Tutoria estudiantes, alumnos, Para Cono norte, alrededor del Cine Tupac Amaru, o Paradero Belaunde, Ofrecemos, Actividades para el desarrollo intelectual  y de la integración neurológica

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Lo que buscamos: Crecer en Perú

     
 

Estamos a octubre del 2011, la situación en Perú es a mi juicio apremiante y aunque los medios de comunicación se abstengan en reconocerlo y solo se detengan a comentar sobre sucesos aislados, que de por sí ya son críticos, la hecatombe social va retroalimentándose de manera terrible a lo largo de muchos años por un lado y por otro por la pésima forma de cómo el estado y las diversas instituciones van enfrentando el problema, por eso ya estamos sufriendo las consecuencias sin preocuparse por las causas, sin embargo, conforme avance en el tiempo esto será peor.

Todos, incluyendo analistas especializados, se detienen en el análisis aislado de ciertos sucesos terribles que han venido sucediéndose de manera escalonada en el país y no podríamos simplemente retrotraernos a uno, porque antes de él ya hubieron otros, tendríamos que, sin ánimo de exagerar, referirnos a la misma historia de la humanidad, que desde sus albores ha venido conviviendo con la violencia creciente y es esa la que a lo largo de los siglos se ha exacerbado de tal forma que hoy nos parece casi natural convivir con ella, nos hemos acostumbrado

Pero a esta violencia se ha sumado otra característica de la misma humanidad y es el afán de poder y el abuso de ello, de modo que en ese loco afán, cierto sector desea permanecer con el látigo en la mano y no ceder de su posición avasallante, desea seguir dominando, entonces hace uso de métodos delictivos y amorales para permanecer en esa posición que ha sido la característica predominante en todos los procesos histórico-sociales que ha experimentado la humanidad, a esa experiencia llamamos historia, cuando en realidad es la terrible anamnesis de una patología que nos está llevando a una gran debacle, siendo este afán el combustible para alimentar la hoguera de la violencia en la humanidad.

Todo esto ha pervivido en el ámbito integral de cada cultura, con características particulares en cada país, en donde existe una elite encargada de tener ese predominio sobre los demás, sobre las masas, las cuales son y han sido permanentemente utilizadas para labores subalternas y productivas interesadas. Es la manipulación social de los unos fuertes y abusivos sobre los otros, dependientes, débiles y sojuzgados. Se hace uso del poder económico aunado al intelectual y a herramientas tecnológicas, para mantener el látigo en la mano y así predominar sobre grupos postergados, excluidos y explotados: agricultores, obreros y una enorme empleocracia que subsiste gracias a los magros sueldos que les son señalados para su calculada sobrevivencia, incluyendo en esta empleocracia a ciertos colectivos como el sector público que son los que se enfrentan a otros peruanos protegiendo al sistema, incluyen a las fuerzas armadas y policiales que vienen a ser la guardia pretoriana de quienes tienen el poder político. A este último grupo se le llama la fuerza represiva asalariada que tiene que arremeter contra sus semejantes, aún sabiendo que muchas veces están de lado de lo irracional, pues con una mano reciben el salario del sistema, con la otra empuñan las armas que ese mismo sistema les da para hacer “cumplir la ley”, la misma muchas veces termina siendo injusta, por las manipulaciones de la que es objeto en diversas instancias: legislativa, ejecutiva y judicial.

Por otro lado, esta élite empoderada tiene sus propios niveles, aquellos que son los propiamente cabeza visible o no del organismo y otros que fungen de serviles facilitadores para el cumplimiento de las perversas formas de explotar a las masas, estos facilitadores son la mayor parte de políticos que reciben fondos por un lado de los grandes empresarios y por otro de grupos que lavan activos, para con ese respaldo económico auparse al poder político, desde donde ejercen la perversa función de legislar, ejecutar y sancionar a favor de quienes son sus pagadores y esto, lamentablemente ocasiona que la corrupción, que en algún momento fue una infección localizada hoy en día, sea una sepsis social o infección generalizada. De allí que existan leyes y “leyes”, unas producen contentamiento otras resquemor. Todo este abuso ha ocasionado a lo largo de muchos años resentimientos que van pasando de generación en generación y se anida en la conciencia social, en la filosofía popular, que genera una lógica de clase que observa que esa brecha se va ampliando con más perversidad y no ve cuando se termine el drama.

