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Al buen entendedor...

 

Probablemente el tema que sintetizaré, traerá mucha crítica y descontento de ciertos sectores, pero lamentablemente es la visión, que algunos de nosotros tenemos, de la realidad en la que vivimos, no solo en Perú, sino en otros países latinos,  Y en América, África y Asia, especialmente aquellos que son considerados tercermundistas o subdesarrollados.

Lo que sucede es que se nos informa muy sesgadamente, de parte de organismos que realizan encuestas a nivel mundial, porque a nivel regional es poco lo que se tiene de información, se dice que la media de personas con discapacidad es del 10%, pero en realidad nosotros somos más, mucho más.

Veamos, si consideramos que lo llamado discapacidad, es aquello que engloba a personas que tienen diversas limitaciones sensoriales, físicas y/o intelectivas, entonces debemos considerar que la verdadera población que aglomera estas características son más, reitero, muchísimo más, incluso en algún momento me atreví a decir en un medio de comunicación y creo que lo repetiría ahora con más seguridad, que el nivel de aquello llamado discapacidad, que para nosotros es mejor decir personas con limitaciones, es mayor, diría excede holgadamente el 20%.

 

En muchas de esas encuestas, especialmente educativas, se ha dejado de considerar por ejemplo, a la población de niños fronterizos (borderline), que en verdad es alto, pero no existen estadísticas, porque no es conveniente. Hace poco en Perú se realizó un censo, pero no se consideraron simples preguntas en esos formularios: ¿Existen personas con discapacidad (PcD) en su familia? ¿Cuántas, género, edades y qué discapacidades? Después hubo nuevo censo, ¿se corregió la omisión? ¡Tampoco!

No es conveniente para algunos saberlo o hacerlo conocer…

Del mismo modo, no se considera como PcD, a los que sufren de una serie de problemas crónicos de dislexia, déficit de atención, problemas conductuales, que sobrepasan la edad de la adolescencia, problemas nutricionales y enfermedades o síndromes colaterales,  incluso hemos encontrado una gran población de adultos inmaduros, con secuelas de problemas socio-psicológicos, que bordean o son tangenciales a graves casos de psicosis, paranoias, etc., con tendencias suicidas y problemas depresivos graves y crónicos, que tienen medicación permanente, incluso en población de adultos que han tenido esa carga por muchos años, sin diagnosticar, porque nadie tomó interés en ello y son casos que son consecuencia de los problemas sociales ocasionados por un sistema opresor, explotador y abusivo, acciones desarrolladas por siglos. Pregunto, ¿no son acaso también personas con limitaciones o llamadas por el sistema Personas con Discapacidad? Llamémoslo así para poder entendernos en las limitaciones del lenguaje impuesto.

Nosotros conocemos casos como los que describo y por años hemos realizado muchas entrevistas, investigación de campo, visitas, incluso algunas terapias de forma muy superficial, por diversos motivos que lo impedían, pero que nos permite decir con claridad, que lo descubierto es real, tristemente real, terriblemente verdadero y todo tiene una etiología en el modus vivendi de las poblaciones, a lo largo de muchos años, de modo que esto se ha declarado rutinario, aceptado como muy natural y que nadie asume, porque consideran no tiene solución. Se dice: “esto nadie lo va a cambiar, así que sigamos así, no tiene remedio…”.

Lamentablemente, los responsables de esto son los que nos han gobernado a lo largo de muchas generaciones, personas que ya dejaron de existir, pero también otros que en estos momentos desempañan roles gubernamentales de mucha responsabilidad, que no asumen su responsabilidad y no se desenvuelven como gobernantes a cabalidad, ni ejecutan medidas por sus miedos a los resultados, por las dificultades al conseguir cambios, porque así ha sido y ya nada lo podrá cambiar. Esto es conocido por quienes tienen autoridad, sobre todo en los medios de sanidad, sociólogos, educadores y quienes manejan estadísticas, pero que prefieren hacerse de la vista gorda, porque al descubrir esta verdad, al ponerla en descubierto, se tendría que elaborar soluciones, programas, metodologías, presupuestos, para lo cual se requerirían recursos muy grandes, que por ahora prefieren gastarlos en sus privilegios, los cuales no abandonarían.

Si se dieran soluciones con las siguientes generaciones, los resultados serían que tendríamos poblaciones mejor instruidas, más informadas, con capacidad de saber defenderse con mejores argumentos, no con los de la violencia, que aunque Ud. no lo crea, no  le es conveniente al sistema, porque entonces tendría que sacar sus fuerzas pretorianas a contener a las chusmas, al decir de ellos, para “preservar la democracia”, para “mantener el orden constitucional”, pero sería gente que se informó y saldría a protestar.

