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Las vacunas son, qué duda cabe,
necesarias. Pero no en todos los casos. Añádase que todas las vacunas
-incluso las tenidas como más seguras- comportan un riesgo potencial
para la salud y se entenderá que no es admisible que esa decisión se
deje siempre en manos de los gobiernos o de los médicos. Antes bien, el
ciudadano tiene derecho a estar informado tanto de los beneficios como
de los posibles riesgos. Y, por supuesto, tener la última palabra. Algo
que, sin embargo, no ocurre siempre.
La falta de información veraz es la causa de que
muchas personas acepten vacunarse contra todo aquello que les
recomiendan las autoridades, convencidas de que si lo dicen los expertos
es lo que hay que hacer. Actitud a la que han contribuido enormemente
los medios de comunicación -especialmente cuando surge algún brote
infeccioso masivo-, influidos sin duda por las estadísticas
proporcionadas por las grandes multinacionales farmacéuticas. Sin
embargo, no todo el mundo comparte tan acrítica aceptación. A fin de
cuentas, para éstas las vacunas son un negocio. Y una vacunación masiva,
un negocio masivo.
Se alega que en tales casos son los propios
ciudadanos los que presionan al Gobierno para que ponga en marcha un
programa de vacunaciones pero se obvia decir que la gente carece en
general de la información necesaria y desconoce los riesgos que ello
conlleva.
Pues bien, precisamente para que el ciudadano tenga
acceso a una información menos sesgada y, en consecuencia, tome sus
decisiones libre y responsablemente, han surgido recientemente varias
asociaciones en todo el mundo. Siendo en nuestro país la primera la
Liga para la Libertad de Vacunación, con sede en Barcelona, nacida
para ofrecer un marco que garantice a las personas el derecho a decidir
si quieren o no vacunarse así como para velar por los intereses de los
afectados por las vacunas.
Valga como ejemplo de esto último la sentencia
judicial que hace escasos meses obligó en Cataluña a los laboratorios
Glaxo-Wellcome a indemnizar con 22 millones de pesetas a Alba,
una niña de 5 años contagiada de poliomielitis tras serle administrada
la vacuna contra esa misma enfermedad, en compensación por la parálisis
del brazo izquierdo. La sentencia dio por probada la relación
causa-efecto por deducción lógica entre el suministro del fármaco y la
enfermedad, aun cuando el juez subrayase que se trataba de "un riesgo
de escasísima frecuencia, muy bajo, ínfimo, por lo que en modo alguno
neutraliza el beneficio general de las campañas de vacunación
permanente". La madre de Alba, que vacunó a su hija pensando que era
obligatorio, dijo que nadie la había mencionado los posibles efectos
secundarios.
En definitiva, aunque fuese verdad que el riesgo es
pequeño, éste existe; y la simple posibilidad de que se puedan producir
efectos secundarios adversos en algunos pacientes es suficiente para
insistir en su derecho a elegir y a poder reclamar legalmente en caso de
que la vacuna provoque una lesión o la muerte.
EL PAPEL DE LOS
PEDIATRAS
Aún recuerdo el
testimonio de un padre contando que el pediatra de su hijo -de pocos
meses- le había echado de la consulta cuando "se atrevió" a preguntar
sobre las posibles contraindicaciones de la vacuna DTP (Difteria,
Tétanos, y Tosferina). Pregunta no tan "descabellada" cuando en EE.UU. y
algunos otros países está siendo objeto de un estudio para averiguar su
incidencia en la muerte súbita infantil. Me gustaría pensar que
esta reacción fue un incidente aislado y quizás en aquella ocasión ese
médico tuviera un mal día.
Sea como fuere, el deber de los médicos es informar
convenientemente a sus pacientes sobre los posibles riesgos de los
tratamientos a seguir y esto incluye las vacunas.