Paralelamente, desde los albores culturales de  la humanidad,  surge una elite encargada de la “espiritualidad”, lo cual debería ser un asunto personal, pero lo asumieron como el clero de siempre, desde los sumos sacerdotes hasta el clero de hoy, quienes lamentablemente tomaron dos caminos, uno servirse a sí mismos y otros servir al poder terrenal, los unos acarrearon riquezas y poder para sí mismos, los otros cumplen consignas del poderoso, en una simbiosis concordada, para “suavizar” a la plebe con paciencia y mansedumbre. Creo que nuestra relación con lo Supremo, con la Entidad Superior debe ser muy personal, no depender de la influencia de terceras personas, ya que eso acarrea error, subjetividad, intereses, no se puede sumar lo imperfecto a lo perfecto, además ello merece un análisis diferente, en otro contexto, lo finito no puede interpretar lo infinito. El ser humano tiene tres esferas que atender: lo orgánico, lo intelectual y lo espiritual. En la medida que exista equilibrio entre ellas entonces tendremos logros de relativa felicidad psicofísica y paz mental y espiritual.

Pero volvamos a las cosas terrenas, a nuestra insoslayable realidad. Tiempo atrás hice una serie de análisis sobre otros aspectos de la realidad peruana, por ejemplo un trabajo sobre lo sucedido en Ilave y luego otro sobre la educación peruana, ambos fueron muy leídos y diversas personas del mundo me escribieron al respecto, incluso fueron reproducidos en medios de prensa de otras latitudes, ahora puedo decir con toda seguridad que la infección generalizada, que es la corrupción en Perú y en muchos lugares del mundo, es consecuencia de la naturaleza humana, menos mal no de todos, ya que existe un sector de gente que se resiste a convivir con esta peste y entonces se transforman en gente que desea revertir esta situación y luchan de muchas maneras para lograrlo: escribiendo, hablando, produciendo, y aún liderando revoluciones culturales, pero existe otro sector que opta por la insurgencia y asumen comportamientos que en un principio resisten  todo juicio y crítica pero luego se transforman, mutan, en movimientos que son, en diversas partes del mundo, catalogados como terroristas. Pero ese terrorismo del cual se vale gente desesperada, también es utilizado por el mismo sistema y es el llamado “terrorismo de estado”, metodología inclusive utilizada desde hace mucho tiempo por un sector que asume la justicia por sus propias manos, como aquellos llamados “escuadrones de la muerte”. De modo que tanto la auténtica revolución como lo que podría llamarse contra-revolución se pervierten, desembocan en el terrorismo de masas y en el terrorismo de estado, pero quien más pierde es el pueblo porque se aleja de la posibilidad de recuperar el status del bien social mientras el sistema se pervierte definitivamente en su afán de sostener su imperante, arrogante y corrupta forma de retener el poder y el predominio sobre los pueblos, sobre los diversos colectivos excluidos de la participación de beneficios que pertenecen a todos, porque el trabajo es un plus, es el valor agregado.

Sin el trabajo no existiría utilidad o ganancia. Podríamos colocar miles de billetes y por obra de lo espontáneo este dinero no podría fructificar, es el trabajo el que permite darle valor agregado a la cosas y estas valer más. Un ejemplo: Un árbol de por sí tiene un determinado valor, pero conforme van agregándose labores va creciendo en valor, al transformarse en tablones de madera, al ser confeccionado un mueble, al ser transportado a otros mercados, etc., etc., de manera que los señores capitalistas no deberían arrogarse todo el crédito de utilidad, el trabajo también tiene valor y no solo debería ser la mínima parte y no ser copartícipe de utilidades tan importantes como la del mismo capital, una mejor distribución de la riqueza acarrearía contentamiento, paz social.

