Es así
como el 10 de Febrero de 1941, abrió sus puertas a la
población peruana con el nombre oficial de Hospital
Mixto y Policlínico de Lima, lo que hoy es el hospital
Guillermo Almenara, nosocomio que siempre estuvo a la
vanguardia en medicina, es así que el primer transplante
de corazón se realizó el 20 de mayo de 1993,
posteriormente en 1948 se estableció el
Seguro
Social
del
Empleado,
con la apertura del
Hospital
del
Empleado, que tuvo la oposición del gremio médico
nacional, que consideraba esto como un peligro para la
demanda de la atención médica privada.
Como
vemos el hoy EsSalud tiene orígenes desde 1936, es decir
72 años, tiempo en el cual debió haber madurado y
obtenido la suficiente experiencia para prestar los
servicios que corresponde a una auténtica seguridad
social, ha cambiado nombres, los últimos que se le
conoce son Seguro Social del Perú allá por los años 70,
posteriormente se denomina Instituto Peruano de
Seguridad Social IPSS y hoy es EsSalud que viene a ser
El Seguro Social de Salud creado por Ley Nº 27056,
promulgada el 29 de enero de 1999 y publicada el 30 de
enero de 1999, días después de la tan publicitada ley
27050 de las Personas con Discapacidad..
Durante
72 años esta institución, lejos de velar por la salud de
los peruanos, tal como reza su último eslogan (Más salud
para más peruanos), se ha preocupado por otros
menesteres como son servir de refugio a miles de
funcionarios que están muy distantes de revertir en la
institución, un profesionalismo capaz de hacerla
funcional. Justamente un funcionario es aquel que
permite que una institución o empresa sea funcional,
pero ¿qué se puede esperar de personas que no disponen
del tecnicismo suficiente para tal desempeño? de allí
que por ejemplo tenemos ese elefante blanco que está
erigido en la cuadra 14 de Arenales, y las decenas de
enormes edificios regados en todo el país que no cumplen
función hospitalaria sino que son solamente enormes
postas médicas.
El día 15
de Enero del 2008, con la presencia del Sr. Presidente
de la República, el Ministro de Salud, alcalde de Los
Olivos hemos visto la pomposa inauguración de un nuevo
servicio llamado Red EsSalud en Los Olivos, esperamos
sea algo que efectivamente sea lo que su nombre indica y
cumpla con cubrir las deficiencias del cono norte en lo
referente a la atención de la salud de los asegurados y
afiliados a este sistema, aunque nosotros pensamos que
una seguridad social debe cubrir todo el universo de
peruanos sin distinción, para ello debe tomar lo
necesario de los recursos fiscales, siendo la salud la
primera necesidad básica en ser atendida como base de
una futura ciudadanía resguardada y protegida, preparada
para estudiar y luego trabajar (Salud - Educación -
Trabajo).
Aquí se puede leer acerca de la pomposa inauguración
Esto no
ha sido así a lo largo de estos 72 años de existencia
del sistema de seguridad social en nuestro país, se
inauguraron centros hospitalarios que no vienen a ser
sino más elefantes blancos, inmensas postas médicas, a
las que denominan erróneamente hospitales, dos casos que
he apreciado personalmente: el hospital Manuel de Torres
Muñoz en Mollendo, Arequipa y el Hospital Marino Molina
de Comas en Lima. En ambos centros de salud noté las
deficiencias y carencias de especialistas, por lo que se
ven obligados a transferir a los pacientes que lo
requieren a hospitales como Almenara o Rebagliati en el
caso de Lima, o al central de Arequipa en el caso de
Mollendo. Muchas veces en esos traslados fallecen los
pacientes.
Estos
centros de salud no tienen especialistas acorde a las
necesidades de las enormes poblaciones en riesgo que
viven en esas zonas, por ejemplo Comas es una zona
rodeada por un anillo industrial, con pistas de
peligroso transito, con enfermedades de tipo
profesional, sin embargo ese hospital Molina no tiene un
cuerpo médico ni el equipamiento suficiente para atender
casos de alta incidencia en la zona. Lo mismo sucede en
Mollendo, un puerto de movimiento de containeres,
barcos, vehículos y maquinaria pesada, una carretera de
alto riesgo, almacenamiento de combustible, zona
playera, sin embargo su hospital no puede atener casos
de cuidados intensivos y de necesidad especializada. Es
tan patético este caso que recuerdo el año 1972, cuando
me accidenté en la Quebrada de Guerreros cerca a
Mollendo, me llevaron a ese hospital, que hacia pocos
años había sido inaugurado, sin embargo, no pudieron
realizar una neurocirugía, después me trasladaron a la
ciudad de Arequipa donde recién fui intervenido, una
operación de tipo neurológico el tiempo es crítico,
minutos, horas, y días pues ni hablar. Han pasado de
aquel entonces 35 años y la realidad de ese centro
médico es el mismo, ¡Se pueden imaginar? Es un inmenso
nosocomio, pero de pequeña cobertura.
Esto se
reitera en todo el país, con farmacias mal abastecidas,
listas de medicamentos no suficientes para las
enfermedades que se diagnostican y que deben ser
derivadas a hospitales lejanos. En el propio Lima, el
servicio de Padomi (Programa de atención domiciliaria),
no tiene especialistas suficientes para numerosísimos
casos de ancianos y personas con limitaciones, que
tienen enfermedades y secuelas propias de su edad y
estado, de modo que debe esperarse por meses la
presencia de un especialista que debe atender a cerca de
30,000 pacientes. Los médicos de cabecera se inhiben de
recetar medicamentos no autorizados y eso es ilegal,
solo disponen autorización para ciertos antibióticos y
analgésicos, de allí que la cronicidad de algunos males,
lleve a la tumba tempranamente a los pacientes, lo cual
podría evitarse si se combate la enfermedad, con un
diagnóstico adecuado y una farmacoterapia precisa en su
estadio agudo.
Los
limites a los cuales están obligados a respetar los
galenos, les impide ejercer adecuadamente su profesión y
debe causarles algún tipo de frustración profesional,
sino sentimientos de culpa, eso sería detectable si se
realizara una encuesta sincera entre los médicos que
laboran en ese programa, que tiene dos ángulos, uno que
permite descongestionar los hospitales y facilita al
paciente su atención pero que pervierte la función
médica y terapéutica, por las limitaciones del servicio,
limitaciones que vienen por directivas administrativas
que buscan ahorrar gastos, para ser despilfarrados en
otros menesteres. ¡Vaya uno a investigar!
Equipos
que ya deberían ser descartados que no dan signos
precisos en sus resultados y profesionales que se van
contagiando con el modelo que emana de los altos
directivos, esa abulia, desinterés e insensibilidad por
brindar una auténtica seguridad social, de allí la
actitud de muchos trabajadores de EsSalud, que a lo
largo de los años de trabajo, pierden la mística que en
sus primeros años tuvieron, al egresar de la escuela o
universidad donde recibieron formación sanitaria.
Jorge Paredes Romero
DNI 10380914
Telef.:
5414264
Lima - Perú