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Significancia del fujimorismo para los peruanos.


En la red es posible conocer casi de todo, inclusive las vidas privadas de mucha gente, que coloca muchísima información suya en la Internet, pero ahora trataré sobre la significancia del Fujimorismo para muchos peruanos, quizá no pueda decirlo para todos, porque existe un sector que lo admira y otro que lo critica, hasta quizá exista un grupo que lo detesta. Parece ser que no hay ni quienes tuvieron la oportunidad de analizar estrictamente sus simpatías, son ciegos y también hay quienes no tienen capacidad de perdonar ni comprender, que Alberto Fujimori y su contexto en el poder, cayeron en las redes de sus propias debilidades y que como tales, al ser seres humanos como nosotros, son deleznables y solo La Providencia se encargará de enjuiciarlos a cabalidad.

Hace unos años tuve la ocasión de leer el libro “La guerra el fin de la democracia cuyo autor es Jeff Daeschner, allí pude comprender con bastante exactitud cómo se dio la carrera presidencial de Fujimori, quizá en su mayor comprensión, del mismo modo leí el libro "Yo conocí al monstruo por dentro", de Jenny Zúñiga Mourao y otros textos que tratan sobre campañas electorales en general y en particular de algunos que llegaron al poder, de modo que conozco bien de cerca, cómo es que llega Alberto Fujimori al poder y cómo fueron los diez años de gobierno y todo lo sucedido en el post gobierno, hasta el día de hoy el 2014.

Reitero, no pretendo erigirme en fiscal, mucho menos en un juez, solamente interpreto el sentir de mucha gente y los sentimientos y afectos de otros, quizá en algún momento pueda imponerse la subjetividad de mis apreciaciones lo que ruego también comprender.

Alberto Fujimori, sabemos ahora, es un ciudadano japonés que llegó a Perú en una fecha determinada e hizo una carrera magisterial ligada a la docencia universitaria y la Universidad Agraria, de donde algunos siguieron cercanos a la oriental persona, es así como llega al cargo de Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores y de allí es de donde da el salto a la política nacional y de manera sorprendente, al cargo de la presidencia de la república, para después ser un fugitivo y por ultimo terminar en una cárcel dorada, que es donde se encuentra ahora.

En su momento, él solo deseaba conseguir ser congresista, jamás se imagino llegar a ser presidente, pero es un inconveniente que marca su marcha electoral, con un impase judicial que necesitaba solución rápida y efectiva, es así como conoce a Vladimiro Montesinos, a través de un tal Francisco Loayza, quien ya era de su confianza y común amigo de ambos. Efectivamente, Montesinos soluciona el problema judicial, gracias a los contactos que ya tenía en el poder judicial y a partir de allí, gracias también a los contactos que tenía en las fuerzas armadas, ya que era capitán en retiro, aunque por orden judicial debido a una sentencia por espionaje traición a la patria, no le era permitido ingresar a cuarteles, logra articular toda una telaraña al servicio del poder ahora compartido con Fujimori.

Lo cierto es que Montesinos ya había pertenecido en su momento a la CIA y al servicio de inteligencia nacional, de modo que conocía esos vericuetos, es así como gracias también a esos contactos, tenía una enorme cantidad de información de muchos personajes de la política, como también contactos con personas con conocimientos tecnológicos para intervenir los sistemas de comunicación y utilizar muchos medios coercitivos, para lograr que los otros se humillen a sus  buenos y malos deseos.

A lo largo de diez años, Fujimori se convierte en el socio de Montesinos y ambos utilizaron todos los recursos estatales, para cometer una serie de fechorías, como la mayor parte de políticos a lo largo de muchos años, pero esta vez de la manera más descarada y liberal, repartiendo dinero entre sus familiares y amistades santas y no santasm que según declaración de la Sra. Susana Higuchi, ella no estaba de acuerdo. En el caso de Fujimori en educar y sostener todos los gastos de sus hijos y realizar depósitos en cuentas bancarias del extranjero, pero además de ello con otros miembros de su familia, desviar fondos donados a fines particulares y los miembros de toda la plana de gobierno, cada quien se dedicaba a recoger comisiones, sobreprecios, etc. De tal manera que, el manejo del estado fue una administración en manos de gente que cometió un mil de fechorías, que día a día fueron saliendo a conocimiento de la población, luego que el 2001 estuvieron en el gobierno de transición el Dr. Paniagua y más tarde con Alan García y Alejandro Toledo se aclaró mucho más. Ahora ya sabemos que esa red es inmensa, quizá nunca lleguemos a descubrirla toda, incluso muchos permanecerán en el anonimato y la impunidad.