Pero en nuestras sociedades a nivel  mundial, estos sectores terroristas tanto de un lado como del otro, que no son capaces de utilizar los mecanismos legales para cumplir con lo que les exige el cargo o en todo caso de quienes se consideran revolucionarios pero se pervirtieron, están equivocados; mas ¿qué pasaría con quienes se acogen al derecho constitucional que en si también es confuso?, veamos:

Artículo 46°. Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes.

 

La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional.

 

Son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas.

 

Que nadie debe obediencia a un gobierno usurpador está suficiente claro, insurgir significa sublevarse, emerger, insurreccionarse y lo que se hizo en un determinado momento es lo que se llama revolución, justamente eso, sin embargo el sistema lo condena, y surge el encarcelamiento y la sentencia sobre quienes insurgen o se sublevan contra el sistema corrupto. De modo que este artículo 46º necesita darle la interpretación precisa o en todo caso ser eliminado de la Constitución, para no caer en la contradicción de extender un derecho que luego será condenado.

Por ejemplo al escribir estas líneas podría, a la vista de torcidas interpretaciones, estar exponiéndome a ser tildado de subversivo, ya que ese es el mecanismo al cual recurre el “sistema”, para deshacerse de quienes les ponen los puntos sobre las íes, pero debo hacerlo, debo escribirlo, me lo dicta la conciencia. Además creo que muchos temas en mi país necesitan ser analizados con equidistancia, entonces podríamos solucionar aquello llamado: narcoterrorismo, el terrorismo en sí, también el narcotráfico, los grupos de violencia juvenil,  los levantamientos populares, la problemática carcelaria, escuadrones de la muerte, etc., y entonces el delito en sí podría ser visto con más claridad, como tal, y no con la carga social, política e insurgente como viene apareciendo alrededor del mundo.

Existe desde hace mucho tiempo en esta parte de América y creo de otros países del mundo, gente que  está totalmente descontenta de la forma como algunos ejercen el poder que se les confiere, de aquellos que lo hacen de manera abusiva, sesgada y pervertida, sirviendo a quienes les adulan o tienen entre sus garras, sea por nexo económico o atrapados por la amenaza, la extorsión y el chantaje de quienes conocen sus secretos y entonces no tienen más remedio que servir a quienes los tienen “encadenados”.

Estamos en el transcurso de un nuevo gobierno constitucional, una relativa mayoría votó por esta opción y la otra, incomprensiblemente, votó por quienes representan la abierta corrupción y delictuosa manera de gobernar y así quedó demostrado al ver a decenas de sus líderes encarcelados, sentenciados y hasta enfrentándose entre ellos, comprobada ya su culpabilidad; pero luego de aquel decenio, han transcurrido ya once años y tuvimos la misma imagen corrupta de gobernar y hacer política, inclusive en el actual gobierno ya tenemos personajes equivocados que están enclavados en el poder, lo que demuestra que asumieron el cargo con encargos, incluso con la firme convicción de luchar por sus propios intereses, tal es el caso del congresista Romero por Madre de Dios; o el caso de quien en otro momento ha demostrado una débil forma de velar por los intereses de un colectivo que en Perú representa una enorme masa, a mi juicio del 24% de la población peruana si no es más, y me refiero al mal llamado sector de las Personas con Discapacidad, ahora ocupa el sillón del CONADIS como si realmente lo mereciera, pero allí está el Sr. Wilfredo Guzmán Jara, el tiempo se encargará de aclarar el panorama. Creo que deberíamos ser llamados Personas con capacidades diferentes  ya que está suficientemente claro que existen personas que hablan, ven, oyen y caminan que sufren si discapacidad para gobernar, legislar e impartir justicia, ellos si son discapacitados, pero no quienes teniendo limitaciones nos esforzamos por buscar equidad y justicia. Somos capaces y capacitados, con limitaciones o en todo caso capacidades diferentes que son expuestas en compensación a lo perdido.

