E l      H o l i s m o  Un paradigma para el siglo XXI

 
El Maestro es un facilitador, hace posible o más fácil una tarea. No lo hace él todo.
Cuando nos enseñan qué pensar en lugar de cómo pensar, terminamos sin pensar
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¿QUÉ ES HOLISMO?

Jorge Paredes Romero (Humanista)

Resumen de Seminarios, Conferencias en diversas invitaciones.

El Holismo es una manera de conceptuar la realidad, de manera tal que cuando observamos o analizamos un aspecto de esa realidad, lo consideramos siempre parte de un todo mayor, con el cual necesariamente interactúa y es el todo el que realmente debe ser nuestro objeto integrado de estudio.

La palabra Holismo, proviene del griego holos, que significa totalidad, es Aristóteles quien lo menciona en sus escritos sobre metafísica y es allí donde leemos esa frase: "El todo es mayor que la suma de sus partes". Este concepto se puede definir como el tratamiento de un tema o de un problema, de la forma de considerar todos sus componentes a través de los cinco sentidos, incluyendo sus relaciones invisibles pero igualmente evidentes o existentes.

La humanidad comenzó conceptuando todo holísticamente, es a partir de la entronización de la diosa razón: la racionalidad, que se produce el desarrollo humano y de la ciencia, cuando el análisis de los fragmentos adquiere importancia; del Holismo se pasó al fragmentarismo o al reduccionismo. Recuerdo el año 1968, mi profesor de Filosofía en la Universidad San Agustín de Arequipa, previo a la Escuela de Psicología, me dio una tarea, leer la obra de Ortega y Gasset, “La rebelión de las masas” es allí donde aprecio por primera vez la advertencia de que la especialización ocasionaría problemas a la percepción de la realidad, no lo tenía muy claro, pero conforme pasó el tiempo lo fui viendo con más claridad, hoy lo tengo muy preciso, porque del fragmentarismo se pasó a la especialización, un excelente paso para el análisis pero que lamentablemente crea una enorme dificultad, para quienes creen ver en las partes o en la suma de esos análisis fragmentados el todo, sin siquiera interrelacionarlo y sin observar la interacción de esas partes con el todo.

Siempre recuerdo la forma como terminé de resumir aquel libro, considerando todas y cada una de los capítulos que consta y resumiendo lo que en cada uno de ellos decía el autor, pero hacía falta tener un concepto global de toda aquella obra. Aun ahora me siento incapaz de hacerlo, aunque el título en sí, de alguna manera trataba de decirnos lo que el autor deseaba. Nosotros, cada uno, somos en cierta manera el actor principal de ese libro, somos los "hombres masa", los típicos hombres comunes, que buscamos parecernos al prototipo de nuestra sociedad y en ello nos contentamos, vamos perdiendo individualidad, dejamos de ser nosotros mismos para transformarnos y conformarnos a ser como son todos, cumplir las aspiraciones de ese hombre masa. Con el tiempo, volveré a leerlo y de seguro llegaré a mejores conclusiones, qué es lo que deseaba decirnos el autor allá por 1930. Ha trascurrido ya casi un siglo y espero conseguirlo.

Pero sigamos, el Holismo supera esta situación. La visión holística considera al universo y sus componentes un sistema, en el que los elementos componentes interactúan entre sí. Las características de estas interacciones varían según el observador. El ser humano es visto así por ejemplo, por los especialistas médicos y muchas veces se pretende explicar una enfermedad, después de un análisis profundo de un órgano determinado, una glándula, cuando en realidad es todo el organismo que actúa como un universo y no un órgano o una glándula aisladamente de lo demás.

Por otro lado, el Holismo es un paradigma, es decir un grupo de conocimientos que guían de modo relativamente duradero, el desarrollo de un determinado grupo de conocimientos orientados a un determinado fin, puede ser la educación, cuando tenemos en mano ese modelo, entonces podemos hablar de un paradigma holístico educativo.

