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Federación de periodistas de Perú FPP

Comentarios sobre la realidad peruana
Jorge Paredes Romero Periodista y humanista peruano

 

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   .........  La riqueza es para el mejor postor  .........

Jorge Paredes Romero


Periodista y humanista peruano

La riqueza es para el mejor postor, pero también para el que respeta y es honrado

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
     
 

Todo en esta vida tiene una razón de ser y ciertamente el hecho de que hace un año con cien soles podías comprar 30 kilos de frejoles panamito, hoy un año después, solo puedes adquirir 25 kilos, significa que el poder adquisitivo del dinero ha decrecido, y que el sueldo es el mismo que ganabas hace un año, pongamos, ganabas 1500 soles el 20 de octubre del 2013 y de allí con cien soles podrías comprar 30 kilos de frejoles, hoy solo podrás comprar menos, solo 25 kilos, porque el frejol panamito antes costaba 3.30 soles el kilo hoy cuesta 4.00

¿Qué deducimos de esto?, que en primer lugar tu dinero vale menos, pero como la gente necesita comprar la misma cantidad de frejoles, tendrá que gastar más e invertirá 120 soles es decir un 20% más, pero los sueldos no han subido ni un ápice y el que estará teniendo más ingresos, es el comerciante, de modo que cuando se habla de crecimiento se está hablando del crecimiento del comerciante, no del consumidor. Ese consumidor claro, en las noticiero ve que el índice de crecimiento ha subido, es decir que ingresa más dinero a la caja del empresario, pero no dice que a la caja del obrero ingresó también más dinero, eso no importa; pero si tenemos que hablar de macroeconomía, entonces diremos que los que sienten ese crecimiento son las grandes empresas, nunca los trabajadores, salvo algunos que hayan recibo aumento o alguna prima, etc., que son casos extraños pues.

En segundo lugar, podemos observar que el poder adquisitivo de tu dinero es menos, ya tu familia no se alimenta como antes, la esposa tiene que servir menos en los platos, menos panes, menos leche y así sucesivamente, ya no sopa y segundo, solo un plato y punto, menos paseos, ya no las salidas semanales a la pollería o a la heladería, eso ya es historia, de modo que las cosas se van haciendo más difíciles para la población de a pie, mas no para los empresarios, quienes siempre verán que cartera está llena, que sus cuentas bancarias crecen y que sus hijos tienen acceso a la buena educación, cines, paseos, turismo, excelente ropa, etc., esa es la diferencia que se nota descaradamente en toda población, de cualquier país del mundo.

En Perú es más notorio aún, porque aquí los que se llevan la gran torta son las transnacionales, quizá algunas tajaditas serán para los gerentes, administradores, contadores y los felipillos peruanos que trabajan en marketing, etc., más la enorme masa de trabajadores, reciben sueldos magros, pero aun así siguen siendo privilegiados, están en planillas, tienen estabilidad laboral, tiene sindicatos, etc., pero si hablamos de aquellos trabajadores de los Call center, de los almacenes o las empresas distribuidoras de abarrotes, o parecidas, pues entran en un punto medio, pero aquellos trabajadores eventuales, que no tienen más que un escuálido contrato de unos meses o un año quizá, al finalizar ese año ya están temblando, porque no saben si serán renovados o al ser calificados según su asistencia, rendimiento, respeto, etc., podrían ser despedidos, con solo decirles reducción de personal o simplemente se acabó el contrato, sin tener acceso a CTS, vacaciones, seguro, mucho menos la previsión social (pensión), es decir ONP o AFP, aunque quienes lo tienen, casi obligatoriamente tuvieron que inscribirse en una AFP, afiliada a dicha empresa por x motivos, aquí todo es amarres.

Entonces estamos hablando de unas argollas, horribles filibusteros, Perú se encuentra en un anillo laboral para escarapelarse, si el mismo estado, el mismísimo chofer del ministro, tiene que ajustarse a un contrato CAS, ¿se imaginan? Muchísimos de los trabajadores de los ministerios, están con la soga al cuello, en nuestro país la situación es apremiante, amenazadora, de una inestabilidad para morirse de un infarto, porque cada día estás bajo la espada de Damocles, en donde no puedes mirar mal al capataz, de ser así ya te puedes considerar despedido, o simplemente por no saludarle o “sonreírle” al jefe la secretaria, tendrá que buscar nuevos aires.