Existe en España y en muchos países desarrollados
un servicio de fármaco-vigilancia que pide a todos los médicos que
comuniquen los casos en los que se observan efectos secundarios por la
administración de fármacos, vacunas incluidas. Sin embargo, la realidad
es que este servicio no funciona como debiera y de ahí que sea difícil
hacer estudios estadísticos fiables sobre los efectos secundarios de un
fármaco sin que todos los médicos españoles cumplan con el requisito de
informar.
Por otra parte, en algunos países la presión y el
poder de las multinacionales farmacéuticas es tan grande que los
gobiernos obligan a la gente a vacunarse. En este sentido, me gustaría
mencionar lo que el médico británico Richard Nicholson (editor de
la revista Boletín de Ética Médica) explicó durante un congreso
celebrado en Octubre de 1997 en el que se analizó la conveniencia de
vacunar masivamente o no a los niños británicos según las
recomendaciones del Gobierno. Nicholson argumentó entonces que si bien
no estaba en contra de las campañas de vacunación, entendía que "es
necesario informar a los padres sobre su derecho a decidir si vacunan o
no vacunan a sus hijos". Y agregó que algunas familias habían sido
obligadas a hacerlo, citando el caso de una familia en el Ulster que
había recibido la visita en su domicilio de unos médicos de la sanidad
pública que, acompañados por la policía, se presentaron para vacunar por
la fuerza a su hijo de la hepatitis B.
Nicholson denunció que este tipo de incidente
parecía indicar que la preocupación más importante de algunos médicos
británicos es alcanzar una serie de objetivos mínimos en cuanto a número
de vacunaciones y, de ese modo, acceder al complemento económico que se
concede a los facultativos que "cuidan mejor del bienestar de sus
pacientes".
Algo peligroso que podría pasar en España en un
futuro no muy lejano si la Seguridad Social pasa a ser gestionada
privadamente y se empiezan a exigir "objetivos" y "productividad", algo
poco compatible con la prevención y el cuidado de la salud.
En esta línea, Nicholson denunció también que
algunos médicos habían llegado a expulsar de su consulta a las familias
que se negaban a vacunar a sus hijos y que algunos incluso habían
amenazado a los padres con retirarles la custodia de sus hijos.
GRUPOS PRO-LIBERTAD DE
VACUNACIÓN EN EL MUNDO
Hay unas 35
asociaciones pro-libertad de vacunación en todo el mundo, la mayoría en
Estados Unidos, algunas en Oceanía y el resto en Italia, Francia,
Dinamarca, Reino Unido y Bélgica. Y excepto la francesa, fundada en
1954, todas son de reciente creación. Hagamos un breve recorrido por las
nueve más importantes.
1)
Australian Vaccination Network (Red Australiana de Vacunación)
Se trata de una asociación dedicada a informar de
las reacciones adversas de la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubeola)
que se administra a todos los niños australianos en edad escolar y
evitar que se silencien los casos de efectos secundarios negativos,
incluidos, entre otros, el autismo.
Tiene un número de teléfono gratuito a disposición
de la gente para que informe si en las 48 horas siguientes a una
vacunación aparecen algunas de estas manifestaciones:
- Llantos persistentes.
- Fiebre por encima de los 40,5º C. que no se
explique por otras causas.
- Anafilaxias (reacción alérgica mortal).
- Shock.
- Episodios hipotónicos/hiporeactivos.
Igualmente hay que informar si dentro de los 30
días siguientes aparecen:
- Encefalopatía.
- Convulsiones.
- Meningitis séptica.
- Otras reacciones asociadas.
- Muerte.
Debemos añadir que ya en Octubre de 1998 esta
asociación publicó un libro -Vaccination Roulette- en el que
explica por qué muchos padres deciden no vacunar a sus hijos, cómo se
fabrican las vacunas, cuáles son las consecuencias de no vacunar a los
hijos, cómo se puede garantizar la libertad de elección para que nadie
discrimine a los niños a la hora de buscar plaza en un colegio, etc.