Desde hace siglos, hay una permanente discusión entre el Holismo y el reduccionismo, siendo este último un método científico que estudia los componentes elementales, de algo que se desea conocer, por ejemplo en su momento, la biología asumió que el estudio de los ácidos nucleicos podría dar una explicación a la vida en sí, ahora sabemos que no es así, los ácidos nucleicos son apenas una parte del todo. El análisis de los componentes no explica toda una realidad, los organismos vivos tienen propiedades que no se pueden predecir en función de sus componentes químicos.

Es más, tenemos que ver el Holismo como algo sistemático, los sistemas son abstracciones de la mente humana, que presentan premisas definitorias básicas: Constituyen una novedad irreductible, la cual no podremos fragmentarla, al hacerlo, desaparece lo novedoso y tienen una configuración espacio temporal sui géneris, ya que sus componentes, en otra configuración, producen algo distinto, que en este caso ya no sería Holismo.

Podríamos decir que el Holismo como sistema es indivisible, así un ser humano no puede ser fragmentado si se quiere conservar lo humano, una melodía no puede ser fragmentada si se quiere conservar su música, una molécula de agua no se puede fragmentar si se quiere conservar lo acuoso, así el Holismo no puede desprenderse de sus elementos, dejaría de ser Holismo.

La influencia ejercida entre los componentes de un sistema y hacia éste es constante, la influencia del sistema hacia sus componentes también. Por ejemplo un ladrillo en una pared tiene una función cohesiva, integradora, una célula en su tejido es constructiva, un líquido en su recipiente que es su envase, una persona en una familia, un planeta en un sistema solar.

En segundo lugar, debemos observar que los sistemas vivos presentan una actividad siempre fluctuante, porque son sistemas funcionales. Estos cambios constantes han sido estudiados siempre en el ser humano: desde el metabolismo químico hasta la psicodinámica, todo muestra que los seres humanos nos vamos transformando de manera continua e inevitable, hay una dinámica permanente, nada está quieto, todo está en permanente cambio y movimiento.

Por último, los seres humanos pueden definirse considerando diferentes dimensiones: el ser físico-molecular, el ser biológico, el ser emocional, el ser lógico-cognitivo-pensante, el ser espiritual. Cada dimensión ha sido investigada profundamente, pero en verdad el ser humano es todo eso a la vez. El separarnos dimensionalmente es provocado por quien me observa. El ser humano es un todo único, se fragmenta sólo para el observador, que podrá captar y comprender lo que quiere descubrir. Es un sistema-holón, siempre. Yo soy todo eso ahora y constantemente, me reconfiguro continuamente, pero el estudioso me fragmenta para poder captarme, para comprenderme  según su interés.

Así por ejemplo, el aprendizaje no puede ser biológico o emocional o cognitivo o espiritual, sino todo eso a la vez, lo mismo puede decirse de la enfermedad: ¿En qué consiste un diagnóstico? ¿Estudiaremos y trataremos una dimensión o todas ellas? ¿Cómo deben explicarse un alzheimer, una úlcera, una alergia? Porque de la explicación que dé el observador, dependerá inexorablemente su camino lógico

Por principio natural, el mundo holístico no puede ser percibido por un cerebro dividido, esto quiere decir, que si en la vida diaria tuviéramos un pensamiento integral, entre nuestro cerebro izquierdo (analítico, calculador, crítico, cuadrado, materialista, científico) y el derecho (emotivo, artístico, intuitivo, etc.), entonces si podríamos hablar de aprendizajes integrales.

El ser humano es un sistema de sistemas. Lo mismo puede decirse de una familia y de una cultura, resultan aún más complejos. ¿Qué deben tener en cuenta el diagnóstico y el tratamiento de un grupo social? Nada humano hay que sea puramente, solamente, molecular o biológico o emocional o cognitivo o espiritual.