Ahora bien, el enorme sector de población deprimido, sojuzgado y excluido, es consciente de las restricciones a las que ha sido expuesto, de cómo es insuficientemente nutrido, educado y atendido en sus necesidades sanitarias, urbanísticas, previsoras y como son conculcados de muchas maneras sus derechos y encima de ello, terminan siendo explotados por quienes tienen las industrias, las empresas y los medios de producción, tecnificados y aglomerados en bancos, entidades crediticias, empresas propietarias de terrenos, los mismos que son protegidos por leyes dadas por sus cómplices enclavados en el sistema. Las masas son conscientes del abuso que son objeto, de la postergación de sus derechos, de la forma como son arrinconados a una especie de “ghettos” o reservas llamados pueblos jóvenes o asentamientos humanos.

Mientras una clase media acomodada, conformada por el amplio sector de empleados de ese sistema, viven rumiando sus limitaciones en barrios con ciertas permisividades y otro sector de gente acomodada, herederos y descendientes de quienes son los gerentes, socios, tenedores y clientes de la bolsa de valores, son los que tienen los mejores alimentos, las mejores escuelas, acceso a las clínicas de primera y lógicamente cuentas bancarias y tarjetas de crédito que les permite disfrutar de todo cuanto se les antoje. Esas son las diferencias marcadas en nuestra sociedad, en donde el intelecto puede servirte para ser reclutado por el sistema y obligado a servirle o a tomar conciencia de esta realidad, pero terminar pudriéndote en una cárcel por “subversivo o terrorista”. Hay un pequeño sector de gente pensante que prefiere vivir tranquila al amparo de los recursos obtenidos, pero rumiando la insatisfacción, pero sin el valor y la dignidad para decir las cosas claras, por temor a perder esas pequeñas comodidades que disfruta.

¿Pero a qué sistema me refiero? Pues aquel que está constituido por lo establecido, lo instituido en una sociedad como “normal”, porque así fue dispuesto por los interesados en que eso sea aceptado, para ello se valieron de leyes, decretos y cada instante nacen proyectos de ley para acomodarlo todo, de tal forma que los de arriba puedan vivir cómodos sin sustos, ya que al primer respingo de protesta pues la guardia pretoriana hará cumplir la ley al insurrecto peruano, al que ose mirar de frente al abusivo y reclamar sus derechos, eso sucede desde aquel peruano que reclama el ingreso a ciertos lugares de los cuales es excluido, o de aquel que reclama su derecho a la tierra, de quien exige mejor atención de salud y de aquellos que desean llenar sus expectativas educativas, porque ya que se han dado cuenta de lo que se le da en la escuela, la universidad o el instituto no es más que retrógrado, anacrónico e inútil, en un mundo que avanza a velocidades cada vez más mayores.

 

Ese sistema está conformado a nivel mundial por quienes creen tener el único derecho de acceder a las fuentes energéticas, a los recursos naturales y seguir explotando el trabajo de millones de seres humanos que deben estar a su pleno servicio, para ellos no hay límites geográficos, no respetan nacionalidades, si algo necesitan y existe en determinado país pues ingresan con sus fuerzas armadas multinacionales y bajo cualquier pretexto derrocan a quien en otro momento fue su amigo y socio, hoy no, hoy es un estorbo. Ese sistema es el que a su vez dirige la espiritualidad de la humanidad y en algún momento creyó propicio creer en el Dios Zeus, hoy es propicio creer en las interpretaciones eclesiásticas que mañana podrían ser cambiadas. Hoy es la iglesia católica y sus colaterales las que tomadas de la mano ecuménicamente cogobiernan el mundo, y tal parece que así persistirá, pero llegará el momento en que todo eso será desenmascarado, pero que ya está claramente identificado, ya la hipócrita máscara ha sido arrancada, a ese clero solo le sostiene en el poder la asociación con el poder civil, que mantienen sistemáticamente por siglos y se ha extendido por todo el mundo como un cáncer, que a su debido tiempo será erradicado.