Lo peor de todo es que, en esos diez años con la disculpa de combatir el terrorismo, se dio lugar a una guerra sucia, llamada de baja intensidad, de parte del gobierno, que es llamado también terrorismo de estado, lo que dio lugar al terrorismo de parte de Sendero Luminoso, pero que entre ambos, victimizaron de manera cruda y terrible a la población en general, que sufrió las consecuencias de los desbordes de ambos bandos, hasta 1992 en que se captura al líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, quien ahora está también recluido.

Sendero Luminoso ha estado activo en el Perú desde finales de la década de 1970 y comenzó la autodenominada Guerra Popular o lucha armada, el 17 de mayo de 1980, un día antes de las Elecciones Generales. Buscado por cargos de terrorismo, Guzmán fue capturado el 12 de septiembre de 1992, gracias a un operativo ejecutado por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), de la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (DINCOTE), comandado por un general de la Policía Nacional, el General PNP Ketín Vidal, y sentenciado por un tribunal militar a cadena perpetua. Pero en todo ello el Sr Fujimori y sus seguidores atribuyen toda la gloria al gobernante de facto, desde el 5 de abril de 1992, hasta el 22 de Noviembre del 2000, de modo que para muchos solo fue un presidente constitucional, desde el 29 de Julio de 1990 hasta el 5 de abril de 1992, veintiún meses en aparente democracia, pero con una preparación para todo el resto de tiempo que permaneció en el poder esa dupla Fujimori - Montesinos.

Será muy difícil, quizá imposible, que alguna vez pueda decirse que el Sr Fujimori desconocía todo cuanto significó delito y crimen durante su gobierno, como también que solo pueda atribuírsele lo beneficioso en ese tiempo, y que todo lo delincuencial, pertenezca solo a Montesinos y al resto de personajes oscuros durante esos años, que es una larga lista de autoridades militares y civiles, que hicieron de las suyas, al extremo que aun hoy mucho está formalizado y legalizado, de lo que en esos años se instituyó en medio de la ilegalidad y delito, pero que es cierto, lo es; las pruebas y destapes que se han dado a lo largo de muchos años, así lo confirman, de modo que no entendemos el porqué es que existen miles de simpatizantes del Fujimorismo, si está definitivamente probado que, durante esos diez años se cometieron las más terribles fechorías y atrocidades que pudiéramos imaginarnos, sin embargo persisten en declararlo inocente.

Los efectos de todo aquello aun subsisten, será difícil que la historia pueda desaparecerlo, más aun si persisten los fujimoristas en ser gobierno nuevamente, de ser así creo que muchos preferirían irse del país, porque significaría avalar a una persona que vivió del dinero fruto del crimen y el delito, sería muy complicado tener que rendir pleitesía, a una persona que represente el fujimorismo, redivivo y latente, porque todo cuanto ha llegado a conocerse, revela solo desvergüenza y desfachatez.

Hay quien dice que es un guía espiritual y no está equivocado, porque la espiritualidad es buena y es mala, positiva y negativa, de la luz y las tinieblas, de modo que ser guía espiritual del lado equivocado también está correctamente delineado, si polarizamos la vida entre el bien y el mal, la mayor parte de los peruanos perciben que Fujimori representa solo la mala espiritualidad, maltratar a su esposa, apropiarse de bienes nacionales, recurrir al crimen para conseguir objetivos, conseguir la reelección vía fraude y copar el Congreso, vía la compra de voluntades, es solo la punta del iceberg, pero todo ello se ha probado, en juicios debidamente amparados en el debido proceso, de modo que quienes aún persisten en defender a Alberto Fujimori, como un gobernante honesto, probo y sin tacha, están totalmente ciegos, quizá deslumbrados por poses, frases y discursos amañados, tanto de él como de sus cercanos seguidores familiares, quienes se han convertido en personas no gratas, por decir lo menos de ellos.

Creo haber sido solo tangencial en tratar este tema, ingresar a las profundidades de su vida y de sus actos, significaría escarbar en el lodo de la política y en el desenfreno y locura de poder en manos de una camarilla, a la que el Perú le exige cuentas y deben hacerlo, considerando el daño ocasionado que es inmenso y debería mucha gente que es seguidora del fujimorismo, revisarlo todo, entonces con ecuanimidad disponer un nuevo calificativo para esos diez años que avergüenzan, a quienes saben qué significa el uso del poder con mesura y honestidad.


Jorge Paredes Romero

Periodista peruano
Registro FPP 7703