¿Cómo se realizan los aprendizajes, para qué o de qué modo se van acumulando, integrando, procesando? Debemos comprender que el ser humano es un sistema abierto en desarrollo, llega al mundo, es concebido y luego nace con necesidades primordiales, a partir de cuya satisfacción o insatisfacción el ser humano inscribe sentimientos básicos, sobre los cuales construirá lógicas personales, con las que procurará interactuar, captar y comprender la realidad. Trae al mundo potencialidades que, al ser estimuladas por el contexto cultural en que le toca vivir, producen un determinado desarrollo perceptual. A cada instante, la actividad de cada ser humano es producto de su ser, en continua interacción con su contexto. Esta actividad va registrándose en el individuo y en la cultura, a modo de mapas perceptuales, de fragmentos interactuantes entre sí, van modificando a cada momento el mapa global, general, integral, representativo de la realidad para cada individuo en particular, significa ese mundo en el que va creciendo.
 

Es aquí donde se produce el pensamiento holístico

Recapitulamos, el Holismo es un principio de acuerdo con el cual “el todo es más que la suma de sus partes”, es un viejo axioma oriental y ha sido considerado por la psicología de la percepción. Jan Christian Smuts conceptúa al Holismo como una doctrina filosófica que sostenía que el universo tiende a formar unidades de complejidad creciente. Lo básico del Holismo es que integra progresivamente niveles de interacción y permite desembocar en ideas globales; un Holismo que conlleva transversalidad o superación del reduccionismo.

La fragmentación reduccionista de las competencias profesionales, es el principal obstáculo con el que choca el pensamiento holístico o integrador. La transversalidad realmente eficaz, comienza con la mentalidad holística y con la actitud transdisciplinaria.

De la física surgió la teoría atómica, de la biología, la teoría Holista. Atomismo y holismo son doctrinas opuestas. Según la teoría atómica, todo el universo estaría compuesto de partículas pequeñas e indivisibles. La formación del mundo habría sido el efecto del concurso fortuito de los átomos, pero hoy está aceptado en física que, en un campo integrado, un cambio que se produzca en cualquier punto de ese campo produce una redistribución de la energía y establece un nuevo equilibrio en todas las partes. Esto explica la correspondencia, e incluso la interdependencia, entre las partes y el todo, al mismo tiempo que pone de manifiesto la presencia de algunas estructuras y de algunas leyes en relaciones de las partes dentro de un sistema.

 “El todo es más que la suma de sus partes”. Joan Costa uno de los fundadores europeos de la Ciencia de la Comunicación Visual, opina que el todo resultante de esta estructura es otra cosa diferente. Esto no es el efecto de una suma, sino de una dinámica de interacciones, una interactividad sinérgica. La interactividad es la esencia misma de la comunicación. Cualquier estructura interactiva integrando un “todo” constituye un sistema, y esto nos hace ver las correspondencias entre el Holismo, sistémica y comunicación, de modo que el estudio de los sistemas nos ayudará mejor a comprender el Holismo, cuando se derrumba una parte de un sistema, trae abajo todo un sistema y cuando en un todo comunicativo se desenlaza una sola palabra, ya el todo cambia de significado.

Debemos atender la educación como un todo, no dejar de lado ningún elemento que consideramos componente de la vida y de la sociedad, educar nos compromete a todos y a todo aquello que existe en este momento, considerando lo que acaba de surgir, de allí que se de la dinámica de la educación, no considerarla como algo estático. Si nos dedicamos a educar en base a lo estático ya deja de ser educación, tenemos que considerar ahora mismo como tema de la educación por ejemplo en Perú, el Fallo de La Haya y a todo lo que tiene tras de si como historia, a lo actual como un hecho y a lo que puede venir como una especulación, que también debe intervenir como educativo, porque la educación estará siempre en movimiento y considerará todo lo contextual por más inverosímil que nos parezca, es el tiempo el que se encargará de asimilarlo con más fuerza o descartarlo por gravedad. El estudiante que cuestiona, es quien imprime  la dinámica de la duda, que también es parte del aprendizaje.
 

 

 

 
     
     
 
         
 

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