A las Personas con Limitaciones en Perú.

Desde hace muchos años, aún cuando las Personas con Discapacidad (PcD) no estaban organizadas, cuando no éramos un caudal electoral digno de atención, fuimos convocados por políticos de diversas tiendas con la finalidad de favorecerles con nuestra decisión y es así como en su momento, existió en los parlamentos una PcD, que supuestamente nos representaba, pero que a la  postre no hizo nada por el colectivo al que se suponía representar.

Hoy, las PcD somos un colectivo digno de tomar en cuenta por los partidos políticos, pero lamentablemente ellos no tienen nada que mostrar en cuanto a logros, ni siquiera la Ley 27050 es el marco legal suficiente para decir que ello tenga significancia para las PcD, es una ley simplemente enunciativa,  de modo que deberíamos tomar conciencia que la fragmentación existente debe desaparecer y transformarnos en una masa inteligente, con capacidad de dar inclinación a la balanza electoral y de esa forma no pensar únicamente en obtener escaños en el parlamento o regidores en las municipalidades, debemos pensar a una sola voz y dar la opción a un candidato presidencial, para ello estamos trabajando, tomando en cuenta la mejor opción que nos indique: ética, humanismo, seriedad, responsabilidad y sobre todo un auténtico sentido de seguridad social.

Si bien es cierto no se tiene un dato preciso basado en estadísticas nacionales, de cuántos somos y hace poco se perdió la gran oportunidad de lograrlo, cuando se realizó El Censo Nacional 2005 (X de Población y V de Vivienda) en nuestro país. El INEI omitió un recuadro, que hubiera permitido saber cuantas PcD hay en Perú o probablemente no se quiere conocer ese dato o hay interesados en que no se conozca, mas lo cierto es que tenemos un aproximado de 2 millones ochocientos mil PcD en Perú, pero ello presupone que son la misma cantidad de familias. Personalmente diré que en casa somos tres adultos que tendríamos la misma opción electoral, alguien podría decir que no necesariamente todos tienen las mismas preferencias políticas, a ello respondería que justamente eso estamos tratando de lograr, debemos tener un criterio como peruanos y como PcD y no dejarnos arrastrar nuevamente en diferentes direcciones y con ello ser fragmentados como fuerza electoral y como poder decisorio a favor de nuestro colectivo.  

David Bermudez un joven colaborador nuestro nos presentó el caso de John Malaver y estas dos imágenes nos lo presentan como un niño en busca de mejores oportunidades, que disfruta del esfuerzo de su familia pero la sociedad podría hacer mucho más por él.

Hasta hoy la ley 27050 solo ha servido para dar nacimiento al Conadis, organismo que poco a nada ha hecho para que el colectivo de PcD tenga acceso a los beneficios que estipula la ley en temas de salud, educación, accesibilidad, trabajo, barreras arquitectónicas, etc. Las PcD tenemos muchos puntos no resueltos a lo largo de años de lucha social, se han formado comisiones, oficinas que solamente procuran sueldos dorados a una casta que se encumbró en eventos, congresos o de manera subterránea; han nacido muchas instituciones cuyos líderes lo único que consiguieron es obtener beneficios para las cúpulas que les rodean, mientras las masas viven del asistencialismo que equivocadamente se siembra y que procura repartos ante posiciones mendicantes. Los grupos que se han erigido en motivo de noticia son esfuerzos colectivos pero asilados, que con alto costo han logrado un mínimo beneficio de apenas el 10% de utilidad social.

Por todo esto creo sinceramente que debemos aglomerarnos alrededor de una buena opción electoral, que garantice que la cooperación internacional recobre confianza en los colectivos de PcD, con la seguridad que los fondos serán debidamente administrados y que serán dedicados a la obtención de resultados y no a gastos operativos que solamente enriquecen a unos pocos, quienes se acomodan y descuidan el objetivo de la ayuda internacional. Pero sobre todo deberíamos conseguir ser autogestionarios, las PcD no buscan limosna, lo que deseamos es oportunidad, acceso a la salud, la educación y el trabajo, pero para ello debemos ser debidamente entrenados, preparados, acceder a información, talleres, escuelas; organizarnos con criterio gremialista y no politiquero; buscar unificarnos y transformarnos en el caudal electoral que soporte a un candidato presidencial que garantice que la Ley sea cumplida, que se trabajará en el bien de la persona, la familia y una sociedad que busca integrarse alrededor de sus componentes por mucho tiempo segregados.

¡ Estemos atentos a la señal para aglomerarnos !!!