se descubra
algo, sería ello tan solo la punta del iceberg, de allí que el incendio de los
almacenes del sector salud en El Agustino, tendría explicación, toda vez que
entre toda esa papelería habría existido documentos reveladores, que nos habrían
dado información sobre personas aun presentes en la jerarquía gubernamental y de
otros que quisieran no ser nombrados o llamados al banquillo de los acusados, de
modo que por el momento escaparon de tal posibilidad, hasta que aparezcan otros
documentos que los incluya en tal posibilidad y allí surja para ellos no solo la
posibilidad de ser denunciados sino la de ser extorsionados como parte de los
lazos de acción de dicha corrupción ¡Qué terrible!
La corruptela estaría ocasionando grave daño a la gobernabilidad, al desarrollo
y a la transparencia de todo cuanto se diera o podría dar en un quinquenio, toda
vez que se convertiría en un estorbo, una barrera difícil de superar, pero a la
vez en dificultad para empezar a pensar en desarrollar, algo tan ansiado y
lógico en un país con tantas riquezas en todos los ámbitos. Perú dispone de una
incalculable reserva en oro, pero que se encuentra en el subsuelo y que debería
ser extraído para pasar a las bóvedas del BCR., solo así cumpliría su rol, de
otro modo seguirá saliendo por puertos y aeropuertos hacia destinos extraños,
que solo empoderaran a organismos del Sistema y no a nosotros, que
permaneceremos en el oscurantismo y el subdesarrollo por más tiempo, hasta que
nuestros productos pasen a ser historia y entonces tengamos libertad para
ejercer procesos de producción más avanzados, pero de nada servirá, porque ya no
tendremos insumos, ni energía y la población estaría tan empobrecida, que no
tendrá ni la más mínima voluntad de emerger ni emprender, porque ya no será
posible.
Es ahora cuando deberíamos empezar a procesar nuestros insumos, mediante
agroindustria, marindustria, industria pecuaria y del metal y no sigamos siendo
saqueados ¡Por favor! Tenemos que reaccionar, aun es tiempo! No sigamos
permitiendo que el empobrecimiento se transforme en una rutina tal, que ya no
tengamos voluntad de crecer, que la abulia se haya apoderado de todos los
corazones y no queramos ya desarrollar, porque no tendríamos ya como ni con qué,
porque estaremos totalmente expoliados, el saqueo se habría consumado.
Reiteraré estos mensajes, con otras palabras, pero el mismo sentido, hasta que
llegue el día en que el pueblo peruano reaccione y asuma que detendrá la
corrupción, el saqueo y el empobrecimiento de nuestro país, que nuestra gente
habría ya encontrado el líder suficiente y capaz de guiarnos, a una revolución
radical que ponga fin a la dependencia y a la costumbre de habernos transformado
en mendicantes y dependientes.
Jorge Paredes Romero
Periodista y Humanista peruano
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