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CÓMO
RESCATAR A NUESTRA JUVENTUD
Resumen de
Seminarios, Conferencias en diversas invitaciones.
Síntesis hecha
por Jorge Paredes Romero – Humanista
Ante la nueva
alternativa educativa del Holismo, muchos han argumentado que
entonces ya muchas generaciones están perdidas, ya que la educación
holística contempla que debe hacerse en la primera infancia, que la
personalidad se forma desde los 0 hasta los 5 años de edad. He
propuesto que no necesariamente hay que visualizarlo así, no todo
está perdido, porque de ser así entonces nuestro mundo estaría
destinado a morir, porque numerosas generaciones han sido
abandonadas, creo que puede lograrse ese cambio mediante dos
procesos reeducativos, uno es la recuperación el otro es la
reconciliación.

La
recuperación puede realizarse con los niños de 9 a 14 años y la
reconciliación con los jóvenes de 15 a 20 años, es decir los
plenos adolescentes. Ambos procesos requieren la participación plena
de padres y maestros, es más, de toda la comunidad de aprendizaje,
asociaciones, instituciones, voluntariado, estudiantes
universitarios, artesanos, técnicos, es decir todos. ¿Cómo? pues
tendría que hacerse un trabajo arduo, entusiasta y de mucha entrega,
pero el resultado sería el rescate de millones de niños y jóvenes,
que de otro modo estarían abandonados a la infelicidad y a poblar
estadísticas muy desagradables. Con el trabajo lograríamos personas
íntegras, felices; mediante el servicio y la participación
lograríamos una “transformación activa”
Podríamos aun
desarrollar las potencialidades no atendidas, lograr una evolución
más consciente porque buscaríamos la expansión de la conciencia
¿Cómo? Pues utilizaríamos la educación holística en gran manera,
buscaríamos desarrollar un cuerpo físico más fuerte, sano,
reforzando la alimentación que es posible utilizarse hasta los 17
años, que el niño y el joven se autoajuste a esos cambios, que
tenga una mejor percepción del mundo, con capacidad de recibir y
procesar energías; buscaríamos desarrollar el carácter en todas sus
facetas, un mejor manejo de las emociones, recuperar valores, sobre
todo los de servicio, solidaridad y respeto, capacidad de dar y
recibir, que logren mayor autonomía, reconozcan y administren su
poder interior, mayor capacidad de expresarse y crear, que realmente
aprendan a pensar, mayor interés en la percepción y expresión de sus
ideas, que reconozcan sus capacidades mentales superiores,
habilidades de crear y sobre todo transformar, y ejerzan un gran
discernimiento.

Tendríamos que
lograr que reconozcan su mundo interior como valioso y la existencia
de mundos y energías superiores, que sepan crecer, expandirse y
sobre todo trascender. Que practiquen jornadas de servicio activo,
se animen a buscar su propia felicidad y realización plena del
individuo, auto-realización, lograr hacer de ellos líderes
espirituales.
Para lograr todo esto necesitamos diseñar talleres vivenciales, de aprendizajes en vivo contacto con la naturaleza,
foros en donde ellos puedan cuestionar, investigar, participar,
construir y experimentar; talleres en donde puedan crear, expresar,
descubrir, proponer, actuar y así transformar, de esa manera podrán
pensar, expandirse y trascender, es decir, ser ellos mismos, estar
presentes en su formación y autoevaluación y sentir su propio
crecimiento, involucrarse, ser protagonistas de su desarrollo.
Para
ello utilizar juegos cooperativos, actividades de movimiento y
expresión, motivar el arte, propulsar creatividad, incentivar el
pensamiento científico, despertar la intuición, mediante la
meditación y ecología aplicada.
Creemos que
para transformar el mundo primero nosotros debemos transformarnos
interiormente, hacer talleres en la vida para la vida, educando con
amor, responsabilidad, brindando autonomía para lograr
transformación, eso es educar con la propia juventud, para las
nuevas generaciones, porque todos debemos aprender de todos.
Jorge
Paredes Romero
Humanista
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