Paralelamente, el libro dedica un importante espacio a dar
recomendaciones para potenciar el sistema inmunológico mediante
medicinas complementarias como la homeopatía, la medicina china o la
naturopatía.
2) Campaign Against Fraudulent Medical
Research (Campaña contra la investigación médica fraudulenta)
Esta asociación australiana de Nueva Gales del
Sur se dedica a difundir su concepto de salud mediante el apoyo a la
investigación imparcial, la prevención de las enfermedades, el derecho a
decidir libremente sobre los cuidados sanitarios a recibir y la lucha
contra las decisiones arbitrarias de la Sanidad Pública. Estos objetivos
se concretan ofreciendo a la ciudadanía información sobre:
- Investigaciones médicas fraudulentas y pruebas
incompletas realizadas con muchos fármacos nuevos.
- Productos químicos de nuevo desarrollo y sus
posibles inconvenientes.
- Los intereses creados de las multinacionales
farmacéuticas y la industria química y su influencia desmesurada sobre
los gobiernos y la opinión pública.
Esta asociación tiene una página en Internet ( http//www.pnc.com.au/~cafmr)
con una sección importante sobre los efectos secundarios de las vacunas.
3) Inmunization Awareness Society
(Asociación para la concienciación sobre la vacunación)
Este grupo de Auckland (Nueva Zelanda) fue creado a
principios de esta década para informar sobre los riesgos asociados a
todas las vacunas sin excepción. Cuenta con un archivo de cientos de
artículos médicos y de investigación que ofrecen muchas razones para no
vacunarse. En su boletín de Noticias tiene una sección informativa con
el sugerente título de ¿Sabías? en la que, con un lenguaje claro
y sencillo, se facilita información para el público en general.
Como ejemplo del estilo divulgativo que emplea esta
asociación, valga el siguiente ejemplo tomado de un número reciente:
¿Sabías que la leche materna es el mejor
estimulante inmunológico para tu bebé durante el primer año de vida y
ayuda a protegerle de las infecciones, la diabetes y algunos cánceres?
¿Sabías que las vacunas contienen conservantes,
otros virus, mercurio, aluminio, formaldehído y ciertas partículas
detestables de animales y suero?
¿Sabías que las vacunas de la tuberculosis, la
pertusis y la difteria se introdujeron cuando estas enfermedades estaban
erradicadas al 90%?
¿Sabías que durante el brote epidémico de sarampión
en EE.UU. en 1991 más de la mitad de las muertes fueron de sujetos
vacunados y que la mayoría de las personas tenían problemas
inmunológicos?
4) National Vaccine Information Center
(Centro nacional de información sobre vacunas)
Creada en 1982 en Estados Unidos por un grupo de
padres cuyos hijos habían muerto o desarrollado lesiones permanentes
como consecuencia de la administración de vacunas poseen en sus archivos
numerosos casos de niños que han padecido lesiones por esta causa. En
algunos casos la asociación consiguió que los tribunales concedieran
indemnizaciones a favor de los afectados.
5) Vaccine Information and Awareness (VIA)
(Información y concienciación sobre las vacunas)
Esta organización estadounidense estimula a los
padres a que cuestionen, se opongan, estudien e investiguen los riesgos
y peligros asociados con las vacunaciones. Además informan al público
sobre la existencia de un fondo económico llamado National Vaccine
Injury Fund, establecido por el Gobierno en 1986 y que hasta la
fecha ha pagado 783 millones de dólares en indemnizaciones por unas 579
muertes de las que 279 fueron por el síndrome de muerte súbita.
