Gracias Dr. Andrés Mendoza Arteaga

El 26 de Enero del 2009 fui internado en el Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud, donde fui intervenido por un eficiente equipo de médicos, dirigidos por el Doctor Andrés Mendoza Arteaga, quien previamente me atendió en su consultorio, fui evaluado y luego hospitalizado; le acompañaban el Doctor Palomino y la Dra. Catherine Cantoni, quienes realizaron un colgajo en la zona perineal y revisaron día a día los resultados hasta el 5 de Febrero en que fui dado de alta.

En todos esos días fui atendido de manera excelente por el personal paramédico del Servicio de Cirugía Plástica, específicamente 1A Oeste, que realizaron una labor muy importante, ya que es el complemento de la tarea quirúrgica realizada previamente, por cirujanos que salvan barreras de todo tipo para cumplir con su labor ética y profesional, esto es lo más rescatable del profesional asistencial, que ahora pude observar en el ámbito del Hospital de la Red Almenara.

El día que fui dado de alta, el servicio de ambulancias procedió de la manera más correcta y mi traslado fue incluso alegrado, porque al final de dicho trayecto, al llegar a casa, me encuentro con la sorpresa que quien manejaba la ambulancia era nada menos un señor que años antes había sido un compañero de sala en otro servicio de dicho hospital. ¡ Sorpresas que da la vida!

Siempre es bueno dejar en claro que lo primordial en nuestra concurrencia a un hospital del nivel del Almenara es el procedimiento quirúrgico, pero este tiene importantes complementos como son el nivel paramédico, nutricional, limpieza y transporte, sin lo cual no podríamos hablar de una asistencia integral que rinda buenos resultados. Por todo esto no me queda más que decir: ¡Muchas gracias! a todos cuantos hicieron posible mi retorno a casa a convalecer y esperar la cicatrización de la zona operada y reintegrarme a mis labores, teniendo muchísimo más cuidado en mi vida para no caer en la necesidad de recurrir a la cirugía

Pero siempre es bueno dejar en claro que el carisma y la gentileza del personal es sumamente valioso y no me puedo quejar de que todo fue así, salvo algún pequeño inconveniente que olvido, para no empañar lo  verdaderamente importante en esta manifestación de gratitud y reconocimiento. De toda forma ahora me cuido con colchones antiescaras de agua.

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