Todo es consecuencia de la forma como un determinado sistema ha venido manipulando a la humanidad, en distintas regiones, países, continentes, etc., culturas enteras han sido arrastradas a lamentables circunstancias, por quienes tuvieron siempre el poder, aquellos que tuvieron capacidad de conquistar, de emigrar y posesionarse como líderes, en base al poder económico que disfrutaban, pero también en base a la fuerza militar o tener el conocimiento, la posesión de maquinaria, embarcaciones, armas y tecnologías que otras culturas no las tienen, de tal modo por ejemplo, que los hispanos por ejemplo, cuando el siglo XV llegaron a esta parte de América, y los sajones a Norteamérica, irrumpieron en procesos culturales en pleno desarrollo, lo hicieron de manera destructiva, abusiva y determinante. Impusieron una religión que consideraron la única y verdadera, modos de vestir, lenguas, costumbres alimentarias, incluso trajeron enfermedades, pestes y costumbres, que eran producto de sus liberalidades y dieron rienda suelta a una serie de valores negativos, de tal modo que destruyeron los esquemas culturales de nuestros pueblos, lo hicieron con perversidad y alevosía.

Lo mismo sucedió en Asia, África, adonde llegaron franceses, ingleses, holandeses, etc., y se dieron los sucesos que justamente permitieron la aparición de una serie de limitaciones o discapacidades, sobre todo por la pésima alimentación, la baja salubridad y la mediocre educación a la que podían acceder los dominados. Los dominantes si tuvieron acceso a salud, educación y alimento de privilegio, a jornales, sueldos, a recreación, etc., todo esto fue creando distancias, exclusiones,  al mismo tiempo que los apartheid, las reservas, etc., surgiendo en las poblaciones saqueadas y diezmadas, grupos de mujeres violentadas, de niños y jóvenes esclavizados, un sabor amargo, de resentimientos,  odios, que fueron exacerbándose a lo largo de los años, décadas, siglos, demarcando de manera muy precisa niveles socioeconómicos de acuerdo al poder que cada quien ejercía, desde su familia, ciudad o cultura, pero sojuzgada.

Hoy en día, muchos pueblos celebran su día de la independencia, cuando eso no es real, todos seguimos dependientes, solo pasamos de una mano a otra, en Perú por ejemplo, del poder hispano, de un país determinado, al capitalismo global que involucra muchos países del orbe capitalista e imperialista, quedamos sujetos a una religión, el cristianismo, la cual en sus infinitas modalidades hoy, ha establecido un negociado usurpador y enajenante en la mentalidad de millones de personas, con una iglesia matriz y cientos de sectas dizque protestantes, pero que tienen la mismas mañas y malas costumbres, recolectar monedas, billetes, propiedades, joyas y conciencias de manera descarada; del mismo modo estamos sujetos a modas, costumbres alimentarias, limitadas a lo que podemos retener, ya que mayormente la producción autóctona se exporta, hacia mercados de gran poder adquisitivo, actividad que brinda riquezas a los grupos de poder, que en cada región se han constituido por muchos años, siglos, incluso se promulgan leyes perversas, que fomentan la importación de basura de otros continentes, carros siniestrados por ejemplo, mediante instituciones que aparentemente se dieron para promover desarrollo: ej. los CETICOS, que lejos de cumplir con sus objetivos, son utilizados por mafias, para proveerse dineros en sus cuentas bancarias, mafias en las cuales están comprometidos: legisladores, comerciantes, políticos y gobernantes locales.

Hoy en día, entonces, en cada país, región y continente, existe una enorme población de gente con mínima educación, con escasa salud, con una enajenación espiritual encadenada a una religión, cuando la espiritualidad debería llevarnos más bien a la verdad y esta a la libertad. Del mismo modo, no hemos logrado industrializarnos y estamos dependientes inexorablemente a lo que la industria exterior nos facilita, pero si seguimos siendo recolectores y exportadores de insumos primarios, minerales, alimentos, fibras, hierbas, incluyendo personas, cerebros que viajan como mano de obra barata, pero también gente que logra estudiar y quedarse por siempre en otras latitudes, nuestros países quedan empobrecidos en todo sentido. Nuevamente aquí, hago notar que esas mismas CETICOS podrían decirle a esa exportación barata ¡Alto! Nosotros podemos dar valor agregado a esos productos agrícolas, frutales, etc., mediante la agroindustria, pero no, no se promueve tal actividad, habiendo sido creadas esas CETICOS para esto, para dar VALOR AGREGADO y exportar con mejores utilidades, dando trabajo, promoviendo industria y dejando mejores resultados en todo sentido en nuestro territorio. Esa privación de mejora económica, cultural y de trabajo es limitante, discapacita, pervierte y los autores: ¡Muy bien, gracias! Continúan formando lobbies y persistiendo en sus privilegios de grupo, excluyendo a los demás de sus derechos a desarrollar, ese es el caso de muchas provincias litorales como Islay, Mollendo, el Valle de Tambo, etc.