6) Global Vaccine Awareness League
(Liga global para la concienciación sobre las vacunas)
Esta asociación de Mill Valley, California, fue
creada por Michelle Helms en 1995 tras la trágica muerte de su
hijo 33 horas después de serle administradas las vacunas
correspondientes a los 24 meses de edad. Igual que todas las
asociaciones de este tipo, su misión es informar a los padres y a los
ciudadanos interesados sobre los riesgos de las vacunas y sus efectos
secundarios. El resultado de sus estudios prueba que muchas vacunas no
sólo no son efectivas sino que pueden tener efectos adversos, incluida
la muerte del niño.
7) Vaccinationsforum
Creada en Dinamarca en Octubre de 1996 con el
objetivo primordial de recopilar información sobre los efectos adversos
de las vacunas, los hijos de dos de sus fundadores fueron víctimas de
ellas. Aunque en Dinamarca la vacunación no es obligatoria, casi todos
los pediatras se "olvidan" de informar a los padres de los posibles
efectos adversos.
8) Ligue Nationale Pour La Liberte Des
Vaccinations
Fundada en París en 1954, su objetivo es
proporcionar un foro de encuentro para los que crean que la prevención
de las enfermedades y el cuidado de la salud no tiene por qué depender
exclusivamente de las vacunaciones. Ofrecen alternativas más inocuas
para prevenir las enfermedades contagiosas.
9) Justice, Awareness and Basic Support
(Justicia, concienciación y apoyos básicos)
Esta asociación británica fue creada en 1994 por un
grupo de padres cuyos hijos sufrieron lesiones irreversibles derivadas
de la administración de la vacuna MMR (Sarampión/Paperas/Rubeola).
Actualmente están a la espera de que su caso contra el Departamento de
Sanidad sea visto en los tribunales. Mientras esperan, recogen nuevas
evidencias de la alta incidencia de lesiones graves post-administración
de vacunas y luchan para que la ley reconozca el derecho a indemnización
a las familias que sufren alguno de los efectos secundarios de las
vacunas. Están convencidos de que la vacuna MMR presenta más riesgos que
ventajas y aspiran a que se retire del mercado, no sólo en Inglaterra
sino en el resto de los países.
CONCIENCIACIÓN
CIUDADANA
En definitiva, es
necesario que en el futuro aumente la conciencia ciudadana y se exija a
las autoridades que informen sobre los beneficios y posibles perjuicios
de las vacunas. Y, sobre todo, recuerde que si decide usted no vacunar a
su hijo tiene derecho a no ser amenazado, presionado o discriminado.
Robert Goodman
Direcciones útiles: . Liga para la Libertad
de Vacunación. Gran Vía de les Corts Catalanes, 439, 5º, 2ª. 08014
BARCELONA. Teléfono: 93-426 65 59. . Grupo Génesis. C/León, 3-1ºB. 28014
MADRID. Teléfono: 91-369 05 46. . Asociación de afectados por las
vacunas de Madrid. Avda. Odón 12, 2ºA. 28670 Villaviciosa de Odón.
MADRID. 91-616 29 85.
Bibliografía recomendada:
Inmunidad o vacunas. De las verdades y de los riesgos. Dr. Xavier
Uriarte. Ed. José M. Martorell. BARCELONA.
ANTES DE VACUNAR A SUS
HIJOS, RESPONDA A ESTE CUESTIONARIO
El National Vaccine Information Center de
Estados Unidos elaboró para los padres que vayan a vacunar a sus hijos
un cuestionario con el título "Antes de vacunar a su hijo hay que
preguntarse..." que recoge las siguientes preguntas:
1. ¿Está mi hijo enfermo en este momento?
2. ¿Ha reaccionado mal a alguna vacuna en el
pasado?
3. ¿Tiene una historia personal o familiar de:
- Reacciones a las vacunas.
- Convulsiones o trastornos neurológicos.
- Alergias importantes.
- Trastornos del sistema inmunológico.
4. ¿Sé si mi hijo tiene un riesgo alto de reacción?
5. ¿Tengo información completa sobre los efectos
secundarios de las vacunas?
6. ¿Sé como identificar una reacción a una vacuna?
