Prepare su inteligencia espiritual

(Es algo que se busca en la niñez y lo disfrutarás en la adultez)

Primero debemos considerar ¿qué es inteligencia espiritual?. Quienes reconocemos las inteligencias múltiples, entendemos la existencia de diversos tipos de inteligencia, como inteligencia lingüística, espacial, interpersonal, intrapersonal, u otras como la espiritual, que podría definirse brevemente como: La capacidad personal que utilizamos para darle al mundo y a nuestras experiencias sentido y significado, finalidad y proyección.
 

La inteligencia espiritual no necesariamente es religión ni creencias en un ser superior o dios,  pues incluso una persona no religiosa puede tener una elevada inteligencia espiritual. La espiritualidad influye en personas a la hora de relacionarse bien o mal con los demás, tomar acertadas o equivocadas decisiones e interpretar el mundo que les rodea o las experiencias que les toca vivir. Todo depende del grado de espiritualidad que tengamos. La felicidad total no existe, pero si tenemos rasgos de felicidad, esos momentos son altamente espirituales.

Robert Emmons, psicólogo de la Universidad de California, revisó las publicaciones existentes sobre este tema y llegó a la conclusión que la inteligencia espiritual podría ser considerada un tipo más de inteligencia, que estaría integrada por cuatro componentes:

1.- La capacidad para trascender lo físico y lo material.
2.- La capacidad para experimentar estados de conciencia elevados.
3.- La capacidad para dotar de un sentido de sacralidad a las actividades, acontecimientos y relaciones cotidianas.
4.- La capacidad para utilizar recursos espirituales para solucionar problemas.

Según  psicóloga Davis-Lockwood, las características de la inteligencia espiritual serían las siguientes:

a.-  Una elevada autoconciencia. 
b.- La capacidad para afrontar y utilizar el sufrimiento. 
c.-  La capacidad para trascender el dolor. 
d.-  La cualidad o el don, de ser inspirado por visiones y valores. 
e.-  La renuncia a causar un daño innecesario. 
f.- La tendencia a ver conexiones entre diversas cosas. 
g.-  Una marcada tendencia a preguntar ¿Por qué? y ¿Qué pasaría si…?  y buscar respuestas fundamentales.
h.-  La capacidad para trabajar en contra de lo convencional.

Agregamos una más

i.-  La capacidad para superar la adversidad o sea la resiliencia. 

Richard Wolman, psicólogo de la Harvard University Medical School, define la inteligencia espiritual como:

"La capacidad humana para hacer preguntas sobre el significado de la vida y para experimentar simultáneamente la perfecta conexión entre cada uno de nosotros y el mundo en que vivimos."

Como vemos en estas definiciones, la inteligencia espiritual es la que nos permite entender el mundo, a los demás y a nosotros mismos, desde una perspectiva más profunda y más llena de sentido; nos ayuda a trascender el sufrimiento y a ver más allá del mundo material, entrando en esa amplia e interconectada dimensión espiritual, tan alejada del mundo material, en el que habitualmente nos desenvolvemos. Por este motivo, muchos autores la consideran el tipo de inteligencia más elevada de todos y tienen toda la razón.

La persona espiritual es aquella preocupada por cuestiones relacionadas con el sentido de la vida, con la verdadera naturaleza del ser humano. Se hace preguntas como:

¿Quién soy realmente?

¿Por qué estoy aquí?

¿Qué pasa tras la muerte?

¿Tenemos un alma inmortal?

¿Tengo una misión o destino en mi vida?

Conocemos y usamos habitualmente las leyes de la física para hacer cosas que, en el pasado, parecían magia, como volar o comunicarnos con alguien que está en otro país o continente, pero,

¿Existen unas leyes espirituales? y si es así,

¿Cuáles son y cómo funcionan?

En cuanto a nosotros, como personas, sabemos que vamos evolucionando en el tiempo y conocemos nuestra evolución física, paso a paso, minuciosamente, pero

¿Qué pasa con la evolución espiritual?

¿Hacia dónde nos dirigimos en ese sentido?

¿Cómo es una persona espiritualmente superior a los demás?

¿Tal vez como Jesús?

¿Llegaremos todos a ser como Él?

Las religiones son las que más han profundizado en estos temas, tratando de responder a todas estas preguntas.

Pero, ¿por qué tendría que ser importante buscar estas respuestas?

¿No sería preferible limitarse a vivir la vida sin más?  Hay muchos que lo hacen y lo tienen como una forma de vivir auténtica.

En efecto, esto podría parecer más sencillo, pero si el ser humano ha necesitado plantearse estas cuestiones desde siempre, es porque sin espiritualidad caeremos fácilmente en las redes del mundo material y en la sensación de vacío y falta de sentido y eso es lo que ha venido sucediendo, muchos jóvenes no creen en lo que dicen los adultos y entran en rebeldía, se molestan y buscan el conocimiento bajo sus propias y a veces equivocadas metodologías. Y existen adultos que se comportan igual.

Si no tenemos un sentido de identidad y de propósito que sea profundo y forme parte de nuestro yo más íntimo, formaremos nuestra identidad en función de lo que la sociedad nos ofrece: nuestras posesiones, los roles que ocupamos, nuestros éxitos materiales, el dinero, el poder, etc. Pero todo esto es inestable y muy cambiante. Un día te despiden de tu trabajo, fracasas en tu matrimonio,  y tu sentido de identidad se viene abajo, junto con tu autoestima, porque estaba basada en algo tan frágil, como el puesto que ocupabas o la pareja que tenías.

La espiritualidad es la búsqueda de tu verdadero yo, tu verdadera esencia, y su conexión con el mundo y los demás. Lo que es y lo que haces deben ir unidos, debe haber congruencia, porque sabes quién eres en tu yo más profundo, y actúas de acuerdo con ello. Cuando haces eso, estás actuando siguiendo las leyes del mundo espiritual, y esto hace que dichas leyes parezcan beneficiarte.

Por ejemplo, si quieres construir un aparato que vuele, deberás seguir las leyes de la física. Si lo haces bien, volará; si lo haces mal, se caerá en picada. A nivel espiritual sucede exactamente lo mismo.

Entonces cuando un ser humano actúa en contradicción con lo que realmente corresponde a las leyes espirituales, que son los valores universales, entonces todo cuanto hace será errado, confuso, corrupto, destructivo, y será así porque su espiritualidad sería paupérrima, mediocre o deficiente, entonces esa persona cree estar haciendo bien, porque todo cuanto hace corresponde a su escasa espiritualidad, quizá eso es lo que viene sucediendo con muchos políticos en Perú y el mundo. Se sienten muy seguros que lo que hacen es correcto. El problema estaría en su concepto y contenidos de espiritualidad en su vida, serían muy pobres, gente de escasa o nula espiritualidad; serían ricos en lo material y pobres espiritualmente. ¡Lamentable!

Seguiremos con esto más adelante...

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

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