Tobías un niño diferente
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Cuando a Simón, le anunciaron
sus padres que tendría un hermanito o hermanita, se sintió feliz, al día
siguiente, no hallaba el momento de llegar al colegio y contarle a sus
amigos, especialmente a Carol, la chica de cabellos ensortijados que le
gustaba tanto.
Él, Simón, tenía 13 años y
Carol 11, a nadie le contaba su secreto, pero esa chica era su mejor
amiga y con ella compartía todo, le daba tanta confianza… eso era lo que
mas le gustaba...
Pasaron los días y los meses,
pronto ya llegaría el hermanito; si, el médico había confirmado que era
un bebé y entre todos buscaron el nombre... se llamaría Tobías, como el
señor que cuidaba el jardín en la hacienda de los abuelos.
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Y un día nació el niño... el bebé
esperado por todos; si, claro, también por Simón, que ya no sentía
tantos celos. Lo habían llevado a la clínica, pero ahora estaba
confundido, él se había despedido de su mami entrando a la sala, donde
llegan los bebés y cuando el médico llamó a su papá y a la abuela, no
entendían por qué estaban llorando.
Simón tuvo miedo…, pensó que algo malo
pasaba, pensó que su mamá había muerto, gritó aterrorizado, pero la
abuela lo calmó, lo llamó hacia un lado de la salita de espera y le dijo
entre lagrimas: Mira, tu mami está bien y ya nació Tobías, es hermoso
pero es un niño diferente...
¡Diferente…? Miró a su abuela y no le
dijo nada… ¡diferente! qué palabra tan rara, se imaginó a un
extraterrestre... diferentes son los de otros planetas... pero Tobías
era su hermanito y él lo quería conocer.
Como todo niño, siguió tranquilo
esperando su turno, para ver a Tobías, cuando lo conoció, le pareció
hermoso, gordito y con una sonrisa tímida... el no vio nada diferente…
Pasaron los meses y Tobías creció,
sonreía mucho, aunque era callado y no podía sentarse bien en su cuna.
Una mañana, mientras su mamá bañaba al bebe, Simón pregunto: ¿Mamá, por
qué Tobías es diferente? y ella le contó que...
Muchos chicos venían con un defecto en
su organismo que se llamaba Síndrome de Down y las personas les decían
que eran niños diferentes, pero en realidad eran niños llenos de amor y
había que ayudarles a crecer y sortear problemas, para que los demás
niños no los trataran mal, no los hicieran sentir menos que ellos, de
manera que ahora él, Simón, tendría que hacer entender a sus amigos que
su hermanito era igual a todos, solo que era un niño especial, que
necesitaba mucho, pero mucho amor y que todos tendrían que aprender a
amarlo y tolerarlo...
Simón entonces se inclinó y besó
tiernamente a su hermanito y le dijo: No estás solo, tú me tienes a mi,
confía en Simón, yo te haré respetar y te protegeré.
Gracia Casablanca*
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