Decisión tomada.

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

Hoy 21 de octubre del 2020, retorné a escribir a mi página Web, de dónde nunca debí alejarme tanto, pero caí en el engaño del Sistema, de lo cual me percaté hace un tiempo atrás, pero debido a la petición de amistades es que continúe en las redes sociales, a donde fui ciertamente a encontrarme con amigos, pero dejé de escribir en mi página, en donde seguramente era más leído y podía cumplir mejores labores de informar.

Y es que las redes sociales probablemente habrían sido creadas, con la finalidad de lograr que las personas puedan comunicarse y tener un lugar donde volcar sentimientos, emociones y vivencias, pero poco a poco nos fueron atrapando, para quedar encadenados y no cumplir lo que para algunos resultaría más importante.
 

Y me refiero a la función de informar a grupos más grandes y con mayor libertad, lo cual no siempre se cumple en determinados sitios, en donde uno cree tener miles de contactos, cuando en realidad solo llegaría a unas decenas.

Por otro lado, tener una página Web le permite a uno escribir, publicar, informar con absoluta libertad, sin que alguien intervenga y controle lo que debe ser leído y lo que no debe ser visto y eso sucede con algunos sitios que se toman atribuciones y con ello estarían coactando nuestra libertad.

De modo que hemos comprendido una vez más, que la libertad es un don muy preciado, lo que al ser contravenido e impedido, causa en quienes lo perciben, una desagradable sensación, percibimos que estaríamos siendo manipulados, intervenidos, coaccionados y eso es muy perverso.
 

Al ser intervenidos de esa manera, estaríamos siendo manipulados, estaríamos siendo obligados a callar, aquello que al Sistema le desagrada se diga de ellos. Y es que el Sistema ahora más que nunca, estaría muy interesado en ejercer un dominio muy vertical.
 

Ya desde hace un buen tiempo nos han venido interviniendo de manera muy sutil, pero ahora lo estarían haciendo ya sin disimulo y muy pronto lo harán abiertamente, cuando hayan intervenido en nuestro organismo mediante la tecnología y ello estaría ya muy cerca de suceder.

Yo no lo permitiré, no caeré en esa esclavitud, pero sufriré al ver a muchos de mis amistades atrapados en sus redes, y quizá también algunos de mis seres más estimados caerían en sus redes, pero es algo que no podré evitar. La decisión será de cada quien.

No le gustó al Sistema que escriba sobre determinadas personas, por hacerlo me castigaban; no le agradaba al Sistema el hecho que denunciara determinados abusos, por hacerlo me bloqueaba; no le caía bien el hecho de informar en mi muro sobre determinados asuntos o personajes, por hacerlo me bloqueaban y eso ha sucedido ya varias veces, de la manera más descarada, hasta que llegó el momento de mejor apartarme de esos lugares, a los cuales solo fui a distraer mi tiempo.
 

Ahora retomo el teclado para escribir con plena libertad, sobre lo que pude percibir en este tiempo de relajamiento, en el caí atrapado, hasta que por fin reaccioné y desperté del profundo letargo, en el que caí casi sin darme cuenta en un inicio, pero que después me resistía a abandonar.

Hoy por fin tomé la decisión y es como el despertar de un corto sueño en el que estuve como aletargado, porque en realidad estuve encadenado a un muro solo para alternar por espacios muy breves, sin darme cuenta que he perdido precioso tiempo, en el que pude dejar por escrito mucha información.
 

Pero recuperaré ese tiempo y todo lo pondré por escrito en sendos artículos que irán apareciendo poco a poco en esta página Web de siempre, porque a decir verdad  la información recopilada sería también valiosa, en la medida que vaya recordando poco a poco lo vivido en este tiempo.

En verdad, pasé varios años escribiendo y llevaba estadísticas de los lectores que tenía, hasta ahora son miles y miles, las paginas tienen un contómetro, de modo que no necesitaba de las redes sociales para ser leído, eran las amistades lo que me atrajo, pero luego quedé atrapado en otro tipo de labores, de modo que hoy tomé la decisión y decidí recuperar el tiempo dejado por allí, seguiré escribiendo, entonces podré decir después con toda seguridad:  ¡Tiempo recuperado!

Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano

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