Hoy en Perú vemos como a ese poder clerical asociado al poder civil, se le permite despotricar y pavonearse en la procura de absorber una universidad, que debe regirse por principios académicos e institucionales y no por directivas desde Roma, en su afán de seguir extendiendo los tentáculos a todo aquello que les signifique mayor poder y riqueza temporal, se han apoderado de escuelas, instituciones y del cargo político, gracias al Opus Dei, al Sodalitium, a la banca afín, etc. Creo que una iglesia debe circunscribirse a su tarea espiritual y que debería ser testificada con un comportamiento ético, tolerante y respetuoso, lo cual no ha sido fiel a lo largo de los siglos, hemos sufrido la persecución de la Inquisición y la perversa pedofilia sin descontar la intromisión en los asuntos de gobierno de las naciones. ¿Dónde estuvo la iglesia cuando las naciones sangraban en las dos grandes guerras? ¿Y dónde, frente a los cientos de guerras en el resto del siglo XX? Bueno, al respecto hemos sugerido que en las escuelas debería en todo caso estudiarse la historia de las iglesias y no imponerse el credo de una sola en particular, ese absolutismo e imposición de fe ha sido pernicioso en mucho tiempo, lo único que ha ocasionado es el envilecimiento de quienes han desarrollado al amparo del engreimiento, engolosinados en el brillo y la ostentación de tomar decisiones por más equivocadas que sean los resultados.

Pero volvamos al análisis característico de nuestro tiempo, donde la violencia se ha enseñoreado desde los hogares hasta las calles y las instituciones y es que las juventudes especialmente son quienes están haciendo crisis, desbordando lo que constituye el orden y el respeto, utilizan piedras y palos, inclusive armas de todo tipo para hacerse notar y hacer conocer sus decepciones y resentimientos acumulados por muchos años. Estos jóvenes vienen acumulando una serie de descontentos, son conscientes del abandono en que se encuentran y el desamor y el utilitarismo con el que son tratados, son plenamente conocedores del rol equivocado que venimos cumpliendo los adultos como maestros, como líderes, como gobernantes y aún como padres, ya que ellos sufren el abandono del que son objeto, no son atendidos y son relegados al cuidado de nanas humanas y tecnológicas, inmersos en un consumismo que malgasta lo mal habido, encima se les priva del hogar y la familia a muy temprana edad con la disculpa del aprestamiento, cuando en realidad lo que se busca es poder disponer de más adultos trabajando, mano de obra barata y que los hijos sean “educados” en la frialdad de las aulas o en todo caso los “wawahuasi”, pero educados con una curricula paupérrima e insuficiente, con maestras mediocres y que a su vez sufren de carencias de todo tipo. Nadie puede dar lo que no tiene, sería cuestión de investigar los orígenes de muchas de estas “maestras”, es decir niños sufrientes son guiados, tutelados, orientados por quienes tienen a su vez carencias que no han sido debidamente suplidas.

La formación de estas criaturas es imposible por padres cada vez más comprometidos en la adquisición de medios económicos, en la satisfacción de conductas consumistas, alimentadas desde los medios de comunicación, los mismos que ha  dejado de cumplir su rol fundamental, que debería ser educar, comunicar, informar, recrear, porque solamente son los que divierten, distraen y en todo caso corrompen y lo que es peor atosigan el espacio comunicacional con más violencia, descaro y coprolalia, y el sistema ¡muy bien gracias! No hace nada al respecto, porque le conviene las cosas sean así, es el circo necesario para divertir al pueblo, mediante una prensa sensacionalista, los escándalos, los crímenes no resueltos, etc. Al sistema le es más conveniente tener las masas incultas, desinformadas y mediocres, masas que no piensen, sino solo obedezcan, si estas masas se rebelan entonces para eso las fuerzas policiales y el ejército tienen armas, ¡Asunto arreglado! Esas fuerzas armadas deben cumplir con su deber, sin dudas ni murmuraciones… De eso ya tenemos muchos ejemplos en el país.

