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Algo que realmente me preocupó desde niño fue justamente el sistema de salud de mi país, ver a los abuelos enfermos, a mis padres, a miembros de la familia y vecinos, compañeros de aula, me llevó a pensar en este tema, sin pensar que alguna vez estaría yo inmerso en la necesidad de ser atendido y de qué manera…
En EsSalud por ejemplo, hay una gran diferenciación de atención para quienes son asegurados activos o para quienes somos pensionistas o familiares, es como si unos tuvieran mas derechos que otros. Vamos por partes, la libre desafiliación de las AFP nos hace ver que no tenemos un sistema pensionario eficaz, hay quienes podemos sobrevivir gracias a nuestro esfuerzo, a lo que se suma la ayuda de nuestra familia, pero en líneas generales se puede ver que el sistema pensionario no es equitativo, ni refleja una autentica seguridad social. Pero en donde puede verse más claramente los resultados, es que al final las ineficiencias del sistema público dan lugar al surgimiento de negociados en educación, salud y en pensiones surgen las AFP, pero estas tampoco pueden dar tranquilidad a la hora de obtener una pensión. Encima de ello tenemos los sistemas de salud que existen en el país, por un lado tenemos EsSalud, por otro a MINSA, cada quien ha implementado una serie de modalidades de afiliación, EsSalud tiene una plataforma amplia de afiliación, para quienes pueden pagar y esto se extiende a diversos grupos sociales o trabajadores o para quienes particularmente desean acceder a los servicios de EsSalud, cada una de esas modalidades tiene sus imperfecciones, pero así es el negocio, de esas imperfecciones es justamente de donde se obtienen utilidades. MINSA por su parte también ha implementado una serie de modalidades, que en algún momento se fusionaron y aparecieron otras nuevas. Conocemos los Red Clas, las Postas, el SIS, pero todo ello no ha permitido dar calidad de servicio a millones de personas que la requieren. Recuerdo los años 50 en que, por depositar una carta en el correo se compraba unas estampillas en donde se leía pro-desocupados, pero ¿realmente cumplían ese trámite los ingresos obtenidos? Tendríamos que hacer historia, levantar datos, remontarnos a esos tiempos con una fiscalización. En Perú hay millones de gente desempleada o subempleada, pero la desempleada sufre los estragos de la necesidad, hambre, falta de atención sanitaria y no tiene acceso a vivienda, recreo ni estudio para los hijos mayores, y ¿qué si tienen alguna persona con discapacidad en familia? Justamente eso produce desamparo a sectores tan importantes como la niñez y la juventud, sin que por ello restemos importancia a la adultez y tercera edad, pero justamente una niñez y juventud desamparada, darán como resultado una vejez sufriente y sin defensas. El país requiere de proyectos y programas de protección para jóvenes y niños, que les tenga en una vida segura y protegida, ya que más tarde se transformarán en una carga social, difícil de sostener: ¡Por la falta de previsión! El gasto social se orienta a otros fines, dedicándose escasas cantidades al fin correcto, allí que los pobres, los desempleados, los enfermos y los ancianos, no tengan acceso al apoyo suficiente en lo social, salud y recreación. La sociedad necesita reconocer que sus ancianos alguna vez dieron mucho por el país y cuando llegan a la tercera edad requieren sentirse protegidos y tener una vejez tranquila y sosegada. ¿Lograremos implementar realmente un sistema de salud o seguridad social integral o universal? ¿Podrán las fuerzas armadas renunciar a sus privilegios para compartirlas con la población? ¿Es que deben existir sectores con privilegios, cuando la seguridad social debe englobar a todos sin excepción? Esperemos que surjan nuevas luces, que iluminen a nuestros políticos y puedan encontrar salida en este callejón de ineficiencia que es el sector salud.
Jorge Paredes |
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