Pero volvamos a lo que significa el dinero para los mismos desheredados de la vida, aquellos que viven del menú del comedor popular, donde hay menús de 2 soles, 3 soles, cuatro, cinco soles, estoy hablando de un comedor popular de barrio, me pregunto ¿por qué tiene que ser así? ¿Acaso el estómago sabe de precios? La salud vive de alimento no de dinero, sin embargo el menú del comedor familiar al que me refiero, aquel que recibe ayuda del estado, tiene esa categorización de precios, entonces para mi, lamentablemente ese comedor popular, ha quedado desconfigurado como tal ya que es simplemente un restaurante que está recibiendo respaldo del estado y eso está muy mal.

Se trata de familias que durante años han venido posicionándose en la política y allí trabajan la abuela, las tías y las mujeres de los hijos, lavando el arroz, pelando las papas o limpiando las mesas, alcanzando y lavando platos, toda la familia, entonces tampoco ya es un comedor popular, es en todo caso un comedor familiar, de modo que el Estado ha favorecido a una sola familia, enriqueciéndola, dándole recursos para construir toda la infraestructura de ese comedor mal llamado popular, lo ha equipado, le da mensualmente víveres y esa gran familia utiliza esos víveres para hacer los menús de dos soles, pero también ha ido capitalizando dinero para hacer menús de otros precios y eso sucede en casi todos los comedores populares del país, no me refiero a uno solo, es algo generalizado. Me dirán pero está bien la familia trabaja, no me refiero a eso, sino que el control no es preciso, escapa a una fiscalización de una directiva amplia, abierta, porque el circuito familiar encierra vicios, esconde gastos y escapa a ciertos controles, eso he visto por ejemplo en un vaso de leche cercano, que empezaron en una casita sencilla y terminaron con una casa de tres pisos enchapada, camioneta cuatro por cuatro, salón de Spa, etc., no pues…

Lamentablemente el Estado no ha realizado una fiscalización ajustada, para identificar a quiénes están tras de estos comedores o vasos de leche, quiénes son sus dirigentes, sus trabajadores reales, quiénes son sus beneficiarios y una fiscalización milimétrica de sus ingresos y egresos diarios, de modo que alguien debería de las centrales de esos programas, pasar toda una semana viviendo en esos comedores, eso es fácil, una cama de campaña para un inspector, que durante una semana lleve minuciosamente el control de todas las compras, menús que se cocina, los que se venden, precios, alimentos donados, los comprados, etc., etc. y luego a dónde van esos dineros, de ese modo tendríamos entonces un control más estricto de los comedores populares del país.

Durante años hemos hecho seguimiento a varios comedores de la zona y tenemos amigos que han realizados seguimientos a otros en diversos zonas del distrito y han observado el mismo detalle con los vasos de leche y otros programas de ayuda social, entonces sería bueno preguntarle a quien corresponda, ¿cómo se controlan los dineros destinados a la ayuda social en el país? Porque ahora ya tenemos una idea muy clara, de cómo muchos miles de millones están allí siendo distribuidos a manos equivocadas y vienen engrosando cuentas bancarias de personas, a las cuales no corresponde que la administración de esos comedores populares, no deberían estar a cargo de una familia, sino de varias personas de diferentes familias, así si podríamos llamarle comedor popular, de otro modo reitero, es un negocio familiar que enriquece solo a una familia.

Pero hay otros programas, como por ejemplo “Juntos” que contempla que en el hogar en extrema pobreza debe haber por lo menos una mujer gestante o un niño o niña hasta los 14 años y cada beneficiario debe cumplir los compromisos en salud, educación, nutrición e identidad, programa que también se ve distorsionado solo por recibir cien soles mensuales, porque sabemos ya que en la serranías muchísimas adolescentes tempranamente prefieren quedar embarazadas, acogerse a estos programas para recibir los pocos dineros que se reparten y luego lo hacen nuevamente, es decir se convierten en personas encadenadas a un programa solo por ese poco dinero que no les viene tan mal tomando en cuenta que es gente que está acostumbrada a consumir productos de sus tierras a no trabajar sino solo en su propiedad, a vivir de la ayuda, y en Perú existen millones de esas personas, que no corresponde tengan que permanecer en esos programas, porque toditos ellos acumulan una enorme masa de gente dependiente, que está a la espera de esa ayuda y no se preocupan ni en estudiar para luego trabajar, mucho menos en superarse, es lo mismo que aquellos hijos que nunca se apartan de la tutela paternal, porque allí mal que bien tienen comida, techo y una que otra ropita, esa es la pésima costumbre a la cual nos han llevado las ayudas sociales, que empezaron hace muchos años, con el reparto de trigo, arroz, azúcar, aceite, leche en polvo, ¿recuerdan? Luego repartían bananas, que venían en grandes tráileres y la gente corría a los sitios de reparto para recibir su ración, toda esa dependencia se ha trasladado al campo electoral, en donde todos corren para recibir el polo, la pollada o el paquetito, que luego los lleva subliminalmente al apoyo de un determinado candidato el día de la votación, su corazón les empuja a marcar el símbolo del que repartió tal o cual cosa, desde almanaques, cuadernitos, lapiceros, qué se yo.