De modo que ese es el sistema y esos son quienes ayudan al sistema con leyes convenientes y otros los que la hacen cumplir a rajatabla, para eso se les paga. Ese sistema dispone lo que se siembra, lo que se cría, lo que se compra y lo que se vende, no hay discusión, inclusive los precios y las calidades. Ese mismo sistema es el que dispone que se extrae de la tierra, dónde y cuándo, por eso todo Perú se ha explorado, cavado y parte de él se ha exportado, el resto se exportará después, Perú es una fuente riquísima de insumos y alimentos y todo barato, también es proveedora de mano de obra barata para el mundo, por eso millones de nuestros compatriotas se encuentran en el exterior cuidando enfermos, pastoreando ganados, cultivando tierras, limpiando casas y oficinas, muy pocos son los que desempeñan profesiones, los más son simplemente mano de obra barata y los matrimonios peruanos deben dedicarse a procrear hijos para luego enviarlos a servir al extranjero, para cuidar las máquinas productoras de productos sintetizados que nosotros importaremos, mientras ellos reciben la exportación de nuestra riquísima producción natural.  Repito, a ellos les interesan nuestros productos naturales, que adquieren vía “tratados de libre comercio”, mientras a nosotros nos llegan productos químicos, procesados en laboratorios que lograron sintetizar sabores, colores y texturas de “alimentos”, que llegan a nuestras mesas embolsados, mientras ellos se nutren de primera con nuestra producción, nosotros sobrevivimos con la síntesis de sus laboratorios que les da utilidades y ganancias y ellos se regodean con las exportaciones baratas de frutos y vegetales que salen por nuestros puertos, muchos de ellos concesionados.

Mientras tanto, lo que sucede en los estadios y las calles que son ruta de barras bravas, no es más que el reflejo de todo esto, miles de jóvenes consumistas se han encadenado al endiosado deporte del balompié, para transformarse en vándalos y delincuentes, consumidores de alcohol, droga, portando armas, procurándose lo necesario para el vicio mediante el robo y el asalto y ajustando cuentas al más vil estilo gansteril. Tenemos incluso el caso de niños bien, que han acunado resentimientos, no de carencias materiales sino de vacíos afectivos y han adosado a su mente modelos de padres, tíos y abuelos que solo consiguieron la bonanza material mediante el dolo y el engaño, inclusive de quienes deberían tener profesiones dignas, pero disponen de consorcios mafiosos. Los clubes han recurrido a estas barras bravas para mediatizar ciertos apetitos y arreglar cuentas con sus contrincantes, algunas directivas se han convertido en el refugio de mafiosos que acceden al poder temporal mediante la dádiva y el fraude, es una pena que el deporte que es actividad física con reglas y normas, haya terminado siendo solamente el despilfarro de esas energías, en la adquisición de cuentas bancarias y en el desborde de la violencia en aras de una competitividad que debería darse solo en el campo de juego y no en las calles, menos mezclándola con el espectáculo barato, ni con el deterioro moral dejando discurrir sus nombres en paralelo con las lentejuelas o los antros. Dejó de ser el culto al esfuerzo físico, para convertirse en el culto al dinero y a la violencia, en el negocio de palcos, marcas de cerveza y espectáculos denigrantes, ya no es la búsqueda del olímpico premio sino del vergel y el vil dinero comprador de vicios y desenfreno.

Esa misma violencia desbordada en estadios y calles, es la que está contenida en estos jóvenes pandilleros que en otro momento la exteriorizan con bandas escolares, o simplemente de barrios, en donde imponen sus criterios en base a la pedrada, la cuchillada y balazos, segando vidas de aquellos que pretenden entronizarse o de otros que desean salir del grillete que les significa pertenecer a estos grupos violentos, diría mejor de rituales fundamentalistas practicadas por niños y jóvenes inmaduros, que tienen detrás a líderes fantasmagóricos que se esconden en instituciones vilmente enmascaradas.

Toda este resentimiento de injustica, carencias, exclusión y abandono, es canalizado por la juventud hacia lo que ellos consideran debe destruirse y es este estado de cosas, para ellos las normas deben derruirse, quieren vivir como les place, imponer su voluntad, hacer lo que les viene en gana, ya que en ese mundo han crecido, viendo a los adultos vivir de esa manera: robando mintiendo fingiendo, consiguiendo todo a fuerza de imposición y descaro. Esos jóvenes han visto cada día en sus gobernantes la desvergüenza y el descaro, la hipocresía y el abuso, se han visto abandonados por el estado, por eso es que se transforman en hijos amorales, y hasta toman un arma y arremeten contra sus padres que representan a los adultos más cercanos, estos jóvenes ya no tienen escrúpulos, ni hacen ascos a la hora de procurarse lo que buscan, porque ese modelo recibieron.