Estas poblaciones han quedado entonces con limitaciones, discapacidades, que nadie quiere reconocer, nadie tiene el valor de asumir esta verdad y se conforman a vivir, con lo que resbala de la mesa de los ricos y los pudientes, lo cual llega a las manos de los desposeídos, los pobres, los miserables, los que no tienen ni siquiera salario ,mínimo, menos seguridad social, tampoco previsión social, es decir recurre a la limosna, a la ayuda social a los sistema integrales de salud SIS, a los comedores populares, a los vasos de leche, a los repartos de ropa usada, etc., etc. Esa es la verdadera “discapacidad”. Mejor dicho, las verdaderas limitaciones a las que nos han arrinconado quienes siempre tuvieron el poder en sus manos y en sus palacios, no son consideradas, solo es vista la punta del iceberg, pero no toda la masa de verdaderos discapacitados, si queremos seguir llamándolos así, son enormes poblaciones regadas en miles de provincias, dedicadas a recolectar, a  sembrar, cultivar, abrir socavones, extraer los minerales, pescar la pota, la anchoveta, encajonar los frutales, mientras los que llegaron en carabelas y ahora siguen viniendo en aerobuses, en Boeing o en trasatlánticos, en busca de más riqueza, la que aún abunda en nuestro continente, riqueza que sigue siendo embarcada allende los mares, con la venia de nuestros gobernantes y políticos, que solo son facilitadores de esta rapiña y que se convierten en nuestros verdugos y a la vez en parásitos, porque viven de esos negociados, transformándose también ellos en discapacitados morales, sin valores y sin conciencia, siendo esa la peor discapacidad.

De modo que quienes por alguna razón hemos quedado lisiados, invidentes, mudos o sordos y tenemos limitaciones de alguna índole, física, motora, sensorial, etc., somos un colectivo determinado, pero si hablamos de lo que llaman discapacidad, (no concuerdo con el término) tendríamos que comprender a una masa aun mayor, porque existen millones en Perú, que no pueden participar de manera plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones que los demás, están excluidos, apartados, segregados, disminuidos, frente a un sector muy pequeño que si participa en condiciones propicias, ventajosas y que accede al bienestar y al confort, de acuerdo a los privilegios que esta misma sociedad les otorga.

Lo ideal sería que todo trabajador acceda a un jornal mínimo decente y que este aumente conforme su rendimiento y exigencias lo justifiquen, que tenga estabilidad laboral, que tenga derecho a seguridad social con medidas de previsión social honorables y no que se presten a negocios de terceros como las AFP, con una atención sanitaria de corte universal, donde nadie quede excluido. Todo ser humano al nacer, debe acceder automáticamente a un sistema de salud universal y no tener al frente EsSalud, SIS, MINSA, Red Clas, sanidad policial, del ejército, de la marina, de la aviación, ¡Qué es esto? ¡Un pandemónium! El trabajo debería ser un derecho inalienable, la salud un derecho universal,  la previsión social un beneficio y no un negocio.

La seguridad ciudadana debe ser garantizada y no que los mismos llamados a cuidarnos, terminen por ser los malhechores uniformados; que los llamados a emitir justicia terminen por pedir sobornos o estar acechando viudas y madres solteras, viviendo como sanguijuelas de los empresarios, y que la empleocracia pública sea un ente de servicio y no un tramitador que exija el tintinear de monedas o el crujir de billetes, para realizar una labor por la cual reciben un salario de privilegio y encima de ello les den una ley de impunidad, la 30151.

La educación debería ser únicamente pública. gratuita y fiscalizada al milímetro, debería desaparecer la educación privada que surgió cuando la pública se descuidó, pero debería recuperar su status y el niño debería ingresar a la educación inicial gratuitamente y terminar su formación universitaria de la misma manera, para luego servir por un tiempo al estado (con salario mínimo) solo por unos años en gratitud a su formación integral para luego proseguir en la vida disfrutando de los beneficios de su profesión en la vida privada o sirviendo al mismo estado por un sueldo decoroso.

Solo así comprenderemos que el estado tutela, protege y educa, de otro modo nos seguiremos convirtiendo en poblaciones de personas con limitaciones, con discapacidades y lo peor de todo es que en este trajín todos los desadaptados se sumaran a la masa de discapacitados con una moral perversa, con valores destruidos, convirtiéndose en parásitos rémoras, sanguijuelas en una sociedad que necesita nutrirse de gente valiosa, útil, trabajadora, servicial y productiva, entonces las tasas y los números estadísticos de personas con discapacidad, disminuirán, se revertirá el proceso de involución y tendremos por fin sociedades redimidas, en franco procesos de desarrollo sostenible y en camino a la felicidad social e individual que todos buscamos.

Jorge Paredes Romero

Lima - Perú