7. ¿Sé como comunicar/informar sobre la reacción a
una vacuna?
8. ¿Sé el nombre del fabricante de la vacuna y el
número de lote?
Este organismo recuerda también a los padres
sus derechos en los siguientes términos:
La vacunación es un procedimiento médico que
implica un riesgo de lesión o, incluso, la muerte. Como padre, debe
conocer los beneficios y perjuicios de las vacunas para tomar una
decisión informada y responsable. En ese sentido, les recordamos que:
1. Por ley, su médico está obligado a
proporcionarle información sobre los riesgos y los beneficios antes
de vacunar a su hijo.
2. Por ley, su médico está obligado a
mantener un registro permanente de todas las vacunas administradas, el
nombre del fabricante y el número de lote.
3. Por ley, su médico está obligado a
comunicar a las autoridades competentes los efectos secundarios,
incluidas lesiones permanentes y muerte, si se producen hasta 30 días
después de administrar la vacuna. Y
4. Si su hijo sufre
una lesión cerebral permanente o muere como consecuencia de una reacción
adversa, puede usted tener derecho a una indemnización
LOS RIESGOS DE LA
VACUNACIÓN
Vacunarse contra
algunas enfermedades está considerado hoy en día una actuación social
necesaria que incluso se ha hecho obligatoria en casi todos los países.
Y ciertamente, en algunas enfermedades -como la viruela o la
poliomielitis- su papel ha resultado fundamental para controlarlas. Pero
su aplicación no está exenta de riesgos.
En definitiva, vacunarse consiste en introducir en
el organismo una cantidad previamente dosificada de virus o bacterias
muertas o atenuadas utilizando diversas técnicas con la esperanza de que
el cuerpo reaccione frente a ellos produciendo anticuerpos defensivos
estables. Con ello se pretende hacer pasar al individuo una enfermedad
de manera leve o subclínica -es decir, con pocos o ningún síntoma
físico- para que su sistema inmunológico pueda reaccionar y produzca
anticuerpos específicos para la enfermedad de que se trate. El problema
es que esa reacción, a veces, puede ser excesiva.
Las reacciones vacunales inmediatas, a corto plazo,
aparecen en más de un cinco por ciento de las aplicaciones de casi
cualquier vacuna. Y pueden ser de tipos muy variados:
1) General: como consecuencia de la propia
inyección de las proteínas que constituyen los agentes infecciosos
contra los que se vacuna. Suele cursar con fiebre que aparece a las
pocas horas y puede mantenerse durante días, acompañada a veces de
convulsiones.
2) Alergias: como cualquier otra sustancia
extraña puede dar lugar a la aparición de erupciones, brotes de asma y,
en los casos más graves, choque anafiláctico.
3) Afectación neurológica, especialmente del
sistema nervioso central, con producción de meningitis y encefalitis.
Pero además de la propia reacción, causada por la
introducción en el organismo de la proteína extraña que representan los
virus o bacterias muertos o atenuados las vacunas se cultivan en
diversos tejidos animales y sueros que están muy frecuentemente
infectados por virus, muchos de ellos imposibles de detectar con las
técnicas actuales y siempre contaminados por conservantes que van desde
el mercurio, el aluminio o el ácido acetil-salicílico hasta antibióticos
como la eritromicina.
Actualmente nadie discute el hecho de que la vacuna
antipolio oral con virus vivos es causante de la mayor parte de los
casos de esta enfermedad que se declaran en todos los países
desarrollados pero estudios recientes indican una posible relación entre
las vacunaciones masivas y el aumento de casos de diabetes infantil y de
enfermedades psiquiátricas como el autismo.
También se está estudiando actualmente su papel a
largo plazo en el desarrollo de enfermedades autoinmunes e incluso en la
aparición de la esclerosis múltiple.
Andrés Rodríguez
Alarcón
http://www.dsalud.com/numero3_7.htm |
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