 

Muchos padres nos preocupamos por nuestros hijos, porque lamentablemente reciben formación equivocada en las escuelas, en la calle, en los cines, en la televisión, con programas desviados a cargo de personas de dudosa procedencia; con series cargadas de mentira, engaño y traición. ¿De qué hablan las telenovelas?: de engaño, traición, mentira, es el mismo guión de las series de televisión y de los juegos. Todo está plagado de este ingrediente, las tiendas, los mercados, las ferias, todo es engaño. Al comprar una bebida consumes engaño, porque es un producto sintetizado, no es natural; los dulces, los chocolates, las galletas todas están cargadas de preservantes y productos sintetizados. Los mismos productos que supuestamente deben alimentarnos, son cargados de hormonas, insecticidas y han sido regadas con aguas contaminadas, todo nuestro organismo está plagado de seudo nutrientes. La papa yo no tiene sabor, las lentejas carecen del sabor característico, la jamonada sabe Dios qué carnes tendrán, las hamburguesas, quizá nos puedan hacer ladrar, maullar, quizá relinchar…

Esa desnaturalización es la que nos está arrastrando a una serie de conductas pervertidas, no somos ya naturales, hemos abandonado la naturaleza, la bondad, el amor, y hemos dado paso al sintético, al malvado y al egoísta, ellos son nuestros paladines; la solidaridad ha sido echada de lado, ahora solo prima el interés por lo mío, me interesa más mi bienestar que el de mi vecino; a él, que se lo coma el tigre. Esa pérdida de solidaridad nos hace rodar por la pendiente de la insensibilidad y entonces dejamos de ser compasivos, eso nos transforma en seres calculadores, la sociedad dejó de ser tal, porque está fragmentada, dividida, ya no somos grupo somos partículas y eso nos debilita, nos expone, nos hace vulnerables. De allí la enorme cantidad de errores genéticos, hay quienes dejan de ser varones o hembras para convertirse en el inexistente y mal llamado “tercer sexo”, y todo  porque a diario ni sabemos lo que consumimos, los negocios de alimentos son los más pervertidos y criminales, porque el daño es enorme y no se puede corregir, tener hijos hoy en día resulta irresponsable, porque todos somos ya carga genética pervertida, desnaturalizada, los hijos que nacerán a futuro serán peores, de allí la sentencia bíblica, que serán amadores de sí mismos y faltos de amor hacia los demás, desordenados y sin Dios en sus vidas. ¡Una pena!

Hoy vemos cómo se regentan negocios donde se mata gente diariamente, en el juego, en el licor, la prostitución, las drogas, salones de baile incendiados, hoteles de la muerte, juegos mecánicos mortales, excursiones escolares con pérdida de vidas y hasta los campos deportivos se han transformado en el inicio de ritos fúnebres anticipados. ¡Qué seguridad tienes de criar hijos, para después entregarlos tempranamente a los brazos de la muerte? ¿Qué terrible designio es ver crecer a nuestros hijos para después enterrarlos aun siendo niños? ¿Quién da licencias a estos señores para que organicen bailes, juegos y pretendan divertir a nuestros hijos, cuando lo que en realidad deberían buscar es recreación y no divertimento? ¿Quién es el que está enseñándoles equivocadamente a buscar lo que no corresponde? ¿Por qué no pueden comprender que divertirse, es distinto a recrearse? ¿Qué nos impide a ser más severos con nuestros hijos y darles diario consejo para enseñarles a respetarse a quererse y a estimarse de la mejor manera?

Este país, Perú, sería diferente si nosotros los adultos fuéramos diferentes, pero no, nos hemos convertido en carroña, desde el primer poder hasta el último habitante, la mayoría se ha dedicado a mentir, robar, engañar, traicionar, eso es lo que ven los niños y los jóvenes y nosotros somos cómplices de todo ello, debemos dejar de consumir todo ello, no comprar, no asistir, no colaborar con nuestro mal. No comprar licores, no cigarros, no diarios ni revistas sensacionalistas, no programas de televisión basura, no juegos electrónicos inadecuados. Debemos filtrar mejor lo que nuestros hijos consumen, antes que sea demasiado tarde. Nuestros jóvenes aprenden estos comportamientos violentos en todas esas fuentes, que sumada a la ingestión de productos sintetizados producen células degenerativas, estas crecen desmesuradamente y sin control, entonces el organismo se debilita, se expone a la pasión, al desenfreno y se pierde el control y la noción de lo correcto, se hace de lado la disciplina y la mesura, para dar paso al capricho, la violencia y el cáncer.