Pero de manera global, los países también se volvieron dependientes y en esto los presidentes hacen sus colas, para recibir la ayudita de los gringos que envían ayuda en barcos, aviones, en forma de armas, ayuda militar, subvenciones diversas, es decir la ayuda social es diferente, es más cuantiosa, porque se trata de artículos incluso tecnológicos, por ejemplo laptops, computadoras, y otras cosas parecidas, que luego los gobiernos de turno utilizan para encomendar a sus congresistas, alcaldes etc., para que levanten su imagen y reverdezcan brotes de simpatía, desde un año antes de las elecciones, de ese modo viene pues la ropita, las zapatillas, los chocolates o cualquier cosa que venga donado vía gobierno, es utilizado por los politiqueros para levantar la imagen del líder o sino del empleado, quien recibe esta encomienda para utilizarla a su favor, pues visita su región, su distrito y allí se convierte en papá o mamá Noel y regala a diestra y siniestra, guiñando el ojo, como diciendo: acuérdense en las elecciones ¿eh?

Es penoso tener que reconocer, que nuestro país como casi todos los de esta parte de América y lo mismo sucede en la América Central y en países de África y otros de Asia, en donde se repite la misma historia, humillante y herramienta o estrategia muy antigua, para doblegar voluntades, estas costumbres han hecho de los pueblos dependientes, ociosos, humillados, sobre todo de poca estima. Lo que el pueblo necesita es que sus gobernantes hagan gestión, que fomenten la industria, que exijan a las extractoras a dar valor agregado a nuestros insumos que ellos se llevan en bruto, llevando en sus entrañas sabe Dios qué más, de ser así entonces tendríamos más trabajo, más ingresos, mejores rentas, pero la permisividad de los políticos, cómplices del saqueo, se hacen de la vista gorda y desde hace siglos el Perú ve cómo se llevan sus productos, sus insumos primarios y luego tiene que comprar los subproductos de esos mismos insumos, a precios exorbitantes.

Tenemos entonces que salir a flote, desprendernos de esa humillante carga y decirle al regalón: ¡Llévese sus baratijas, que aquí vivimos con dignidad, pero también armémonos de valor y digámosle al saqueador: ¡Un momento! Aquí el dueño de lo que tú estás explotando soy yo, así que, o pagas el justiprecio o te regresas a tu casita con las manos vacías. Eso es patriotismo, eso es nacionalismo, eso es dignidad, eso es justicia y de eso estaremos hablando este 25 de octubre, en el Jirón Castrovirreyna 135, Breña, en donde estará con nosotros el Dr. Isaac Humala Núñez, es a la altura de la 9 de Brasil, a las 5 de la tarde en punto, ahí estaremos acompañando a todos los patriotas que ya están inscritos, ven tú también o en el distrito donde resides, en la provincia donde vives y en la región donde trabajas, conviértete en Coordinador de los patriotas, que ahora empezaremos a vivir con dignidad.

Conviértete en amo y señor, dueño de tu futuro y no en el servil peón de tu pobreza. No agaches la cabeza, nada de venias ni arrodilladas, somos un país riquísimo aún, que debemos exigir a quienes ruegan nuestros votos, se comporten honestamente y no se conviertan en truhanes, robando a sus hermanos, saqueando el país, ayudando a los hampones que ya deben ir ajustándose los pantalones, porque se acaba ya su tiempo de abuso y aquí no habrá sino equidad y el dueño pondrá su precio y sus condiciones y si no quieren acogerse a ellas entonces qué pase el siguiente, que postores sobran y la riqueza será para el mejor postor y también para el que respeta y se comporta con honradez.


Jorge Paredes Romero
Periodista peruano
Registro FPP 7703