Esta sociedad entonces es la suma de todo este derroche desbordante de permisividad, libertinaje y apetitos equivocados, el sector de arriba de este triángulo, es el que impone criterios equivocados, sembrando desorden, es un río revuelto para ganancia de los pescadores, quienes seguirán explotando una sociedad debilitada, sin defensas, que no tiene coordinación, porque viven apenas para satisfacer lo primordial, lo primario. Una sociedad de necesidades primarias apenas atendidas es una sociedad primitiva, dependiente, casi tribal; manejable, es como si fueran animales enjaulados con poca comida y debilitados al límite de la enfermedad, como para no morir, pero si poder servir de algo a quien tiene la llave de las jaulas, eso hacen de nosotros los de arriba, nos dan apenas lo justo para que no muramos y sigamos arañando la tierra para ellos, al menos para proveerles de granos y minerales, de peces y ganado, dejándonos a nosotros las menudencias y lo que se escape de su control, repartiendo apenas unos míseros salarios y una que otra atención que nos llegue a través de programas sociales pésimamente atendidos, que lejos de ser asistencia viene a ser un martirio más para el pueblo, que ya se cansa de recibir mendrugos encima cargados de venenos.

Pero nadie dice nada de aquellos granos, legumbres secas o enlatados que tienen cargas insospechadas. Un estudio realizado por el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade) determinó que algunos alimentos enviados por Estados Unidos contienen concentraciones desde un 3 por ciento hasta más de 10 por ciento de productos genéticamente modificados, lo que produjo la reacción de un diplomático  norteamericano, pues vaya uno a saber todo, pero… cuando el río suena es porque piedras trae…

Nuestro país se encuentra entrampado entre la violencia callejera y la violencia del sistema, entre ambos tienen al grueso de la población entre la espada y la pared, ¿qué hacer frente a esto, si nadie pone remedio al problema…? A mi juicio solo nos queda trabajar fuertemente en nuestros hogares, creo que allí podremos recuperar en alguna manera lo que se está perdiendo fuera, quizá no logremos vencerlo todo pero habremos ganado algo en la batalla, para ello debemos usar mucha fe, mucha oración, tener mucha esperanza en que esto puede, sino revertir por lo menos recuperarse en gran manera, creo que Perú es aún posible de recuperarse, para ello debemos coadyuvar a quienes tengan voluntad de cambio, a quienes nos demuestren que realmente desean un mejor país, ayudemos a esas personas, a quienes estando en el cargo demuestren que están remando en el sentido correcto, y a quienes estén dándonos señales de error, de equivocada forma de gobernar, entonces démosle la espalda, de ser posible denúncielo a la buena policía y lo juzgue un buen juez, busquemos  en la comunidad la forma de reunirnos para crecer, para con sus vecinos hacer quizá una cruzada en procura de una nueva familia para bien, para cuidar de nuestros hijos, para cuidar nuestras espaldas, para a partir de allí curar nuestra comunidad, nuestro barrio y nuestro país.

No creo todo esté perdido, creo que así como la gota de agua labra la piedra, así nuestras permanentes recomendaciones a nuestros hijos y el permanente reflexionar nuestro será fructífero, de modo que rendirse será nuestra perdición, tendremos que ser constantes y persistentes en la búsqueda de mejores resultados, no todo está perdido, solo en  la muerte es irrecuperable la vida, de modo que mientras estemos vivos tendremos que seguir luchando, reitero con oración y con corrección.

A Dios rogando y con el mazo dando… o reza, pero sigue remando.

Jorge Paredes Romero

Lima - Perú

 

 
 

Es bueno tener información para descubrir y defenderse del poder oculto que destruye a la humanidad, que las amenazas no nos intimiden.

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